Painted Smile (Jeff The Killer Y Tú)©»Terminada«

Capítulo Veinticinco

Vigésimo quinto corte.

Saliste de la habitación, ya que Liu te había pedido un baso de agua. Jeff aprovechó el rato libre y entró en la habitación.

-Jeff...- Liu le miró sorprendido, ya que después de lo que había pasado, no pensaba que se presentaría en la habitación.

-Liu. Voy a decirte un par de cosas- Jeff cogió a Liu del cuello de la camisa y lo hizo levantarse para luego aprisionarlo contra la pared -Ni se te ocurra tocarla.

-¿Eh?

-Ella es mía. No dejaré que te la quedes, ¿me has oído?- Liu miró a su hermano menor y sonrió.

-¿Estás celoso?- Preguntó Liu. Antes de que Jeff pudiera responder, apareciste con el baso de agua y él se hizo a un lado.

-Liu, no estas tan bien como para levantarte, siéntate- Le dijiste, Liu se sentó en la cama y tu te pusiste frente a él- toma tu baso de agua- Alargaste el brazo para dárselo, entonces te cogió del brazo y te hizo sentarte encima de él, acto seguido puso su mano izquierda en tu cadera impidiéndote escapar.

-Gracias.

-¡L-Liu!- Exclamaste tratando de alejarte. Jeff te cogió del brazo y te apartó de él a la fuerza.

-Déjala. No le gusta- Te soltó y salió de la habitación sin pronunciar otra palabra.

Te quedaste viendo como se iba, entonces escuchaste un quejido por parte de Liu.

-¿Ocurre algo, Liu?- Preguntaste preocupada.

-Oh, no, no. No es nada- Respondió. Te acercaste a él.

-En cualquier caso, tengo que cambiarte las vendas. Túmbate- Liu así lo hizo. Tú le retirarte la camiseta y ahí fue cuando te diste que tan de su trabajado torso.

-¿Qué?- Preguntó Liu. Sólo apartaste la mirada balbuceando un simple "Nada" mientras le quitabas las vendas para ponerle otras nuevas, aunque el rojo de tus mejillas te delataba. 

Después de ponerle las vendas, te alejarte un poco de él para dejar que se pusiera cómodo. Entonces agarraste el baso que ya estaba vacío y procediste a llevarlo abajo a la cocina.

Jeff, mientras tanto, se encontraba en el baño de la casa mirándose al espejo a través de la frase que había escrito en el espejo la noche en la que mató a sus padres y casi acaba con la vida de su hermano mayor, Liu.

Seguía lleno de furia. Las voces le decían que tenía que matar a Liu, que no debió dejar que te ocuparás en salvar su vida.

Miró su cuchillo, el cual sostenía en su mano derecha con el pulso muy tembloroso. Deslizó la hoja por sus dedos haciéndose un corte. La sangre le recordó a ti.

-¿Jeff?- Tu voz hizo que las voces pararan. Se volteó a verte, entonces te percataste de su herida en la mano -¿Cómo te has hecho eso?

Jeff se quedó en silencio aún sabiendo que esperabas una respuesta.

-Bueno, no importa, voy a curarte eso.

Le cogiste de la mano y le llevaste a una habitación donde empezaste a curar su herida. Jeff se te quedó mirando y sin dejarte terminar de curarle, te cogió de la cadera e hizo que los dos cayerais en la cama, tú sobre él.

-¡Jeff!- Gritaste, poniendo tus manos en su pecho para equilibrarte.

-¿Te molesta?- Te quedaste muda ante su pregunta. Claro que no te molestaba, pero te daba mucha vergüenza admitirlo -Entonces puedes irte con Liu- Jeff te alejó de él para ponerte en el suelo y dejarte ir.

-Jeff, ¿estás celoso?- Jeff te miró molesto. No quería admitirlo, pero así era.

-Pues claro que no, idiota. Si lo estuviera te diría que no te acercaras a mi hermano.

Soreírste y le diste un beso corto antes de desaparecer por la puerta.