Capítulo Veintiséis

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Vigésimo sexta prueba.

Así pasaron las semanas, semanas en las que Liu no dejaba de jugar contigo, pensabas que simplemente eran bromas, pero Jeff creía todo lo contrario, y cada día su paciencia se agotaba más.

Esa misma tarde, Liu te llamó para que le cogieras un baso de agua, ya que todavía no podía levantarse. Fuiste a la cocina y le llevaste el baso. Pero, cuando llegaste a la habitación, Liu te acorraló contra la pared y te hizo soltar el baso, el cual cayó al suelo rompiéndose en muchos pedazos.

El ruido alarmó a Jeff, quien se encontraba en la planta baja de la casa. Subió las escaleras y pasó a la habitación para encontrarse con Liu a punto de besarte. Aquello acabó con su paciencia y separó a Liu de ti para luego darle un puñetazo.

-¡Te advertí que no te acercaras a ella!- Sintió como le agarraste del brazo.

-¡Basta, Jeff!- Jeff te miró. A los ojos con una mirada que hizo que tu sangre se helara. Te cogió del brazo y te llevó a otra habitación, donde cerró la puerta tras de sí.

-¿Cuándo esperabas decirme que me abandonabas por mi hermano mayor, linda?

-¡Yo jamás haría algo así!- Proteataste.

-Mientes.

-¡No lo hago!

-¡Demuéstramelo!- Te quedaste quieta -¡Lo sabía!  ¿Cuándo pensabas esca...?- Le interrumpiste con un beso. Jeff intentó apartase de ti, pero dio un paso en falso y cayó sobre la cama contigo.

-Demostrado- Dijiste mientras te levantabas.

A Jeff se le pasó una idea por la cabeza. Una mala idea.

-No, no está demostrado- Con su mano te cogió del cuello de tu camisa y te volvió a poner en la cama, esta vez, él estaba sobre ti -La diversión acaba de empezar.

Jeff atacó tu boca de nuevo,  el beso se hizo más intenso cuando empezaste a sentir las frías manos del asesino recorrer cada centímetro de tu cuerpo, como si estuviera aprendiendo todo de ti. Tus brazos estaban enredados en su cuello y jugaban con su pelo, el cual caía sobre tu rostro y te hacía cosquillas. Jeff mordió tu labio y sus besos empezaron a bajar por tu cuello, mordiendo alguna que otra vez. Era demasiado para ti.

-J-Jeff... N-no...- Gemiste.

-Sssshhh...- Dijo él mirándote a pocos centímetros de tu rostro -Aún no iremos a dormir.

Jeff se separó de ti y se quitó la sudadera quedando en una camisa completamente negra de manga corta. Tu te quedaste sentada en la cama. Pero, entonces, Jeff se volvió a abalanzar sobre ti y te volvió a besar, para luego obligarte a caer sobre la cama otra vez.

(***)

A la mañana siguiente despertaste agotada. Apenas dormiste anoche, ya que Jeff te había quitado la virginidad. Te diste la vuelta para verle, estaba dormido con un antifaz tapando sus ojos. Te sentaste en la cama y cuando te ibas a levantar, algo te agarró del brazo y te hizo caer.

-Y...- La voz de Jeff te sorprendió -¿A dónde se supone que ibas...?

-¿E-eh? P-pues a da-darme una ducha...- Respondiste, recordando lo que pasó anoche. No podías evitar avergonzarte, ya que te dejaste llevar demasiado.

-¿Hm? ¿Sin mí?

-¿C-cómo?

-Pues eso- Jeff te miró de reojo -Anoche no eras tan vergonzosa... Tendré que arreglar eso- Jeff se relamió los labios y te cargó para salir de la habitación y dirigirse al cuarto de baño...

(***)

Jeff y tú salísteis de la ducha. Jeff te puso una toalla en la cabeza para que te secarás el pelo mientras tu cogías una toalla más grande para secarte el cuerpo.

Ya era oficial; eras suya y de nadie más.

Painted Smile (Jeff The Killer Y Tú)©»Terminada«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora