capítulo Diecisiete

7K 655 150
                                    

Decimoséptimo favor.

La gente, cuando ya se hizo tarde, empezaron a despejar el lugar. Sin embargo, tu te paraste a pensar: Ahora que el único familiar que te quedaba estaba muerto, te arrebatarían la casa, por lo que no tendrías donde vivir. las lágrimas empezaron a resbalar por tu rostro de nuevo. Entonces, el policía que había estado junto a ti todo el tiempo, se acercó a ti y con su dedo pulgar las secó. 

-No llores, por favor-Te volvió repetir el joven mientras seguía abrazándote. el calor de su cuerpo te recordó a Jeff, por lo que correspondiste el abrazo aferrándote a su chaleco con fuerza y rompiste a llorar mientras en tu mente rogabas al cielo que Jeff volviera.

-Maxwel- Un policía mucho más mayor que él le llamó la atención, el joven te dejó de abrazar por unos instante para ir a hablar con su superior. 

-La joven tendrá que ser desahuciada- El muchacho abrió los ojos al tope.

-Pero, ¿por qué?- Preguntó el chico.

-Simple: Sus padres han fallecido, y ya no le queda nadie más en la familia que pueda acogerla. Además, la casa no era suya, sino de sus padres. 

El joven policía te miró, aún desprendiendo lágrimas mientras bebías el chocolate que él te había llevado hace unas horas. Observó como empezó a hacer frío y te cubrías con la manta un poco más. Una idea pasó por la cabeza del muchacho.

-Entonces, yo puedo acogerla en mi casa- Dijo el chico. El policía le miró sorprendido para luego cambiar a una mirada de indiferencia. 

-Haz lo que quieras, muchacho. Tú y tus ideas locas...- El hombre se alejó, entonces el chico volvió contigo.

-Escucha, supongo que ya sabrás que no puedes quedarte más en la casa... -Asentiste lentamente -De modo que... Vendrás a vivir conmigo, a mi casa. 

 El joven sintió un abrazo por tu parte.

-Gracias, gracias...

El joven, algo sonrojado, acaricio la suave y oscura cabellera de la joven para calmarla, mientras que te decía que no era para tanto. 

Cuando finalmente se calmaron las cosas, acompañaste al chico a la estación de policías, donde pudo recoger sus cosas.

-Bueno, ya podemos irnos- Los dos caminásteis en dirección a su coche en silencio. Te sentías incómoda -Oh, no te dije mi nombre: me llamo Axel Maxwel- Tu también le dijiste tu nombre y apellido. Entonces entrasteis en el coche y por el camino estuvisteis hablando de todo un poco hasta llegar a su casa: Era un apartamento bastante pequeño que consistía en tres habitaciones. El baño, la cocina y la habitación. 

-Sé que no es lo más agradable del mundo, pero...- Resopló Axel rascando su nuca. 

-Está bien, de verdad- Dijiste. Él se dio media vuelta para mirarte -Te agradezco de verdad que hagas esto por mí...- Susurraste. Axel sonrió.

-Era lo menos que podía hacer como policía. Necesitabas ayuda.

Como no tenías hambre, no comiste nada, de modo que tocaba decidir dónde dormía cada quien, y tu estabas algo perdida. 

-Bien, tú puedes dormir en mi habitación, yo dormiré en el sofá- Dijo Axel con una sonrisa. No te sentías cómoda con esa ofrenda. 

-No quiero causarte molestias...- Susurraste. Aún así, Axel insistió, por lo que no te quedó más opción que aceptar dormir en su cama. Sin embargo, aquella noche no pudiste dormir. 

Painted Smile (Jeff The Killer Y Tú)©»Terminada«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora