Una Rubia Pesadilla

POR LOS DIOSES

Narra Percy

—¿Qué demonios le pasa a ese chico? —dije cuando Michael se fue de la casa.

—Nunca creí que se fuera a obsesionar tanto conmigo. —dijo Annabeth.

—Sera mejor que se marchen rápido antes de que regresen con más preguntas. —dijo el padre de Annabeth.

—No llegan aun los pegasos. —dijo Malcolm.

—Mi pobre Blackjack tendrá que volar hasta Nueva York. —dije paranoico.

—Percy, para eso existen. —dijo Annabeth.

Entonces de escucharon unas pezuñas golpear el piso de afuera. Cuando salimos, estaba Blackjack con sus amigos.

—«¡Jefe!» —gritaron al mismo tiempo.
Annabeth se despidió de su familia primero. Malcolm y yo nos despedimos cuando ella monto de Gido, después empezamos a volar por el país de los EE.UU en pegasos. Ya lo había hecho como veinte veces, para venir a ver a Annabeth.

Paramos varias veces a comprar comida no tan pesada, a tomar agua y para que los pegasos descansaran. El búho de Atenea hubiera sido muy útil, es mucho más rápido.

Llegamos a Nueva York como a las 2 de la mañana. Mamá nos abrió la puerta y nos entró muy rápido.

—Percy, Atenea no puso los cuartos para sus hijos. —dijo.

—¡¿Qué?! —gritamos los tres.

—Lo iba a hacer, pero Quiron decidió enviar a los demás de la profecía y a Nico.

Entonces salieron mis amigos, además de Calipso, que estaba con Leo tomándolo por el brazo, todos salieron de MI habitación.

—Hola. —nos dijeron todos.

—Van a darles una casa no muy lejos de aquí, con habitaciones para las parejas, menos para ti y para Annabeth, Anmabeth y Malcolm tienen cuartos propios, y tu también.

—Genial, ¿qué les paso a ustedes? —dije con preocupación.

—A Hazel le paso, la estaban buscando para... —Frank no podía terminar de decirlo.

—Entiendo. —dije. —Supongo que es mejor que estemos todos juntos para cuidarnos las espaldas.

—Es cierto. —dijo Leo.

—¿Donde dormiremos por hoy? —pregunto Piper.

—Vámonos ya. —sugerí.

Ellos regresaron a mi habitación por sus cosas, Malcolm fue a ayudarlos y quedamos mamá, Annabeth y yo.

—Percy, Penni sabe de Annabeth.

—¡¿Qué?! —dijimos al mismo tiempo.

—Dijo que te escucho hablando con ella por vídeo chat, no le dije que era tu novia, no le dije nada, pero debe de sospecharlo, quizás escucho un mensaje iris que le hiciste.

Ahora recordé el día que me hizo esas preguntas de si tenia novia.

—Y peor aun, tu padre me visito para preguntarme por Annabeth y el hecho de que se mudaría con nosotros, y ella vio su tridente, puede ver por la niebla.

Eso era aun peor todavía. Penni era una chica decidida, (pero Annabeth mas, maslinds, mas madura, mas inteligente, mas comprensiva, tiene mas destreza, es más linda, ¿ya dije linda?) no dejaría que algo que ella quiere, se vaya volando. Si he volado en mi vida, pero no literalmente con respecto a ella.

—Por los dioses. —dijo Annabeth.

Luego de eso, los chicos salieron con sus cosas, yo no tenia de que preocuparme, mi padre había vaciado mi habitación, solo estas mi cama, todo estaría en la casa nueva.

—Percy, cuida te. —me dijo mi madre.
—Lo haré mamá. —le dije, dándole un abrazo de despedida, luego hizo lo mismo con todos mis amigos, sip, esa es mi mamá.

Salimos como unos buenos niños y subimos a la camioneta, donde Argos estaba manejando. Cuando mamá aparato la vista de la ventana y Argos empezó a manejar, no pudimos evitar soltar gritos de cierta  felicidad, osea, viviríamos con nuestros amigos en una casa para nosotros solos, sin padres, eso era felicidad.

Llegamos a una casa de dos pisos. En el primer piso, había una sala con muebles rojos y una mesa de centro con fotos de nosotros, toda la casa tenia fotos de nosotros, en el campamento y con parejas y amigos. Un pasillo nos llevaba a la cocina, frente a esta estaba el comedor de 12 puestos. Frente a la cocina había una puerta transparente que se deslizaba, el patio era enorme, tenia una mesa de picnic y una piscina.

—¡Esta casa es genial! —dijo Leo.

Todos estábamos sin habla. Empezamos a subir las escaleras, el segundo piso tenia un balcón grande, era un pasillo con habitaciones con nombres de cada pareja, menos Percabeth por la madre aguafiestas de Annabeth.

Mi habitación era la de un adolescente normal, tenia una fuente de agua salada como la de mi cabaña, tenia fotos con Annaneth, Grover, Tyson, los demás, y una que casi me hace llorar. Era una foto con Beckendof, un verano antes de que muriera, tenia una nota de mi padre, decía:

“Nunca olvides que este héroe murió por salvarlos a todos, fue tu amigo y merece ser recordado”.

Solté una lágrima que limpie rápidamente. Baje con los demás que tenían hambre, Leo empezó a hacer deliciosas tacos.

—¿Cómo les pareció la habitación? —pregunto Calipso.

Todos dijimos que eran muí bonitas, pero yo, al igual que todos, estaba preocupado por mi novia, mis amigos y por mi, ¿cómo reaccionara Penni?

***

Esa noche no podía dormir. Estaba nervioso de lo que Penni le hiciera a Annabeth, o de qué diría Michael cuando se enterara de la verdad. Entonces alguien toco mi puerta, me levante para abrirla, sabiendo obvio quien era.

—Hola, sabía que estarías despierto  me quedare contigo sólo esta noche, porque después de todo yo tengo que ir mañana a la escuela también. —dijo entrando y tomando mi mano.

—Tu no estas muy diferente a mi.

—Lo se.

Nos acostamos en la cama y nos miramos a los ojos, quedamos en silencio, pero no incómodo, era un silencio relajante.

—Te amo. —dijo.

—Yo también, Annabeth. —dije dándole un beso en la frente.

Nos quedamos abrazados y poco después Morfeo hizo su trabajo y caímos en coma de lo cansados que estábamos.

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Este capítulo es corto, lamento eso, pero estoy de cumpleaños y tengo a mi familia acompañando me, entonces escribí temprano para no quedar mal.