Una Rubia Pesadilla

¿Ya llegamos?

Narra Percy

Ese viaje fue muy horrible, estuve apunto de matar a Michael en más de una ocasión y las Cazadoras no ayudaban. Nos quedamos una noche en Margarita porque el barco se quedo sin... ¿combustible? Malcolm y Kayla no dejaban de pelear y Mary estaba celosa.

Lo mejor de todo ese viaje fue cuando pude ver a la distancia al Campamento Mestizo. Por poco y lloro de felicidad.

-Al fin. -dijo Annie igual de exhausta.

-¿Ese es su campamento? -preguntó el idiota de Michael.

-Si, Campamento Mestizo, para hijos de semidioses griegos, no para mortales como ustedes. -le dije.

Él me miró con rabia, pero no le tenía ni un poco de miedo.

-Nos vamos directo al Olimpo. -dijo Frank.

Cuando bajamos, nos recibieron nuestros amigos y se sorprendieron al ver a los mortales.

-¿Quiénes son ellos? -preguntó Connor.

-¿Recuerdas el juego de Némesis, Fobos, Deimos y Eros? Ellos son sus juguetes favoritos. -le dije.

Caminamos hasta la casa grande, donde estaba Quirón, junto a la chimenea.

-Bienvenidos, hijos, ¿cómo les--

Se detuvo al ver a nuestros acompañantes.

-Tenemos que ir al Olimpo para hablar un poco con nuestros padres. -dijo Annabeth.

-Siento decirles que el Olimpo está cerrado, de nuevo.

-¡¿Qué?! -gritamos todos al mismo tiempo.

-No será reabierto hasta el solsticio de invierno. -nos dijo Quirón.

-¿Por qué? -preguntó Jason.

-Según me han informado, están discutiendo unos problemas relacionado con los romanos. -nos dijo Quirón.

-Reyna... Me ha dicho algo parecido, ¿qué crees que sea? -dijo Jason.

-No me han dado más información, héroes. -nos dijo Quirón.

Ahora estábamos preocupado, ¿qué habíamos hecho?

-Y... ¿esos mortales? -preguntó Quirón.

-Están obsesionado con nosotros y son más necios que una mula. -dijo Leo.

A Quirón no le gusto lo de "mula", pero ese no era el problema.

-Tendremos reunión de lideres esta tarde, por lo que se tienen que ir después. -nos dijo.

-¿Y ellos? -preguntó Piper señalando a los mortales.

-Creo... Que se deben quedar, pero los deben vigilar muy bien. -nos dijo.
-¡¿Pero --

-Sin perros, Annabeth. -nos dijo el profesor.

-¡Hades! -gritó Nico.

Salimos de la casa grande y no sabíamos que hacer con ellos.

-Nico, ¿me enseñas el campamento? -le preguntó Alison.

-¡Will, salva me de está loca! -gritó.

Nico y Will se fueron a deambular por el campamento y nos dejaron con ellos.

-Bien, ya no puedo más. -dijo Michael. -Tú y yo, un duelo con espadas.

¿Me estaba retando a un duelo con espadas? ¿A mí? ¿A Percy Jackson?

-No te conviene. -le dijo Annie.