CAPITULO ESPECIAL: DOBLE TRAICION

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Narra Penni

-Vamos, hagamos lo. -me dijo Edward.

-¡No! -dije algo molesta. -No estoy lista aun.

-Claro que lo estas, contigo lo quiero hacer, no te va a doler. -dijo tomando mi mano.

-Dije que no y espero que respetes mi decisión.

Ya estaba lo suficientemente molesta como para irme de su apartamento. Tome mi bolso y me fui sin escuchar sus lamentos.

Cuando llegue a mi casa llame a Sandra y le conté lo que paso con Edward.

-No me deja de pedir eso, quiere que lo hagamos y no me deja de presionar.

-Lo que yo te aconsejo amiga es que se lo des tu antes de que se lo de alguien mas.

-Pero el debe respetar mi decisión ¿verdad?

-Pues si, pero si lo quieres ¿qué mejor manera de demostrarle lo que sientes?

-No, no lo voy a hacer, aun no.

-Bueno, es tu decisión. Adiós, tengo que atender a una visita de la casa.

-Adiós. -yo fui la que colgó.

Si bien Sandra era mi mejor amiga, daba malos concejos. Sofi da mejores pero me cae mal, aun hací le digo que es mi mejor amiga. Sandra sabe como la trato a sus espaldas pero no me dice nada, ambas nos reímos de la pobre tonta.

Yo soy la mejor estudiante de todo el instituto, pero también tengo tiempo para amigas y novios. Cuando un chico me atrae, hago hasta lo imposible para que este conmigo. Nunca me han pedido sexo pero siempre hay una primera vez, y este es mi novio Edward.

Pienso un poco las cosas, algún día va a llegar un chico que me pedirá eso, y ahora me lo pide mi novio, que si bien es el mas popular también es el mas guapo. Decidí hablar con el sobre el tema, entonces tomo de nuevo mi bolso y salgo a su apartamento de nuevo.

Tengo una copia de las llaves, por lo que entro sin tocar la puerta. Cuando entro escucho unos fuertes gemidos y gritos de placer, por lo que camino hasta el cuarto de Edward, donde (como pensaba) estaba sobre una chica de piel bronceada y cabello negro. Suelto un grito de horror, en lo que ambos reaccionan y me prestan atención. Los ojos avellanas de la chica se conectan con los mios y entonces puede ver quien era.

-¿¡Sandra!? ¿¡Cómo pudieron hacerme esto!?

-¡Penni, no es lo que piensas!

-¿¡De verdad!? ¿¡Qué significa!?

Empiezo a llorar como loca y salgo corriendo del apartamento. Edward me alcanza y toma mi mano, yo me siento asqueada.

-¡Suelta me! ¡Cerdo!

-No entiendes, Sandra...

-¿¡Sandra, qué maldito infeliz!? ¿¡Te puso embrujo bocal?! ¡Como si eso fuera posible!

El me iba a decir algo, pero soltó mi mano y yo corrí por las escaleras asta que llegue a la calle. Corrí hasta mi casa y me tire en la cama a llorar como si mi vida de eso dependiera. Sufrí una infidelidad desde hacia tiempo y hasta ahora me doy cuenta. Llame a la inútil de Sofi para que sirviera en algo.

-Necesito que vengas. -dije llorando.

-¿Ahora? Estoy cuidando a mi hermana.

-¡Claro que si, ahora, no me importa con quien la dejes, solo ven que te necesito!

-Ok, ya voy, no me tardo.

Como quince minutos después se le ocurrió aparecer a la tortuga de Sofi. Ella dejo a su hermana con mi vecina y le conté todo lo que paso.

-Conque eso era. -dijo.

-¿A que te refieres?

-¿Recuerdas que te dije que Sandra actuaba extraño?

-Si, creí que seria algo hormonal.

-Pues no, era esto.

-Como fui tan ciega.

-No es tu culpa. -dijo rodeando mis hombros.

-¡Claro que no lo es!

Mire por la ventana y mire la ciudad. Sofi se quedó a mi lado, mirando el horizonte. Mire a la autopista y vi una mujer-serpiente.

-¡Mis píldoras! ¡Trae las!

Ella hizo lo que le pedí y bebí como tres píldoras. Siempre he tenido estas visiones, desde que nací. Cuando era pequeña, un perro enorme, con ojos rojos estaba en el parque, pero nadie parecía notarlo.

-¿Le digo a los demás? -me pregunto Sofi.

-A Michael y Jimmi, supongo que Sandra se encargara de todo el instituto.

Ella me pregunto que si quería algo de comer, yo le dije que podía darme los deliciosos panecillos de su madre y un poco de chocolate caliente.

Cuando ella bajo por lo que le pedí, recibí una llamada de Edward. Solo la recibí para ver que decía.

-Mira, no quiero que terminemos, eso que paso, no lo disfrute, ella me tentó, yo solo- colgué la llamada y empecé a llorar de nuevo.

No lo disfrute. Esas eran las palabras de mi novio con respecto a la doble traición que sufrí a manos de el y de mi mejor amiga.


Una Rubia Pesadilla Donde viven las historias. Descúbrelo ahora