UNA ENTRE PLAYBOYS

Capítulo 38

Daniela

Han pasado dos minutos y aquí seguimos en completo silencio, viendo como los chicos matan con la mirada a Eric.
Hay si las miradas matasen....
- Que haceis aquí? - digo lo más amable y simpática que me sale.
- Estábamos en clase como desquiciados sin saber donde estabas. - Brandon hace una pausa. - Salgo para ir a buscarte y ¿donde encuentro a mi novia? A si, debajo del cuerpo de un tío.
Por su forma de hablar casi me entra la risa, y se que a Eric también si no fuera porque le echo una pequeña mirada.
Si se ríe ahora lo damos por muerto.
- Nos vamos? - Dice Brandon después de unos segundos.
- Voy con Eric.
Vale, no quería decirlo así, me esta dando miedo la cara de esos cuatro, mucho miedo.
- Porque? - Salta Brandon.
Que alguien me de paciencia, porque si no los cojo a los cuatro y los mato.
- Voy a su casa.
Vale, hoy no salgo viva de aquí.
- Porque?
Brandon callate o tu hermoso rostro será golpeado.
- Me va ayudar a estudiar.
No ha sonado nada convincente...
- No compartís ninguna clase. - salta Noah.
- Me va ayudar con los deberes.
Brandon no dice nada más, ni siquiera se despide.

Una vez el coche de Eric puedo volver a cojer aire.
- Puedes dejarme en el centro comerical? No quiero volver a casa, no con esos cuatro así. - Digo una vez esta sentado en el asiento del conductor.
- Ven a mi casa. A mi madre le encantará verte.
La srta. Tomson siempre me ha tenido cariño, ella siempre me decía lo feliz que era al verme con su hijo, y bueno yo también era feliz.

Estoy entrando en casa de Eric cuando una olor me invade, vainilla.
Sonrío.
Mi olor favorito es la vainilla, y no me acordaba de esto.
La casa de Eric siempre olía a vainilla.
Sonrío por ese pequeño recuerdo.
- ¡Mamá! Ya estoy aquí. Te traigo una invitada.
Su madre asoma la cabeza por la cocina y me ve.
Se le ilumina el rostro y siento que a mi también.
Se acerca a mi y me estruja entre sus brazos.
- Pequeña. No sabes la de veces que me e acordado de ti. - Dice separandose de mi.

Nos sentamos en el salón y a los 10 minutos Mónica se levanta.
- Debo irme a trabajar.
Se despide con dos besos y se va.
La señorita Tomson, o Mónica, trabaja en un hospital gran parte del día, incluso de la noche, así que tampoco es de sorpresa que pase tanto tiempo fuera de casa.
- Comemos? - Me dice Eric después de que su madre haya cerrado la puerta de casa.
- Claro.

Estoy en la habitación de Eric después de aver comido.
Me tumbó en su cama y él hace lo mismo a mi lado.
- Porque no has querido ir a tu casa? - Dice cortando el silencio.
- Porque se que si hubiera ido hacia allí me iban a llenar de preguntar, y prefiero que se calmen las cosas, se le pase en enfado y luego ya hablaremos. Aunque tampoco me apetece discutir con él por esto. - Hago una pausa y continuó. - Eres mi amigo, él debería entenderlo, no debería ponerse así cada vez que me ve contigo, no debería sentir que eres una amenaza.
- Y si él te pide que me apartes? - Dice suspirando.
- No lo haría, eres un apoyo incondicional en mi vida, he perdido a gente que para mi lo significaba todo, no voy a perder a la única persona que me queda y a la única que se ha preocupado por mi durante casi todo lo que llevo de vida.
Le miró y le sonrió, y el hace lo mismo.
Nos pasamos una hora hablando sobre que haremos este fin de semana, y mis planes se reducen a dormir y ordenar mi habitación.
Él tampoco tiene planes así que le propongo pasar el sábado juntos.
Los chicos se irán de fiesta esta noche, lo más seguro, así que mañana no querrán hacer nada más que descansar.
- Puedes venir a casa o si prefieres podemos ir a alguna parte. - Le digo.
- Tu casa me parece bien. Además puedo ayudarte acabar el "mural" de fotos.

Me pongo roja solo de recordarlo. El día que empecé a colocar las fotos me pillo con una foto suya, la que ahora es la primera foto colocada en ese "mural" de mi pared.