Capítulo 12

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*Dylan*

Estas últimas semanas han sido completamente desastrosas para mí, extraño tanto a Charlotte, realmente la necesito.

Ha pasado una semana desde su cumpleaños y no me ha respondido la carta, quizás Ryan la escondió, conociéndolo como lo conozco sé que es capaz de eso y más, pero aun así lo quiero... creo que eso es evidente.

Sonó el teléfono, supuse quien era.

- ¿Aló, Dylan? - Dijo la voz gruesa del otro lado de la línea.

-Sí, ¿Qué pasa?

-Necesito que estés en la compañía en una hora, aquí te espero.

-Claro, allí estaré.

Ahora sólo sonaba ese pitido estresante.

Me senté en la cama y analicé mi situación. Realmente quiero dejar ese "trabajo" el cargo de conciencia es tan grande, sufro de insomnio casi todas las noches, la depresión llega a mí de la nada, como un fantasma el cual se apodera de mí y me desgarra el alma.

Me levanto y me dirijo lentamente hacia el baño, abro la ducha y veo como caen las gotas en la bañera, me alejo un poco y me siento en el retrete.

¿Qué hubiese pasado si yo no hubiese estado esa tarde allí? De no ser así, ¿tendría otro presente? Solo sé que han pasado más de diez años y aún no me arrepiento de haberle dicho aquellas palabras a mi hermano: "Ve a lavar tus manos, yo me encargo". El solo tenía 7 años, no podía dejar que eso pasará, el solo se defendía, el solo quería ser escuchado. Pero a veces prefiero haber ido a la cárcel a estar cumpliendo las ordenes de ese bastardo

Tristemente a pesar de tanto tiempo, él tiene todo el poder en mí.

**********

Era una hermosa tarde de otoño, mi estación favorita... en ese entonces. Llegué a mi casa lo más rápido que pude, era uno de los días más felices de mi vida, había sido aceptado en la universidad después de tanto insistir, mi sueño de ser abogado se estaba cumpliendo. Tristemente todo rastro de alegría desapareció cuando vi la cara de preocupación de mis padres, Ryan había desaparecido, mis padres me dijeron que me quedara en casa, pero yo sabía que no podía, yo estaba a cargo de él, era mi hermano menor y lo cuidaría con mi vida.

Salí de nuevo en la bicicleta en busca de mi hermano, le pregunté a un par de chicos y me dijeron que lo habían visto camino al bosque, pedalee lo más rápido que pude hasta llegar al bosque cerca de la escuela de Ryan. Estaba tan nervioso y preocupado, corrí rápidamente en dirección al bosque, pasaron alrededor de 5 minutos cuando escuché unos sollozos, paré en seco y me dirigía poco a poco en busca del sonido.

- ¿Ryan?, ¿Estás aquí? - Pronuncié con cautela.

Los sollozos se hacían más fuerte hasta que encontré a mi hermano de rodillas llorando frente a un cuerpo pequeño lleno de sangre, me quedé petrificado, pero sin pensarlo corrí abrazar a mi hermano.

-Yo...Dylan...el ...me quería tocar - Dijo entre sollozos.

Mire el cuerpo y era un niño un poco más grande que él, tendría unos 10 años tal vez.

-Ryan, mírame - Le dije con mis manos en su rostro- Tu sólo intentabas defenderte. ¿Con que lo hiciste?

-Con una navaja que él tenía, logré quitársela y ... solo lo hice - dijo con voz notablemente nerviosa - Lo maté Dylan, lo maté -pronunció llorando en mi pecho.

-Todo estará bien - Dije acariciando su cabello.

La mentira dulce más utilizada.

Pasado dos minutos abrazados y llorando escuche unas sirenas que se acercaban más al lugar, mi nerviosismo incremento y mucho más cuando el sonido se detuvo.

-Ryan dime donde dejaste la navaja- dije mirando sus cristalinos ojos azules.

-Allí - con sus dedos me tembloroso me señaló el arma homicida.

Toque delicadamente la navaja y mire el cuerpo que yacía en frente de mis ojos.

-Ryan escúchame, necesito que te vayas por ese lado del bosque- Dije señalándole un atajo para llegar a un estanque- sigue derecho por allí y te encontrarás con un estanque, usualmente allí es donde beben los caballos de la granja.

Me miró asustado por los pasos que se aproximaban a nosotros

-Ve a lavar tus manos, yo me encargo. Solo necesito que te tranquilices para luego ir a casa, le dirás a papá y mamá que te perdiste y que nunca me viste si te llegan a preguntar dónde estoy, actúa lo más normal que puedas.

Los pasos estaban a menos de 7 metros.

-Te prometo que no pasará nada, te quiero y cuídate.

Le di un beso en su frente sudorosa y deje que corriera, vi cómo se alejaba con su mochila justo por el camino que le señalé, agarré la navaja esparcí un poco de sangre en mis manos y suspire profundo.

-Wow, calmado- Era obvio que era un policía - Mírame a los ojos hijo.

Le miré y bajo su arma lentamente.

- ¿Sabes qué este niño está perdido? Lo estoy buscando y me encuentro con esto.

Parecía tan calmado que me perturbaba ¿Qué quería?

- ¿Qué edad tienes hijo? - Se agachó a mi altura

-20, señor - Respondí resignado.

-Muy joven ¿Por qué lo hiciste?

-Molestaba a mi hermano y no había tenido un buen día.

- ¿Y ya?, ¿Lo mataste?

-Cómo puede ver.

-Dame tu nombre - Sacó una libreta y un bolígrafo.

-Dylan McCartney.

Miré de reojo la libreta y vi que no había anotado nada.

- ¿McCartney? ¿Eres el hijo mayor de la familia que vive a un par de cuadras?

-Así es, señor.

Miró a los alrededores y luego me miró cuidadosamente.

-Ve hijo, eres un miembro muy importante de una de las familias más importante de la ciudad, todos sabemos que tu padre es el vicepresidente de una de las grandes empresas del estado y supongo que no querrás que el respeto que le tienen y el poder de su apellido se vaya por un acantilado así porque sí.

¿Así porque sí? Acabo de "asesinar" a alguien.

-Creo que el apellido será lo de menos, señor.

- Vamos hacer algo, cavaremos una tumba para este chico, y para mantener limpio tu apellido yo nunca vi nada. Eso sí, tienes que ir mañana al parque Lynn a las 5 de la mañana para hablar mejor de esto - Volvió a mirar a sus alrededores para pronunciar en voz baja - sólo te diré que, si no vas, tú serás un asesino y tu hermano un cómplice y supongo que no quieres eso.

Me miró desafiante y luego se levantó poco a poco

-Después de esto creo que le tendré que decir a una madre que su hijo a penas reportado desaparecido, hoy tristemente no fue encontrado.

Me miró cómplice y luego empezamos a excavar, en ese momento no sabía que aparte de la tumba de ese chico también excavaba la mía propia.

**********

El agua se desbordó de la bañera.

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