Capítulo 27

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*Charlotte*

-Mami, quiero tener un hermano.

Le dediqué una sonrisa acordándome de la hija que nunca tuve.

-Creo que mamá no lo quiere - Le respondió Dylan

-Es solo que ya pasó el tiempo, mi amor.

-Oh, está bien. Creo que a veces es mejor porque no tengo que compartir mis carritos con alguien.

-Jajaja, no seas tan egoísta - Le dijo Dylan mientras acariciaba su cabello.

-Está bien, papá.

-Ya coman, los dos - les dije a ambos mientras ingería un pedazo de carne a mi boca, los observé en la mesa y sonreí. Cualquiera diría que somos una hermosa familia feliz.

Al pasar del tiempo Dylan consiguió un nuevo trabajo olvidándose de Ryan. Había estado más de buen humor, últimamente se quedaba mucho a trabajar de noche, empezaba a creer que me estaba engañando, pero, a fin de cuentas, se puede decir que ambos nos engañamos.

-Amor hoy regresare tarde, tengo mucho trabajo.

-Está bien - Le sonreí y le di un beso en la comisura de sus labios

-No, no. Si me quieres dar un beso dámelo bien - Me tomó de la cintura y me acercó a él, unió nuestros labios en un apasionado beso y me soltó - ¿Ves? Eso es un beso - Ambos sonreímos y se fue.

-Mami - Daniel interrumpió mis pensamientos - De regalo de cumpleaños quiero un hermanito

-Ya te dije que no, Daniel.

-Ahg, está bien.

*Dylan*

-Por fin llegaste - Me dijo Katherine sobre mi escritorio - Ya te extrañaba.

-Y yo a ti preciosa - Le dije y empecé acariciar su cuerpo.

- ¿Crees tu esposa sepa esto? - Me dijo entre gemidos

-Lo supongo, no creo que sea tan estúpida.

-Oh, si - Me susurró - Sigue así.

Mis manos recorrieron todo su cuerpo y de nuevo, como todas las noches los viernes lo hicimos sobre la mesa.

-Dios mío, Dylan. Eres todo un tigre - Me dijo mientras se abotonaba loa camisa

-Gracias, dulzura.

- ¿No piensas dejarla?

-No y lo sabes perfectamente. Esto es... pasajero, yo estoy casado y tú tienes novio. Jamás dejaría a mi esposa por algo tan... sencillo como tener sexo.

-Pensé que hacíamos el amor...

-Yo no te amo - La interrumpí - Lo que hacemos no es hacer el amor, son sencillas ganas de hacer lo prohibido.

-Oh, claro...

-Ahora termínate de vestir para llevarte a tu casa.

Katherine término de vestirse y la lleve a su casa.

-Gracias Sr. McCartney - Me dijo saliendo de mi auto.

-De nada, Srta. Smith

Vi como abría la puerta de su casa y desaparecía en ella. Conduje de vuelta a mi casa y pensé que estaba mal lo que estaba haciendo con ella, engañe a Charlotte, pero yo ni siquiera amaba a Katherine. Llegué a mi casa y abrí la puerta cuidadosamente, me quité los zapatos y me dirigí al cuarto de Daniel. Su cuarto había cambiado, ya tenía su propia cama, estaba llenos de diferentes pelotas y muchos autos. Le di un beso en su frente y salí cerrando cuidadosamente la puerta, luego me dirigí a mi habitación y vi a Charlotte dormida. Retiré poco a poco mis prendas sin hacer ruido y cuando había quedado solo con ropa interior me sumergí en las sábanas, me acomodé y pasé mi mano sobre la cintura de Charlotte.

-Espero que ella te haya dado lo que yo te hubiese dado esta noche.

-Charlotte...

-A la próxima al menos encárgate de no dejar su olor en tu ropa.

-Te amo.

-Y yo a ti.

*Charlotte*

Me levanté temprano, fui al baño e hice mis necesidades. Hoy Daniel cumple 6 años, recogí la ropa tirada en el suelo y vi en la camisa de Dylan un labial rojo, sabía que tenía algo con esa secretaria... toda la ropa la metí en una cesta y luego fui al cuarto de Daniel a realizar el mismo proceso, metí todo en la lavadora y empecé hacer la torta de Daniel.

La hice con toda la paciencia ya que me había levantado temprano, sonría a cada instante, no podía creer que hace 6 años salí embarazada y que solo faltaban 3 años para volver a ver a Ryan. Después de meter el pastel al horno sentí una mano rodear ni cintura.

-Buenos días.

-Buenos días - Le respondí secamente.

-Perdón por lo de ayer...

-Ya lo sospechaba, tu sólo lo confirmaste.

-Igual tu creo que me engañaste, el año pasado, con tu estúpida excusa de "conocí a una amiga" - empezó a reírse y sentí su mal aliento - Tú no tienes amigas, Charlotte.

-Ve a cepillarte, por favor.

- ¿Huelo mal? - Me susurró a propósito

-Por favor.

-Está bien.

-Gracias.

Sentí como sus manos se separaban de mi cuerpo y escuché sus pasos alejarse. A veces le tenía cierto miedo a Dylan... sentía que alguna noche me podría hacer lo que esa noche le hizo a ella...

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