–Taehyung, te buscan. –
Le dijo el dueño al menor, guiñándole el ojo de manera cómplice mientras regresaba a su labor, minutos antes siendo interrumpido por un joven que tocaba la puerta. Ya que Taehyung no podía acudir, estaba podando las flores blancas, pedido para una boda.
Taehyung captó el mensaje por parte de Jin, dejando las tijeras casi botadas al correr al encuentro de ese alguien.
–¡Cuidado! – gritó divertido, Jin, al ver como Taehyung casi se cae por esquivar los cientos de maseteros en el piso de la florería.
–Perdón, perdón...– decía Taehyung segundos después cogiendo el pomo de la puerta para abrirlo y aventarse a los brazos de su chico. Había regresado.
Hoseok se tambaleó hacia atrás debido al impulsivo de su novio, teniendo que darse soporte con un pie hacia atrás. –¿Todo salió bien? – preguntó rápido Taehyung a Hoseok, aun en sus brazos esperando desesperadamente por esa respuesta.
–Sí, tae. Todo está bien. – afirmó Hoseok, deslizando su mano por toda la espalda del menor. El castaño sonrió, pues ya no había impedimentos para besar a su novio. Logrando llevarlo a cabo cuando Hoseok fue el primero en chocar sus labios. Taehyung ya no tendría remordimientos si algo mal hubiese sucedido en el viaje del pelinegro.
–Taehyung. – canturreaba Jin desde adentro, pues este se demoraba en entrar. El castaño gruñendo mientras seguía besándose con Hoseok, causando una pequeña risa en el mayor. Teniendo que separarse para luego volverse a abrazarse. Se habían extrañado a horrores.
–¿Pasas? – le medio preguntó Taehyung a Hoseok, cogiéndole de ambas manos. Con los ojos de cachorro que ponía en menor, Hoseok como podía negarse.
–Vale. – aceptó alegremente. Taehyung dando un brinco y jalando de este hacia dentro. Logrando cerrar la puerta y guiarlo hasta donde minutos antes se ubicaba.
–Hola de nuevo. – saludó Hoseok a Jin, este asintiendo ante su saludo amistosamente y siguiendo con su trabajo.
–Ven. – le susurró Taehyung al mayor mientras lo colocaba tras de él y le hacía cruzar sus brazos por encima de su cintura. –Necesito tu apoyo moral. – le dijo, mientras volvía a coger las tijeras para podar las flores.
Hoseok sonrió satisfecho por tenerlo entre sus brazos. –Creo que lo hacías bien minutos antes de que llegara. – le musitó, haciéndole ver todas las masetas con flores blancas bien podadas y listas para entregar.
–Se me acabó la pila. – simplemente dijo Taehyung, haciendo que Hoseok riera, teniendo que esconder su rostro en la cabellera del menor.
Taehyung estaba feliz por estar con Hoseok mientras trabajaba, en ocasiones suspirando por los pequeños besos que dejaba el mayor sobre su nuca, meciéndolo al ritmo de alguna música lenta en su cabeza.