Lo había previsto, cuando Taehyung besaba su cuerpo, lo sintió, imaginándose lo que actualmente tenía el menor en su rostro.
Taehyung respiraba pesado, con su boca entre abierta para poder absorber la mayor cantidad de oxígeno, su vista clavada en el pecho del otro, imposibilitado de levantar la cabeza ya que el mentón de Hoseok presionaba este.
Por más que intentaba recrearse el cómo lograron hacerle eso a su novio, no pudo. Hoseok no encontraba elementos necesarios para que le cortaran los laterales. Si bien ahora estaba cicatrizado y solo se veían lo que la costura dejó, tampoco pudo recrearse el cómo tuvo Taehyung el valor para sanarse por sí solo. Sabía que se había ido del hospital cuando ni siquiera sus heridas habían cerrado, sabía que no tuvo los implementos necesarios para curarse en casa al encontrar papeles con sangre en el basurero de su baño. Taehyung no tenía nada y aun así estaba frente a él, en sus brazos y siguiendo con su vida, intentando a que todo volviera como antes.
Que volvieran a su rutina de pareja, que Hoseok le levantase para que vaya a trabajar, tirándole de almohadas, no le importaba, es más, extrañaba el que le tomara de su tobillo y lo jalase hasta hacerle caer de pompas, amenazándolo con no darle su beso de despedida.
Taehyung sonrió.
Justo ahora, sin darse cuenta ya se estaba tranquilizando, al imaginar las posibilidades de aquí en adelante, comparando su pasado con el será. Preguntándose cuáles serían las primeras palabras de Hoseok para con él, ya viéndole de frente. Su corazón anticipaba cosas positivas en comparación con los ojos de miedo que vio en Jin. En ese momento se sintió horrible, un monstruo, por eso no quería volver a verlo así este les hubiera ayudado cuando estuvieron hospitalizados. Ni siquiera veía alguna posibilidad de regresar a trabajar a la florería, ya no más. Ahora tenía que cuidar de su novio, de que se recuperara y formaran una nueva rutina en sus vidas.
La mano de Taehyung ya había ascendido hacia el pecho del mayor, haciendo figuras irregulares sobre su tela sin percatarse de qué exactamente dibujaba.
Hoseok soltó un suspiro y Taehyung volvió a sonreír aún más. Hoseok no lo rechazaba, lo tenía entre sus brazos, lo apegaba junto a él justo en esos momentos, incluso le dejaba caricias en su espalda. Definitivamente Hoseok era el mejor novio que pudo tener y el único.
Sus cicatrices no le importaban, que estuviera curtido no le afectaba... eso quería creer.
Su corazón ya no daba para pensamientos negativos.
Si hace minutos sus ojos estuvieron a punto de soltar miles de lágrimas, ahora casi ni se abrían por la gran sonrisa del menor.