Capítulo 22: Efecto Mariposa

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–Será mejor si dejamos todo en el cuarto. Ya para cuando regresemos podemos tirar la colcha. –

–Está bien. –

Taehyung dejó las dos cajas que tenía entre manos y las llevó donde su novio le había indicado. Hoseok por su lado regresó a la entrada de su nueva casa y tomó el último empaque grande para dejarlo solo en la entrada, debido al ajetreo de la mudanza le quedaba pocas energías.

–Ya está. – le avisó Taehyung yendo hacia él para ayudarlo a acomodar el empaque a la pared.

–Puedes ir alistándote, yo me lavaré y salimos. – le avisó mientras se limpiaba las manos empolvoradas.

–Estoy bien, solo me lavo y ya. –

–Vale. –

Ambos fueron al fregadero de su nueva cocina y se lavaron, alistándose mínimamente. Tenían planeado salir y dar un vistazo a la zona. Además de que su familia tenía que crecer desde ahora.

Taehyung fue por una máscara limpia y acompañó a Hoseok en su nueva travesía. Tenían un sendero largo que caminar, se podía ver las casas de los vecinos a lo lejos y tal vez eso era favorable para ellos.

Ambos miraban a cada segundo su alrededor, un camino de pequeñas piedras, el sol en su medio día y un aire refrescante. Sonidos de aves posadas en los árboles más al fondo donde se podían apreciar dichas plantas. Unas cuantas flores silvestres a la orilla del camino. El viento mecía las copas de los árboles y sintieron ambos que por fin estaban en el lugar donde siempre debieron estar.

–Hola. – saludaron ambos a la primera casa que cruzaban, nadie les respondió y se rieron como si fueran niños traviesos. Solo el ladrido de un perro dentro de la casa les hizo saltar un poco.

–Tenemos que conseguir a nuestros perros. – dijo Taehyung a Hoseok.

–Y los vamos a tener, solo que no sé si alguien los vende por aquí. – dijo de forma pensativa.

–Podemos tomarlos, digo, si están en las calles. Podemos adoptarlos. – mencionó Taehyung al ver la mirada acusatoria del otro.

–Si es así, claro pero no tomaremos los animales que ya tienen dueño. –

Taehyung asintió y siguieron caminando.

–¿Hacia dónde vamos exactamente? – preguntó después de un rato.

–No lo sé. –

Hoseok miró a Taehyung y ambos rieron. –Solo sigamos el sendero a ver hacia dónde nos lleva. Según el mapa varios comercios estaban no muy lejos de aquí. Además que tengo que ir a buscar empleo. –

–Cierto ¿De qué vas a trabajar? Yo también quiero. –

–No vas a poder trabajar Taehyung. – negó el mayor.

–¿Por qué? –

–Si lo haces, ¿Quién cuidaría de los perros que vamos a tener? ¿Hm? Serán como nuestros hijos y alguien tiene que cuidarlos. –

–¿Me vas a echar la carga? Tú también tienes que cuidarlos. – le acusó Taehyung.

–Los fines de semana. –

–Pero me aburriré. – se enrabietó el menor, parándose a medio camino. Hoseok halándole del brazo para que no parara.

–No lo harás, verás que ellos te distraerán. Además puedes aprovechar el bosque que hay a los alrededores, puedes salir a correr con ellos. Hacerles jugar, muchas cosas. –

Taehyung bufó, virando su mirada hacia el bosque lejano. Tal vez no fuese mala idea salir a correr en las mañanas con sus futuros hijos, se decía. Tal vez y podría encontrar algo interesante que hacer.

*

Un tiempo razonable había pasado, y Hoseok y Taehyung habían construido una pequeña rutina.

Hoseok al inicio encontró un trabajo de limpiador por las noches puesto que no había mayor necesidad de empleo por esos lugares. Luego de unas semanas un joven amigo; que se hizo en aquel local, le avisó que necesitaban de urgencia a un operario en una mecánica, y como le había contado sobre su anterior experiencia laboral pues había pensado en él.

Así, ahora Hoseok trabajaba en un horario habitual como ayudante de un mecánico al paso.

Con Taehyung la cosa era distinta.

Cuando su novio aun trabajaba por las noches, ellos salían por las mañanas e iban en busca de perros solitarios que deambulaban por la zona. Al comienzo solo encontraron uno, un labrador muy sucio e hiperactivo, tenía el tamaño de un perro adulto, así que le llamaron veterano.

Veterano, muy pronto se unió a esa pequeña familia. Al llevarlo a casa lo bañaron e hicieron una placa artesanal de madera, ayudado con una cinta delgada para colgarlo en su cuello. El can no hacía caso a las órdenes de sentado o rueda por el piso, pero lo que si hacía era seguir a Taehyung hacia donde quiera que vaya, incluso dormía al lado de la cama de ambos por las noches y al siguiente día seguía a Taehyung hasta la cocina a la espera de su comida. Taehyung se había ganado el cariño de Veterano muy rápido.

Luego vino Anne, otro labrador que adoptaron rápidamente y no es que fueron a buscarla, sino que un día ella apareció en el patio trasero de su casa jugando con Veterano. Taehyung al darse cuenta de que era hembra, inmediatamente la aseó y encerró a los dos perros en su cuarto para que copularan, así tendrían nueva descendencia. Más nada ocurrió puesto que Anne no estaba en celo, y Veterano solo jugaba con ella.

Pronto Hoseok tuvo otro trabajo donde ya no iba a estar en casa por las mañanas y parte de las tardes, así que como había hecho con Veterano, Taehyung empezó a pasear a sus dos perros por un sendero marcado por él mismo, en el bosque.

*

Ya era de noche y ambos jóvenes estaban conversando en su lecho. Después de un día agotador, Hoseok le comentaba a Taehyung sobre las posibilidades de que se hiciera una pequeña reunión en su casa por su cumpleaños.

–Dirás que tienes una alergia y que por eso no podrás quitarte la máscara. –

–Eso lo entiendo, pero no sería más fácil que fueras a una disco. –

–Ya te dije que no quiero dejarte, ni llevarte a esos lugares ya que el más cerca está muy cerca de la ciudad. Y ni loco te llevo ahí. –

Taehyung suspiró y asintió, no le gustaba aún que viniera gente a su casa. Es más, nadie había entrado en esta aparte de ellos dos. Taehyung no era muy sociable porque de frente le preguntaban ¿Y la máscara? Y le era incómodo inventarles miles de escusas pareciendo que nunca se conformaban. Por eso, casi nadie de la zona conocía a Taehyung o sabía exactamente quién era. Por eso Hoseok quería presentar al menor como su pareja entre los pocos amigos que hizo durante este tiempo. Él siempre les decía que tenía pareja pero no le creían puesto que no le veían con esa persona.

–Podremos acoplarnos, ya lo verás. – le dijo Hoseok luego de unos segundos de silencio. Estirando su brazo para atraer al menor y que se echara en su encima.

Taehyung le siguió el juego y pronto ya lo tenía devorando sus labios, moviendo sus cuerpos en pequeños vaivenes que les comenzaba a dar placer.

Ambos gimieron, empezando a mover la cama y el gruñido de uno de los perros les hizo detenerse.

–Saca a los perros. –

Taehyung asintió y se paró rápidamente, sintiendo un bulto crecer entre sus piernas. Aplaudió y logró sacar a los dos perros hacia su sala, verificando que la puerta para perros de su puerta trasera estuviera cerrada. Los dejó que se acomodaran donde quisieran y pronto regresó a su cuarto, a pesar de que no había luces encendidas, pudo divisar a Hoseok sin ropa sobre su cama.

Taehyung se mordió el labio inferior y reprimió un gemido, logrando cerrar la puerta tras de él y poner el seguro.




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