La cadera de Taehyung se movía como nunca antes había imaginado. Solo en sus fantasías lo había hecho pero la sensación era mil veces más placentera, al menos para el menor.
Que ciego de placer, no paraba de penetrar a su novio, su respiración era muy pesada debido a la máscara que cubría su rostro. Un brazo tenía una pierna de Hoseok levantada por sobre su hombro y la otra sobre su cadera, ayudándole en permanecer en el mismo sitio pues Hoseok parecía perder el conocimiento en cualquier momento.
Su boca entreabierta, sonidos lastimeros y sus ojos empañados con algunas lágrimas, así estaba Hoseok. Su mano hábil apretujando la almohada y la otra posando sobre su torso vendado, esperando a que Taehyung acabara.
Sentía su interior húmedo y no era por ningún lubricante ni eyaculación pues Taehyung seguía ardiendo por dentro, entonces razonó que era sangre acumulándose, el ardor y viscosidad le hacía respaldar esa idea.
Pero que más podía hacer, si la expresión de Taehyung y verlo satisfecho luego de que este le embistiera con más fuerza y agilidad, le hizo ver en sus ojos y escuchar de su boca tal excitación, y liberación de un orgasmo acumulado.
Con la sensibilidad aún en sus cuerpos Hoseok recordó como habían llegado a esto.
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La negatividad de Hoseok por seguir con la masturbación en el miembro de Taehyung hizo que este le reclamara, aduciendo que ya no lo quería o que de verdad lo había visto mientras dormía. Una revuelta iba a surgir en ese cuarto mientras los segundos pasaban pues Taehyung empezaba a creer la primera idea que se le cruzó por la cabeza.
–Me viste. –le acusó Taehyung empezando a retroceder hacia la puerta.
–No, yo no hice nada. –
Hoseok intentó erguirse sobre la cama y tratar de controlarlo.
–Me rechazaste, cómo quieres que te crea. Me viste, no hay otra justificación para que no me toques. Te doy asco, te doy asco...– repetía Taehyung, su pecho agitándose, no sabiendo que hacer con su cuerpo, solo quería ya no sentir nada pues su rechazo le dolía más que la herida en su rostro.
–Estás equivocado. No me gusta que te ocultes de mí y a pesar de eso he respetado tu decisión. – habló Hoseok claro y con autoridad mientras trataba de encaminarse hacia su novio. Este acorralándose en la puerta, tapándose la cara con ambas manos, como si no tuviera la máscara puesta. –Y en vez de pensar solo en ti, porque también no lo haces por mí. –