El sonido de una puerta cerrándose hizo a Hoseok despertarse, él no sabría decir si aún era de noche o ya habría amanecido. Con solo el fluorescente brillando en esa carcelera, le daba la luz que necesitaban. Su cuerpo adormecido y un Taehyung apoyando la mayoría de su cuerpo en él.
Escuchaba voces del otro lado pero no lograba descifrarlos. Asumió que aún era de noche y trató de nuevo de dormir pero las voces cada vez se hacían más fuertes y claramente escuchó la palabra abogado provenir de la voz del primer policía. El sonido de unas llaves tintinear y comentarios del otro lado le hicieron sentir que algo no andaba bien.
Y lo que intuyó era cierto, pues la sonrisa socarrona del que lo mandó a esa celda le dio la bienvenida.
–Vaya, justo a tiempo para conocer a su abogado. – Hoseok frunció el ceño mientras otro oficial con gafas caminaba hacia él con llaves en mano, abriendo la reja. Taehyung despertó por los sonidos y recién ahí sintió su cuerpo doler.
–Aún no contrato el mío. – interrumpió Hoseok.
–Lo sé. – sonrió complacido. –Por eso le asignamos uno. Su sanción a terminado, así que puede ir donde le indicará el oficial, su abogado le está esperando. – sin más se giró.
–Afuera. – el de gafas señaló a Hoseok, esperándolo.
Taehyung aun asimilaba todo y todo somnoliento observó a Hoseok colocarle su máscara. –¿Te vas a quedar? – le preguntó.
–Voy a estar aquí, tengo que arreglar las garrafadas que nos hacen. –
Taehyung asintió mientras bostezaba, recibiendo un cariñoso beso en su coronilla. El mayor se levantó y fue guiado por el de gafas fuera de la carceleta. Cruzó la puerta y en efecto, un tipo, más joven que Hoseok, lo esperaba con maletín sobre sus piernas.
El pelinegro lo miró escéptico.
–Es un chiste. – le dijo Hoseok al de gafas. –Es un niño. –
–Es lo que hay. – se alzó de hombros el oficial, caminando hacia el abogado le habló a este. –Él será tu cliente. – dejó a ambos y Hoseok aún estaba reacio a aceptar que ese joven sea su defensor.
–Buenos días, me presento, mi nombre es Kim Woo Shin. Y ahora estoy a cargo de la defensa del joven Kim Taehyung. Sé que mi edad le es un inconveniente pero ya verá que más rápido que pronto él estará libre. –
Hoseok lo observó detenidamente, de arriba abajo. Dudaba increíblemente de que él pudiera ayudarles en el caso. –Espera aquí. –
Woo Shin iba a replicar pero prefirió callar porque el tipo ya se había dado la vuelta he ido a recepción. Vio que le dieron una mochila y luego regresó donde él.
–Tene...–
–Sígueme. – le cortó hoseok, saliendo de aquella comisaría. A paso ligero Woo Shin caminó tras él.
–Podemos comenzar dándome información sobre el joven Kim, los aconte...–
–Shhh...– le calló Hoseok y Woo Shin se ofendió. Frunció los labios pero se aguantó porque este era su segundo caso a cargo, de esos que la universidad te daba para completar tus créditos. Tal vez no tuviera tanta experiencia, pero tenía conocimientos y un gran sexto sentido.
–No me tome a la ligera señor Jung. –
Hoseok se giró y Woo Shin casi choca con él, a comparación del pelinegro. Este pelirojo era más delgado.