Taehyung se acomodaba los pantalones, sentado al borde de la cama, incrustando un botón tras otro en silencio, mientras Hoseok le hacía pequeños remolinos en su cabellera. Después de ese pequeño incidente, Taehyung decidió dejarlo solo para que al fin descansase pero como era de esperarse, no quería hacerlo. Estar con Hoseok; aun cuando este estuviera durmiendo, era como estar con una sonrisa impregnada en su rostro, así sin más, solo porque estaba con él. Por eso las últimas dos semanas se sintió enloquecer por no tenerlo consigo, Hoseok teniendo que irse de viaje debido a una recaída de su abuela... cuando el mayor le dio la noticia una tarde cualquiera por teléfono, de que iba urgente hacia el terminal de bus por unos días por dicha razón, Taehyung se sintió mal, tan mal por no poder comprenderlo en esos instantes; ella era su única familia, claro, la persona que lo había criado desde niño, pero el castaño había puesto el grito al cielo por dejarlo solo, jamás habían estado separados desde que comenzaron la relación y por unos instantes de ese día, Taehyung deseó que ella muriese.
–Taehyung te necesito aquí. – dijo Jin a través de la puerta, con un ligero toque pues el menor ya se había demorado lo suficiente.
–Ya voy. – contestó Taehyung, girando su mirada hacia Hoseok, quien había descendido su mano para poder echarse y despedirse de su novio. –Descansa. –musitó cariñosamente con una sonrisilla de por medio, logrando alcanzar las manos del mayor y dejar unos cuantos besos. A lo que Hoseok contestó con un beso volado y sonriente, se giró para estar más cómodo. Taehyung avanzando hacia la puerta para salir de ahí.
–No me mires así. – dijo Taehyung a Jin, en voz baja cuando ya había cerrado la puerta tras sí. Comenzó a caminar hacia su lugar de trabajo, con un Jin brazos cruzados siguiéndolo.
–No digo que esté mal pero... Aish, mejor sigamos. – culminó Jin, algo ya cansado con el tema de Taehyung y su adoración hacia Hoseok. Si no los conociera bien, él diría que ese par hacían buena pareja, demasiados adorables pero cuando estás casi en medio de esa relación se podría decir, incluso predecir, qué tanta atención sofocaría a alguno de los dos.
Taehyung tomó su instrumento de trabajo, olvidándose del casi sermón que le iba a dar Jin y siguió laborando, con su expresión decaída. Unos cuantos suspiros después hizo que Jin tomara riendas de tan depresiva situación. Mirando su reloj de mano, calculó tiempo y decidió darle el tiro de gracia.
–Puedes salir hoy temprano del trabajo, ya sabes, para que reordenen sus cosas, seguro Hoseok tiene mucho que contar. – decía Jin calmamente pues sabia como sería la reacción del menor.
–¡¿En serio?! –
Y si, Jin rió a lo bajo pues era la misma reacción que esperaba. –Anda, ve. – instruyó Jin a Taehyung, estirando su mano hacia el cuarto para que fuera por Hoseok. El castaño dejando todas sus cosas en la mesa para ir al encuentro del mayor. Cuando recibió una llamada de atención de Jin. –Lo sé, mañana temprano. – dijo Taehyung, aun sonriente pero el dedo de Jin que hacia movimientos de negación le hizo entrar en duda.
–Mañana no tienes que venir, no sé tú pero yo me pienso emborrachar. – le dijo Jin sonriente. –Ow. – quejándose luego por el mega abrazo que le dio el menor. El rubio palmeándole su cabeza como si hubiera hecho una buena labor.