Taehyung volvió a asentir y fue llevado por Hoseok hasta la altura de su recámara. Soltándolo un momento para sacar una máscara negra y ponérsela.
El menor se acomodaba los bordes para que tapara todo rastro de sus cicatrices.
Hoseok lo posó detrás suyo cuando llegaron a la puerta y abría para dejar pasar a las tres personas que justamente viraron hacia él.
–Listo, pueden pasar. – mencionó Hoseok, abriendo más la puerta y que ellos puedan pasar sin problemas.
Los dos oficiales entraron uno a uno, mirando escudriñosamente el lugar, hasta que dieron con Taehyung, este los miraba y solo bajó su cabeza en forma de saludo sin soltar la mano que sostenía la de Hoseok, oculta de sus vistas. Le respondieron de igual manera, con una corta venia y se posaron en medio de la sala.
Sung lo vio y se animó a saludarlo. –Hola ¿Qué tal? Disculpa por las molestias. – se disculpó algo avergonzado.
Taehyung le miró y solo asintió con su cabeza. Al cerrar la puerta Hoseok vio como ambos oficiales husmeaban las pequeñas cosas, adornos y muebles que tenían en aquel lugar. Parecía que buscaban las respuestas ahí o alguna sospecha disimuladamente, pero a Hoseok nadie le engañaba. Tal parecía que querían implicarlos.
Avanzó unos pasos con Taehyung atrás suyo, un poco al lado. Uniéndosele a Sung.
Estaban callados, no podían hacer nada y en parte Hoseok agradecía, así tal vez pasarían de Taehyung. Un oficial rebuscó por los muebles y otro entró a lo que era la cocina. Sonidos de utensilios siendo removidos era lo único que se escuchaba.
–Si te incomoda, lo siento. – se disculpaba de nuevo Sung con Taehyung, dando algunas miradas a Hoseok y a su pareja. –Es necesario para tener alguna pista sobre mi hermana ¿Si sabes lo que está pasando, verdad? – le preguntó algo afligido.
–Sí. – contestó Taehyung y Hoseok acomodó su mano mejor al agarre de su pareja. –Lo siento. –
Sung frunció el ceño. –¿Por qué? No sabemos si le ha pasado algo malo, tal vez y se haya ido con un chico, no se sabe. – intentó sonreír, fallando en el intento, percibiendo una mirada diferente por parte de Hoseok. Imaginándose que estaba incomodando a Taehyung intentó reivindicarse. –En todo caso, no hay que perder las esperanzas ¿Verdad? –
–Uhm. – afirmó Taehyung con un sonido bajo, dándole una última mirada escueta.
Hoseok vio a los oficiales avanzar hacia el cuarto principal y otro al baño. Desapareciendo a su vista, miró su sala y bufó, ellos ni siquiera se tomaron la moesltia de regresar a sus sitios los cogines de los muebles. Pero eso ya no importaba ahora, avanzó junto al menor y Sung les siguió. Parándose en la entrada del cuarto vio como el oficial revisaba cada cajón de ropa, incluso el cesto donde tenían su ropa sucia.
Taehyung agrandó sus ojos, viendo como alzaba su ropa sucia, aquella donde había rastro de polvo y al lado sus zapatillas en las mismas condiciones. Aquella ropa que usó en el cumpleaños de Hoseok.
El mayor sintió el apretón en su mano, pero no giró a verlo. Sus ojos también estaban fijos en esa ropa que era alzada y sacudida, sabrá dios que cosa lo oficiales andaban buscando, tal vez muestras de sangre. De un momento a otro, el oficial sacó una pequeña cámara, tomando fotos de la ropa sucia, su cama, los muebles y toda la instancia en sí. Del otro lado, el segundo oficial salía con otra cámara en mano yendo hacia ellos.
–Permiso. – les pidió a los tres que obstruían la entrada. Hoseok se movió, el tipo le enseñaba algo en la cámara y el otro señalaba otras fotos en la suya.