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No pudo continuar su viaje, cuando giró en una saliente, algo explotó junto al helicóptero. Un flash la cegó, dificultándole el piloteo. Perdió el control por unos momentos, el vuelo se vio en riesgo cuando ya no pudo tomar el control de la máquina. Humo negro de repente comenzó a salir de alguna parte. No de ella, de eso estaba segura.

«Por favor, no ahora», pensaba. Dibujar. Necesitaba urgentemente dibujar.

Otra explosión la sorprendió por el lateral izquierdo. Le estaban disparando.

Ante la inminente caída, la pérdida de controles, Anastasia se desabrochó el cinturón e intentó por todos los medios alcanzar un paracaídas de la sección trasera. Rozó la tela con la punta de los dedos, tiró y raspó. Pero no pudo.

Se quejó una última vez y, con el suelo acercándose cada vez más, decidió tirarse. Abrió la puerta, el viento tiró su cabello hacia atrás. Hacía frío, mucho. Dibujar, dibujar. Si llegaba abajo antes de que el helicóptero se estrellara y explotara, ¿podría dibujar en la nieve con su sangre?

No estaba para razonar, simplemente se tiró del helicóptero, sin miedos, sólo con deseos de ver el futuro.

Una sensación de vértigo la invadió y cuando estuvo a punto de golpear el suelo, se hizo un ovillo, relajando sus músculos. Eso consiguió que no se golpeara demasiado fuerte, pero no importó cuando notó que la nieve estaba totalmente cuajada.

Vio la máquina volar lejos de donde ella había caído. Sólo cuando estuvo a salvo, ella se limitó a dibujar en la nieve. Movió sus brazos, sus dedos y su imaginación voló.

Terminando, pudo pensar claramente otra vez.

Su visión constaba con un chico de cabellos blancos y una mujer preciosa que tenía los ojos del color de la sangre.

—Éste es Pietro —dijo alguien—, su habilidad es un metabolismo acelerado, lo que le permite ir a la velocidad de la luz, casi pareciera que se teletransportara.

El chico elevó una ceja, pero a pesar de su actitud escéptica, elevó una mano, saludando.

—Hola.

Anya asintió.

—Y esta de aquí es Wanda. ¿Quieres saber sobre sus habilidades?

—¿Por qué todo el mundo me preguntan eso sí de todas formas me dirán?

—Telequinesis, inter-conexión neuroeléctrica y manipulación mental.

—¿Eso debería sorprenderme?

—No, aparentemente nada te sorprende, ¿verdad? —ella se encogió de hombros, siendo totalmente impía—. Pero sí que hay algo que te llamará suficientemente la atención como para responderme el porqué de tu postura protectora con él.

—Pues entonces veamos qué tienes.

—Oh, no, no, yo no —ladeó la cabeza, señalando a la mujer castaña—. Ella. Wanda tiene algo importante que decirte. Es ella la encargada de llamarte la atención.

Cuando parpadeó en el presente, en la montaña, se asustó. Ignoró la premonición y se concentró en el hoy, en el ahora. Era demasiado obvio que los de HYDRA le habían disparado, pero lo que la inquietaba era el tiempo. ¿Vendrían a por ella? ¿Cuánto se demorarían hacerlo?

WINTER ART • Bucky Barnes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora