WINTER ART • Bucky Barnes.

Capítulo 16.5: El daño ya está hecho.

16.5. El daño ya está hecho.

Wanda y Steve miraron atentamente a Anya, quien estaba viéndolos en espera de una respuesta, con los brazos cruzados y los labios encogidos. Tenía ojeras bajo los ojos producto de su desvelo la noche anterior, también estaba algo pálida, más de lo común. Si antes compartía color con los pétalos de un narciso, ahora estaba compitiendo contra un papel. Anya no era bonita, sino hermosa, pero ahora parecía cansada, indispuesta, como si quisiera vomitarle en la cara a cualquier persona que pasara frente a ella.

Ella podía decir firmemente que nunca la había visto de esta manera antes, ni siquiera cuando hablaron por primera vez de sus recuerdos borrados, ella no estaba tan seria. En ese entonces había asentido a todo lo que le dijo Wanda, lo había tomado con calma, sonriendo y tomándolo con gracia.

Pero esto...

—¿Por qué lo hiciste? —preguntó en un débil susurro, ella notó que subir la voz le molestaba y no pensaba hacerlo—. ¿Por qué me ocultaste que Bucky y yo nos conocíamos?

Jugó nerviosamente con sus manos, sus anillos chocaron entre sí.

—Nunca creí que llegarían a interactuar tanto. —se excusó, tragando saliva.

—Pues mira dónde llegamos.

—Anya... —empezó Steve, pero Pietro eligió ese preciso momento para aparecer corriendo hasta llegar a su lado, mirando la situación con una ceja alzada.

—¿Qué pasa aquí?

Wanda no le hizo caso y miró detenidamente a Anya.

—Lo lamento, ¿sí? —tragó saliva nuevamente y señaló al cap. con cierto miedo—. Steve me lo prohibió, dijo que el que supieran el uno del otro haría todo más difícil, puesto que sabía cómo se sentía estar confundido en un mundo nuevo. Ambos se habrían marchado a buscar respuestas.

Anya tomó una bocanada de aire. Pareció contar hasta diez. Asintió, como si estuviera dándose ánimos a sí misma. Se balanceó sobre sus talones y volvió a botar el aire.

—Vale. El daño ya está hecho.

La sorpresa no era algo que Wanda sintiera muy a menudo, pero el sentimiento era imparable ahora mismo. Sólo fue capaz de dejar caer la quijada hasta el suelo.

—¿No estás enfadada?

Steve también parecía descolocado. Pietro sólo miraba a su alrededor sin entender.

—No —contestó Anya con cierto suspiro atrancado—. Aunque te digo que Bucky sí lo estará. Yo no lo recuerdo, no sé dónde nos conocimos y ni cuándo, pero él, por alguna razón, lo recordó. Así que no puedo molestarme —en eso, la fulminó con la mirada. Wanda sintió un escalofrío—. Sin embargo, cuando lo haga, te caerá el infierno encima. 

...

El domingo va el capítulo extenso:*