Capítulo 49.5: Mujer cruel.

1.7K 171 84
                                    

49.5. Mujer cruel.

Nunca se había visto en una guerra. Anya juraba que esas cosas solo le pasaban a otros, en películas, series. Peleó mucho por HYDRA, sí, y peleó mucho por sí misma una vez fue libre, por los Vengadores también luchó, pero eran peleas, no batallas. Aquella palabra; o guerra, eran demasiado grandes y abarcaban tanto que la sola idea le removía las pocas neuronas que tenía rondándole por su cabeza. Eran palabras peligrosas y temerarias.

Según Tony, la Gema lo consumiría todo. No pasaría lo de Nueva York, no llegarían alienígenas de allí o enormes máquinas asesinas, la Gema del espacio se encargaría de tragarse todo lo que tenía cerca hasta sentirse «saciado» y así reubicarse en otro lugar en el espacio.

Palabras del genio, no de ella.

—¿No hay una manera de atrasarlo? —preguntó Bucky, junto a Steve, a los científicos e Isabella, quienes estaban a la cabeza de todos los que estaban dispuestos a pelear por el bien de la Tierra.

Mientras tanto, Anya se apoyaba en Wanda, ambas sintiéndose pesadas. Les picaba el cuerpo y una parte de ellas, incluyendo a Pietro y Jackson, sabían que era por el poder de esa Gema.

—No voy a decirles las partes que me pican a mí, señoritas. —murmuró Pietro, ganándose un golpe de su hermana.

—¿Cuál es la diferencia entre esa Gema y la que tiene Visión? —preguntó Anya, de la nada, sonando demasiado seria para su bien—. Visión no nos lastima ni nos hace rascarnos como si fuéramos monos.

Pietro se golpeó el pecho como gorila.

—Habla por ti.

Porque —habló Wanda, haciendo énfasis en su respuesta para que Anya y Pietro no empezaran a jugar a los quien-golpea-primero-gana—, quizá, la tenga controlada y saciada. Tony lo dijo, esta Gema se irá cuando se coma todo y crea que está completa.

Jackson se rascó su cuello.

—¿Creen... que necesite solo comida o... poderes?

Pietro se estremeció, de cabeza a pies. Él tenía sus ojos azules clavados donde la charla más adulta y madura se llevaba, pero no en lo que Anya creía. Pietro no dejaba de mirar a Isabella y aunque en su mente brotaron mil y un bromas y formas de avergonzarlo socialmente, no lo usaría. Hoy. Por esta vez. Ya ven que luego el niño se desconcentra y se tropieza. Sería inútil.

—¿Cómo? —inquirió Pietro, volteando hacia Jackson—. ¿Te refieres a nosotros?

—Ni siquiera lo pienses —gruñó Wanda, pero ella misma debió de haber visto la idea de Jackson dentro de su cabeza y retrocedió. Su rostro suavizándose ante las probabilidades, que eran su fuerte—. Quizá sí sea cierto, pero es una teoría. No hay nada escrito.

—La que tiene Visión nos dio nuestro poderes, pero no nos hace daño, porque de algún modo, quizá, ustedes la alimenten día a día usando sus poderes, en entrenamientos, pasando tiempo con Visión...

—Wanda sabe de eso. —Anya apostó, con una sonrisa pícara.

La bruja le lanzó una mirada roja y antes de que estallara una batalla campal entre ellas dos, Pietro decidió intervenir esta vez. Anya siempre tenía que estar entre medio de algún problema o disputa, ahora entendía a Bucky cuando la llamaba Anya Problemas.

—Sí —prosiguió la chica Maximoff—, pero nuestros poderes provienen de una de sus hermanas.

—Somos como sus sobrinos, tal vez quiera nuestra custodia.

WINTER ART • Bucky Barnes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora