Los primeros días que Lyra pasó en Invernalia fueron los más felices que recordaba en mucho tiempo.
Catelyn la había acogido como a una hija y le cepillaba el cabello por las noches mientras le contaba historias de Invernalia. Solían cenar juntas cuando Robb estaba ocupado con sus asuntos de Señor de Invernalia en ausencia de su padre, y Lyra deseó haber nacido en aquella familia y haber podido disfrutar de una madre como aquella.
Adoraba jugar con Rickon. El niño le recordaba a Tommen y Myrcella cuando eran más pequeños, por lo que solían jugar juntos durante horas con sus miles de caballos de madera. Bran jugaba de vez en cuando con ellos, acostado por culpa de sus piernas inútiles, y Lyra intentaba animarlo con historias. Pero el niño había adoptado la expresión norteña, una máscara de seriedad y melancolía.
Pero lo que más hacía era pasear con Robb. Daban largos paseos por el Bosque de Dioses y charlaban alegremente sobre los temas de la fortaleza. El joven señor valoraba mucho sus consejos e, incluso, de vez en cuando la llamaba al salón principal para ayudarlo a resolver determinados conflictos.
No obstante, un cuervo negro desde Desembarco del Rey trajo el fin de su felicidad.
Lyra y Robb estaban sentados en la cama en ropa interior y envueltos en mantas conversando sobre Bran cuando la puerta se abrió de golpe y apareció por ella Catelyn, sujetando una carta entre las manos.
—Lyra, Robb, siento interrumpiros pero... ha llegado esto desde Desembarco del Rey.
Robb adelantó la mano para coger la carta que Catelyn tenía entre sus manos huesudas, pero esta se la entregó a Lyra. Sorprendida, tomó el trozo de pergamino y pasó los ojos con celeridad por los ríos de tinta negra. "El rey Robert Baratheon, primero de su nombre, señor de Bastión de Tormentas, señor Supremo de las Tierras de la Tormenta, rey de los Ándalos, de los Rhoynar y de los Primeros Hombres, señor de los Siete Reinos y Protector del Reino, ha muerto. Fue atacado por un jabalí durante su última cacería y los maestres no fueron capaces de sanar sus heridas. Su heredero, el príncipe Joffrey Baratheon, será coronado rey..."
Llegados a aquel punto Lyra fue incapaz de seguir leyendo. Dejó caer el pergamino y se puso en pie, lentamente, sintiendo que las lágrimas se amontonaban tras sus ojos y luchaban por salir. El torrente de lágrimas le humedeció el rostro y los sollozos salían incontrolables por sus labios. Sintió los cálidos brazos de Robb rodeándola, hundió el rostro en su pecho, y dejó que el dolor le quitara cualquier control sobre su cuerpo.
Le fallaron las rodillas y Robb tuvo que llevarla a la cama, donde ella se acurrucó para seguir llorando. Por su mente pasaban veloces los recuerdos de su infancia con su padre: los juegos, las risas, las historias antes de dormir... Recordaba que su voz la calmaba cuando tenía pesadillas y que su frondosa barba le hacía cosquillas en el rostro cada vez que le daba un beso. Recordó las largas cacerías y la primera vez que su padre la felicitó por sus progresos con el arco. Recordó las risas de su padre la primera vez que logró desarmar a Joffrey y que aquella noche le había permitido probar el vino. Recordó su risa, atronadora y contagiosa, y sus ojos azules chispeantes. Evocó el recuerdo de su sonrisa cuando le daba las buenas noches y gritaba para espantar los monstruos que tanto la asustaban. Y lloró con más intensidad, lanzando un grito desgarrado, cuando fue realmente consciente de que jamás volvería a abrazarlo, de que jamás volvería a sentir las cosquillas de su barba en la frente y de que él jamás volvería a llamarla su "pequeño cervatillo".
Lloró amargamente durante toda la noche, y Robb no dejó en ningún momento de abrazarla por la espalda y depositar besos en su nuca. Lyra se acurrucaba más contra él con cada beso, sintiéndose protegida, e imaginó que los brazos de Robb eran los de su padre. Lloró hasta quedarse sin lágrimas, hasta que le escocieron los ojos.
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The Lionhearted Deer | Juego de Tronos
FanficReyes contra reinas. A la muerte del rey Robert Baratheon, Robb Stark no tarda en autoproclamarse Rey en el Norte, apoyado por la casa Baratheon gracias a su matrimonio con Lyra Baratheon, melliza del rey Joffrey. En las Islas del Hierro, tambi...