La noticia de la boda se esparció como la pólvora y, durante unos días, todos parecieron un poco más felices.
Se estaba celebrando un nuevo consejo de guerra, el primero al que Lyra acudía sin Robb. Se puso la nueva armadura -negra- que habían mandado forjar para ella, perfectamente adaptada a las nuevas curvas que describía su cuerpo, y se colgó al cinto tanto a Flor de Invierno como el cuerno regalo de lord Eddard.
Estaban todos colocados en sus sitios cuando llegó, flanqueada por Brienne y Dacey. La saludaron con la cabeza, ya acostumbrados a tratar con ella sin usar muchas de las formas de cortesía, y el consejo comenzó.
—¿Cuántos hombres tiene mi abuelo marchando hacia el oeste?
—Más de veinte mil, alteza. Menos de treinta mil —fue la rápida respuesta de lord Lorent Caswell.
—¿De cuántos disponemos aquí, en Aguasdulces?
—Cincuenta mil —Edmure Tully sonó orgulloso; Lyra asintió con la cabeza, estudiando un mapa detallado de las tierras del oeste y las de los ríos.
—Ser Baelor Hightower —el hombre había acudido en representación de la casa Hightower, pues su padre no se encontraba en condiciones de participar de una guerra, y había sido el responsable de la traición de su casa a los Tyrell—, ser Edmure Tully, ser Deston Mallow y lord Harrion Darel tomarán treinta y cinco mil hombres y acudirán al encuentro de Tywin Lannister. El principal objetivo será acabar con él.
Percibió ciertas miradas inquisitivas sobre su rostro, esperando ver cualquier signo de debilidad que no encontraron. Su expresión se mantuvo neutra y fría antes, durante y después de dictar la que era la sentencia de muerte de su propio abuelo.
—Los otros quince mil hombres permanecerán en Aguasdulces para defenderlo si fuera necesario. Ser Desmond Grell queda nombrado castellano, claramente bajo mis órdenes y las de Lady Catelyn Tully. Dacey Mormont y Brienne de Tarth son desde ahora comandantes de las huestes que aquí quedan.
Los minutos siguientes se dedicaron a lo que Lyra llamaba el reparto. Se decidió qué señores y cuántos de sus hombres, caballos y armas marcharían y cuáles se quedarían. Se estaba comentado la misión de lord Bolton, quien había desposado a una mujer Frey para intentar convencer a lord Walder de hincar la rodilla, de tomar Harrenhal cuando dos guardias irrumpieron en el Gran Salón trayendo consigo un tercer hombre. Este portaba en la mano un pergamino cubierto de polvo.
—Identificaos —bramó Alekyne Florent.
—Alteza —se arrodilló ante Lyra tendiendo el pergamino enrollado—, mi nombre es Desmond, era herrero en Bastión de Tormentas. De allí vengo.
Brienne se adelantó a pasos agigantados para tomar el pergamino de sus manos sucias y temblorosas y corrió de nuevo junto a Lyra, entregándoselo. Lo desenrolló y lo leyó con presteza.
—Cortnay Penrose ha muerto —anunció en voz alta—, y Bastión de Tormentas ha caído ante mi tío Stannis, a quien llaman soberano legítimo —frunció los labios y se escucharon unas cuantas risas. La carta no decía nada de su medio hermano—. Hella Whitefire y su hija, la heredera de la casa Penrose, se hallan en paradero desconocido. Por favor, proporcionad a Desmond comida, agua y alojamiento hasta que esté en condiciones de regresar a su hogar. Gracias.
Sacaron al hombre de la sala sin muchos miramientos y Lyra desplegó otro mapa que completaba el que ya había sobre la enorme mesa.
—¿Qué se sabe de su alteza Robb? —siguió hablando como si no hubiese habido ninguna interrupción.
—Las últimas noticias decían que avanzaba hacia el Risco, el asentamiento de la casa Westerling —Dacey señaló el lugar en el mapa.
—Enviad un cuervo a Marcaceniza. Que manden un jinete en su busca con el mensaje sobre Bastión de Tormentas —apenas hubo terminado de hablar, Kyron Mallow abandonó el lado de su padre y corrió fuera de la estancia para escribir el mensaje.
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The Lionhearted Deer | Juego de Tronos
FanfictionReyes contra reinas. A la muerte del rey Robert Baratheon, Robb Stark no tarda en autoproclamarse Rey en el Norte, apoyado por la casa Baratheon gracias a su matrimonio con Lyra Baratheon, melliza del rey Joffrey. En las Islas del Hierro, tambi...