The Lionhearted Deer | Juego de Tronos

Capítulo 16: La Batalla del Forca Verde

Amanecieron con los cuernos sonando.

Los exploradores habían encontrado un segmento del ejército Lannister aproximándose a ellos, mucho antes de lo que creían, y calculaban que a media tarde alcanzarían el Forca Verde. Los Gemelos se convirtieron en una explosión de actividad. Se ensillaron caballos y los hombres se preparaban para el asalto mucho antes del mediodía. Además, Aguasdulces estaba siendo asediada por otra guarnición de los Lannister.

De nuevo, los grandes señores se reunieron en el salón principal de la fortaleza para decidir sus movimientos.

—No podemos atacarlos de frente —inició Roose Bolton—, es lo que se esperan.

Se acercaban por el oeste, desde Roca Casterly.

—Y Aguasdulces sigue sitiada. Necesitamos esos hombres —añadió Lyra; Robb no decía nada, sino que observaba el mapa con el ceño fruncido.

—Propongo dividirnos, aunque haya que atacarlos de frente —intervino ser Harrion, apoyándose en la mesa sobre sus puños cerrados—. Un segmento pequeño caerá sobre los Lannister en el Forca Verde...

—Y el resto liberará Aguasdulces —concluyó Robb—. Está decidido —paseó su mirada por los rostros expectantes que lo observaban, esperando órdenes—. Lord Bolton, ser Harrion, comandaréis ejército llano con hombres del norte y la infantería Frey que nos ha jurado lealtad. Partiréis de noche y caeréis sobre ellos al amanecer para sorprenderlos. Mientras, nosotros cruzaremos el río y partiremos hacia Aguasdulces.

Los hombres asintieron en señal de aceptación y Robb mandó llamar a uno de los exploradores que habían escrutado el ejército Lannister. Entró un hombre de avanzada edad, de rostro adusto y arrugado y la cabeza cubierta por una larga melena canosa que lo hacía semejante a un búho.

—Ser Hoster —lo saludó Robb, con una inclinación de la cabeza.

—Mi Señor —hizo una reverencia hacia Robb—, mi Señora —otra hacia Lyra—, Señores —una inclinación de cabeza para el resto de la sala—. El ejército cuenta con unos veinte mil hombres entre arqueros, hombres de a pie y caballerías. Viene comandado por los Lannister en persona. Lord Tywin, lord Kevan y lord Tyrion.

Lyra sintió que el corazón se le detenía al escuchar el último nombre. Había supuesto desde el principio del conflicto que su tío permanecería en Desembarco del Rey o Roca Casterly, que era donde le correspondía, en lugar de inmiscuirse en pleno campo de batalla. De pronto comprendió que no podía acompañar a Robb a Aguasdulces, que debía permanecer allí e intentar hablar con su tío. Era irracional y arriesgado, sí, pero necesitaba verle, hablar con él, saber que al menos alguien de su familia sentía algún tipo de aprecio por ella. Las cartas que había recibido su madre rezumaban odio y veneno por cada pliegue del pergamino. La acusaba de traición a la corona, a su hermano Joffrey y a ella misma, pues la sangre Lannister corría por sus venas lo quisiera o no. La respuesta de Lyra fue sencilla "estoy reclamando lo que es mío. Joffrey no es hijo del rey Robert y no debe ser reconocido como tal. Con amor, Lyra". De modo que, cuando el consejo comenzó a disolverse, Lyra cogió a Robb del brazo y lo mantuvo junto a ella hasta que quedaron solos.

—Robb, quiero luchar en esta batalla junto a lord Bolton. Me uniré a vosotros cuando la batalla termine.

—Lyra, no pienso permitir que te alejes de mi lado. Y menos para luchar —la voz de Robb era tajante y no permitía réplicas; aun así, insistió.

—Soy tan buena como cualquiera de estos señores. Incluso más. Tengo más posibilidades de sobrevivir que cualquiera de ellos —Robb suspiró y se masajeó el puente de la nariz, diciendo sin querer a Lyra que estaba ganando terreno—. Tengo una espada, y mi arco. Dame un escudo y te prometo que saldré viva de esta batalla. Me reuniré contigo en Aguasdulces y acabaremos con esto.