Transformantes

Capitulo 8

Me quedé mirando la ropa que tenía encima de mi cama. Normalmente me daba igual la ropa para el instituto, pero por una vez tenía que saltarme esa norma. Casi toda mi ropa era negra, amplia y totalmente informal. Mañana sería mi primer día en mi nuevo instituto y ya estaba tan nerviosa como si fuera a ser de aquí a 5 minutos. Abrí el móvil para ver si tenía algún mensaje y así poder distraerme. Solo tenía uno de DK de hacía un par de horas.
Chat

DK: ¿Nerviosa?

A: Cállate

DK: Que borde😂😂

A: 😐 Si tú lo dices

DK: Vamos, si mañana es el primer día, deberías estar feliz

A: Ja, ja, ja me parto😒

DK: Alguien está de mal humor...😂

A: Y alguien quiere morir

DK: Okey ya me callo 😯

Me desconecté, ya que empezaba a ser tarde y no quería ir arrastrándome por el instituto por falta de sueño. Lo último que pensé antes de dormirme fue que esperaba que nada malo pasara en la nueva escuela.

Quizá fue la luz del sol pasando por la ventana de la habitación o quizá los gritos de mamá ya que al pareces se le había quemado el desayuno me despertaron. O quizá ambos. Me levanté de mala gana y me fui a duchar. Me puse esto:

Cogí la mochila y el móvil y bajé las escaleras. Allí me encontré a mamá que iba de un lugar a otro de la cocina y sí, olía a quemado. Decidí que no quería saber que había pasado y fui a asegurarme que Clara estuviera despierta. Toque a la puerta y dije:
- ¿Clara estas despierta?

Cuando no respondió volví a intentarlo.
- Clara

Nada. Así que decidí abrir y me encontré que seguía durmiendo. La moví para que se despertara.
- Vamos Clara despierta que quedan 10 minutos para marchar.

Nada. En su mesita de noche había un vaso con algo que parecía agua. Lo cogí y se lo tiré a la cabeza. Se despertó de golpe.
- ¿Pero qué? ¿A ti que narices te pasa?

- A mi nada - Respondí- No soy yo a quien le queda 10 minutos para cambiarse y desayunar.

Los ojos se le llenaron de sorpresa.
- Cámbiate tranquila yo ya me giro- Le informé.

Me giré y empecé a oír como movía la ropa.
- ¿Porque me has despertado así?- Preguntó molesta.

- No te despertabas cuando te llamaba y no había tiempo. Creo que mamá ha chamuscado el desayuno.
- Genial- Murmuró.

Bajé hacia la cocina donde vi un almuerzo calcinado. Era imposible saber que era en realidad. Cogí una manzana y fui hacia el coche. No iba a esperarla, ¿Para qué? Estaba a medio camino al coche cuando oí una voz. Clara.
- ¡Eh! esperarme.

Me giré y viendo lo que estaba llevando. Tenía puesto unos pantalones tejanos cortos, excesivamente cortos y un jersey rosa de tirantes también muy corta tan ceñida que parecía una segunda piel. Llevaba el pelo suelto y el maquillaje básico.
- Coge una manzana- Le dije y al ver su cara, le pregunté sonriente

- ¿No querías hacer dieta?

Fue dentro de la casa mientras yo me comía la manzana. Cuando la terminé entré a casa y cuando vi la basura abierta tiré la manzana dentro. Clara que al parecer también se la había terminado la tiró y juntas fuimos hacia los coches antes de que mamá nos hiciera un discurso.

Llegué al cabo de unos minutos y me topé con un edificio grande y gris, como una cárcel- pensé- y era bastante irónico. Entré y fui a recepción dónde me dieron papeles donde había horarios, mapas y más cosas que no alcancé a leer. Como hacía calor me puse la camisa en la cintura y con el horario y ayuda del mapa llegué a mi primera clase. Historia. Genial. Me senté en el único sitio libre y gracias a cualquier tipo de dios que exista nadie se fijó. Después de comprobar las próximas clases con el horario y el mapa y saber dónde estaba cada sitio me guardé los papeles en la mochila y saqué el pesado libro. Unos segundos después entró el profesor que estaba tan animado como lo está alguien al ir al dentista. Se presentó y empezó a escribir en la pizarra algo y a empezar el tema. Hablaba pero yo no lo escuchaba hasta que oí:
- La del fondo, la señorita...