Parte 2: Capítulo 1

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Pov Clara
Estaba confundida. No entendía que había pasado y lo peor es que no conseguía encontrar a Annabeth. Probé a llamarla unas cuantas veces pero no contestó. Frustrada volví a meterlo en mi bolsillo.

Alguien se acercó corriendo a mí. Al principio solo pude ver una silueta negra, a penas distinguible por la poca cantidad de luz, pero a medida que se iba acercando pude distinguir su pelo moreno, pómulos altos y sus ojos, amarillos, estaban fijados en mí.

- Aiden

No sabía que hacia aquí, pero es ese momento no importó. Corrí hacia él y prácticamente me tiré encima cuando lo abracé por los hombros. Se sorprendió pero al final me devolvió el abrazo. Inhalé y olí el olor que era tan suyo y me provocaba un cosquilleo en el estómago.

Nos separamos y me cogió las mejillas con las manos haciéndome mirar sus ojos.

- Clara, ¿Qué haces aquí?

- Necesito hablar con mi hermana, pero no la encuentro.

Miró a su alrededor, probablemente dándose cuenta del desastre, antes de hablar.

- Voy a llevarte a casa.

Me habló con una voz tan tranquila y dulce que casi me hizo olvidar porque había venido. Casi. Me cogió suavemente por el brazo e intentó llevarme hacia la entrada. Pero no podía irme, no aún.

- Tengo que hablar con mi hermana.

- Puedes hablar con ella mañana. Este no es un buen momento, créeme.

Lo miré, dudosa. No sabía porque no era un buen momento pero no quería esperar.

- Pero...

- Por favor Clara, solo hasta mañana.

Al final cedí y dejé que me llevara a su coche. Subí al copiloto y me puse el cinturón de seguridad. Aiden encendió el coche y codujo hasta mi casa. No hablamos durante el viaje aunque tampoco importaba, no me sentía capaz de concentrarme en nada en ese momento

Se paró justo delante de casa y me miró.

- Hemos llegado.

En ese momento, mirándolo a los ojos, pensé en esa distancia invisible que nos separaba. Quería que todo fuera como había sido antes de que lo supiera, que quedáramos a beber batidos y habláramos, pero no lo conseguiría si me bajaba del coche y le dejara marchar.

- Ven conmigo.

Me miró de una forma bastante rara.

- ¿Quieres que vaya contigo en tu casa un viernes por la noche?

Bueno si lo decías así, sonaba bastante mal.

-Sí

Me mirando, esperando a que me echara atrás. Pero no lo hice. Aparcó el coche un par de casas más adelante. Una buena idea pues dejarlo justo delante de mi casa no era lo más inteligente. Bajamos del coche, fuimos hacia la entrada, abrí la puerta con mis llaves y, cogido por la muñeca, lo guie hasta mi habitación.

Me senté encima de mi cama y él se sentó a mi lado.

- ¿Qué le querías decir a Annabeth?- Preguntó para romper el silencio.

Negué con la cabeza.

- No importa ahora. No es por eso por lo que te he pedido que vengas.

- Entonces, ¿Por qué lo has hecho?

- Porque parece que me has estado evitando desde que se lo que eres.

- Lo siento, en serio.

- ¿Por qué lo haces? ¿No ves que me da igual?

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