Capítulo 28

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Cuando llegué las luces de la casa estaban encendidas. Entré por la puerta principal y fui directo a mi cuarto. Me pareció extraño no encontrar a Clara pidiendo respuestas en vez de no verla ni una sola vez. Cogí mi pijama y fui al cuarto de baño. Me duché, me puse el pijama y cogí un pequeño maletín médico del armario. El corte no parecía necesitar puntos así que limpié la herida y la vendé. Iba a tener que llevar camisas para taparlo. Podría ser peor.

Volví a mi habitación y contemplé el destrozo en mi chaqueta favorita. Fruncí el labio y la dejé encima del escritorio. Me estiré en la cama y me quedé pensando en lo de Clara hasta que me dormí.

A la mañana siguiente tenía tantas ganas de ir en el instituto como el tirarme desde lo alto del Empire State. Pero no podía irme saltando clases, así que cogí lo primero que encontré, que resultó ser unos pantalones cortos tejanos, converse, un camiseta de tirantes blanca y una camisa de cuadros blanca y negra que tapaba el vendaje.

Como iba justa de tiempo me puse mi mochila, cogí una manzana de la cocina y fui directa al instituto.

El día no parecía muy prometedor des de la mañana y no parecía querer mejorar. Para la hora de comer me di cuenta de 3 cosas:

a) Clara me estaba evitando

b) James intentaba hablar conmigo y en este caso era yo quien le evitaba

c) Que Alexia estaba demasiado alegre

No exagero con la c) No paraba de sonreír y hablar como si todo fuera súper interesante. A punto estaba de subir a la mesa y ponerse a cantar.

- ¿Y esa alegría? ¿Algo de Liam?

- No, solo me he despertado de buen humor.

- ¿Un martes?

- No preguntes.

No lo hice. Al cabo de poco tiempo se sentaron Chris y Oliver y más tarde se nos unió Ben.

Cuando fue hora de volver a clase, Chris me llevó a un lado del pasillo y se me qué entre Chris y la pared.

- Aun no hemos hablado desde el beso.

- Cierto

- Estaba pensando que en nuestra próxima cita podría enseñarte algunos sitios interesantes de por aquí.

- Suena divertido.

Sonrió.

- ¿Puedes este sábado?- Preguntó

- Sin duda.

Volvió a sonreír y no pide evitar hacerlo también. Me ofreció la mano y sin dudarlo se la cogí. La sonrisa no se me borró mientras íbamos juntos hacia la clase.

Mi plan para la tarde no es que fuera muy elaborado. Se basaba en leer el libro por el que me había enganchado mientras esperaba a que Taylor me respondiera a un mensaje para quedar, pero se estropeó cuando alguien entró en la habitación y se quedó mirándome desde la otra punta de la cama. Levanté la mirada para encontrarme a Clara.

- ¿Ocurre algo?- Pregunté. Era la primera vez que la veía desde ayer en el aparcamiento del instituto.

- Bueno... Sí. Bueno no. Quizá.

Se sentó en la cama visiblemente abrumada. Empezó a pasar los dedos por su pelo rubio. Cerré el libro y lo dejé en la mesilla.

- No sé si tomarme eso como un sí o un no.

- Pasó algo muy extraño el lunes por la tarde y necesito hablarlo con alguien.

Vale, estaba confundida. Aun así no la interrumpí.

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