Nota importante al final
Amo los domingos, a diferencia de los lunes. Odio los lunes, aunque, ¿Quién no? Pero lo que más me gusta de los domingos es dormir hasta tarde, cosa que Nora parecía no saber ya que me despertó a las 8:47. Yupi.
- ¿Qué quieres?- Dije pasando mis manos en mis ojos y pensando seriamente en tirarle algo a la cara.
- Vamos levántate.
Fruncí el labio.
-¿Porque? Es domingo. Déjame dormir.
Volví a meterme en la cama y me pasé las sabanas por encima.
- Taylor está aquí.
Me quite las sabanas de encima y la mire curiosa. ¿Era por la llamada de ayer? ¿Tan importante era? Había pensado llamarla después de desayunar, o más bien después de comer ya que pensaba despertarme al mediodía.
Me levanté y me hice una coleta.
- ¿Dónde está?
- Está a punto de llegar a la puerta.
Bajé tan rápido como pude sin hacer ruido para no despertar a nadie. Abrí la puerta justo cuando Taylor estaba a punto de llamar y puse un dedo en mis labios para indicarle que no hiciera ruido. Entró cerrando la puerta detrás de ella y me siguió escaleras arriba hasta mi habitación.
- ¿Cómo sabias que estaba aquí? ¿Tienes cámaras o qué?
- Tengo a Nora- Dije fulminándola con la mirada. Ella solo se encogió de hombros.
- Eh... Claro. He venido para hablar contigo, como ayer no respondiste.
- ¿Qué ocurre? Dime que no son malas noticias.
- Lo son- Aseguró Nora- Sino no habría venido.
- Lo siento, si son malas noticias.
- Te lo dije- Comentó Nora con una sonrisa.
- Nadie ha pedido tu opinión- Respondí cabreada. Luego miré a Taylor- Iba por Nora, no por ti.
- ¿Problemas en el paraíso?
- No es ningún paraíso, te lo aseguro. Perdón, me he desviado de tema, ¿Qué necesitabas contarme? ¿Quién ha muerto?
- Nadie, de momento, pero dos de la lista han desaparecido.
Me senté en la cama y empecé a tocarme las muñecas. Pensé en la lista de personas y pregunté quien seria.
- ¿Cuándo?
- Anteayer por la noche se les vio por última vez.
- ¿Quiénes son?
- Rebecca Powel y Chad Ward.
Vale, nadie conocido. Eso era un alivio. Si hubiera sido Aiden no creo que Clara hubiera estado muy feliz.
- ¿Qué vamos a hacer?- Pegunté pasándome las manos por el pelo- Creo que esto nos está superando, Taylor. Todo esto va de mal en peor y no parece que vaya a mejorar. Tú no estás en la lista pero yo sí y me gustaría seguir de una sola pieza, ¿Sabes?
- Lo sé, lo sé. Quizá hay algo que podemos hacer. Hay un chico, Erik Raimond, está en la lista y es posible que pueda ayudarnos.
- ¿Cómo te has enterado?
- Tengo mis métodos- La miré con una ceja levantada- Bien, me lo ha dicho Derek. ¿Feliz?
Me reí y la despeiné. Ella volvió a peinarse con los dedos de mala gana y se sentó en la silla de mi escritorio.
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Transformantes
FantasyCuando tenía 10 años fui adoptada por una familia que tenía una hija de mi edad. Nunca llegamos a estar unidas porque siempre fuimos muy diferentes. No solo de carácter sino también porque soy una mezclada, hija de humano y transformante y ella u...