Esta vez yo fui a casa de Alexia. Aunque ella se había cambiado de ropa varias veces, y sus opciones habían sido vestidos o faldas, yo me había decidido por llevar una camisa de tirantes ancha, pantalones cortos negros, converse rojas y mi chaqueta negra por si acaso.
- No creo que deberías llevar falda o vestido para ir a un partido- Señalé
- ¡Eso me lo podrías haber dicho hace rato!- Cogió unos pantalones y una camiseta y las levantó- ¿Esto está bien?
- Si en serio. Solo vístete y vamos.
Se rió y se fue al cuarto de baño a cambiarse. Estaba sentada en una butaca que tenía al lado de su cama y miraba su habitación. Paredes azules, armario grande, un escritorio... la verdad era que era una habitación práctica. Alexia entró vestida con una camiseta gris y unos tejanos cortos.
- ¿Cómo me veo?
- Bien, en serio, ¿Vamos?
- Claro- Respondió.
Cogió su móvil y lo guardó en el bolsillo.
James me había enviado un mensaje pidiéndome que fuera a los vestidores después del partido. Estaba molesta porque había conseguido mi número. ¿Es que ahora todo el mundo lo tenía? Ni que lo hubiera escrito en el lavabo de chicas con una nota que decía «Llámame».
Fuimos con su coche en el instituto aunque tuvimos que aparcar a varias calles porque el aparcamiento estaba abarrotado de coches de personas que habían venido a ver el partido.
- Viene mucha gente porque es el primer partido de la temporada. La gente suele venir a los primeros pero luego se cansan y no vuelve a estar lleno hasta el último- Me contó Alexia mientras caminábamos- Yo suelo ir a todos los partidos. Me compro unas palomitas y un refresco y admiro a los chicos del equipo. Es más entretenido de lo que parece, te lo aseguro.
- Eso espero- Respondí riéndome.
Cuando llegamos fuimos a por las palomitas y el refresco de Alexia para luego ir a sentarnos en las gradas. Los deportes nunca me habían llamado la atención, o al menos no ir a ver como lo hacen otros, pero había pensado que sería una oportunidad para vigilar a James y de paso observar que era Aiden, además del mensaje.
El partido empezó y rápidamente empezaron a moverse de un lado a otro. Busqué a James, aunque no fue difícil de encontrar, el problema era saber quién era Aiden.
Mis sospechosos eran el número 5 y el número 7. Pensé en preguntárselo a Alexia directamente pero, ¿Qué excusa iba a darle? Decidí averiguarlo indirectamente.
- ¿Sabías que mi hermana ha salido con Aiden? Que yo sepa una vez aunque probablemente ha sido más.
- ¿El jugador de futbol americano?
- Ese mismo. ¿Lo conoces?
- Personalmente, no. Solo sé lo que todo el mundo sabe, ya me entiendes: Es un rompecorazones, muy popular, jugador de futbol americano, obviamente.
- ¿Cuál es?
- El número 7.
Volví a mirar a número 7 y juraría que nuestras miradas se cruzaron. El árbitro gritó algo y él movió su mirada primero hacia el árbitro y luego hacia el equipo.
Me pasé un buen rato siguiendo el número 7 con la mirada como una psicópata en potencia. Alexia me iba hablando aunque solo le prestaba atención la mitad del tiempo.
De pronto se oyó unos gritos y tardé unos segundos en darme cuenta que Liam había hecho un touchdown.
Alexia se levantó, tirando sin querer las palomitas, y empezó a aplaudir y silbar. Me reí por su exagerada reacción. Cuando se sentó vio el desastre.
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Transformantes
FantasiCuando tenía 10 años fui adoptada por una familia que tenía una hija de mi edad. Nunca llegamos a estar unidas porque siempre fuimos muy diferentes. No solo de carácter sino también porque soy una mezclada, hija de humano y transformante y ella u...