Capítulo 43: Organizando sentimientos y pensamientos

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Luhan y Kyungsoo estaban calentando sus voces para la práctica que tenían ese día. Habían hecho un gran esfuerzo y consiguieron ser elegidos para solos en varios conciertos. Se sentían satisfechos con sus logros. Después de terminar la práctica decidieron ir a comer algo, ya que ambos estaban hambrientos. 

–¿Qué opinas de todo esto que nos está pasando?– preguntó el rubio una vez que estaban en la cafetería. 

–Desde el principio, pensé que era una total locura. Pero, ahora simplemente me dejó llevar por Jongin– respondió tranquilamente. 

–Cuando lo dices así, suena tan fácil. Pero en realidad, no lo es. Hay un montón de cosas que no entiendo, un montón de sentimientos que no puedo expresar o interpretar. Sehun mueve mi mundo, pero no se abre lo suficiente conmigo. 

–Sé como te sientes, es como si hubiera llegado de la nada. Tienen ese fuego en los ojos y te hablan con esas palabras convincentes– comentó Kyungsoo, Luhan asintió. 

–Exactamente eso es lo que se siente. 

–Te voy a confesar algo, Lu. No te voy a negar que sus palabras bonitas me han convencido al punto de robarme el corazón, pero Jongin es realmente especial. El llegó de la nada, con sus historias de otra vida con esa sensación de paz y seguridad que provocó en mí desde el principio. 

–¿Crees que se aprovechó de sus historias bonitas y de sus juramentos de amor eterno, pero que tal vez no sean tan sinceros?– quiso saber Luhan preocupado. Hablo más de Sehun que por Kai, por si acaso. 

–Más que sus palabras, me sorprende la cantidad de información y emociones que saca y despierta en mí. Siempre he sido cuidadoso con las cosas que digo y los sentimientos que muestro. En realidad, me costó mucho empezar a expresarle cariño abiertamente. 

–A mí tuvieron que quitarme la memoria para poder atreverme– bromeó el rubio. 

–Era difícil para mí hablar de recuerdos. Pero conoces a Jongin, insistió y terminó por hurgar en mi subconsciente toda la información que quería. Cuando me asusté y casi rechacé todo lo que había construido, él solamente se desmoronó y lloró. Eso me rompió el corazón– el chico suspiró. –Nosotros conversamos. Le hice entender que cuando en serio amas a alguien los sacrificios son cosas de todos los días. Por más insignificantes que estos fueran. Me sorprendió mucho darme cuenta que él ha hecho por mí, mil veces más que lo que yo he hecho por él. Cuando está cerca, siento como si...– Kyungsoo no supo cómo continuar. 

–Yo te entiendo– Luhan asintió con la cabeza. –Te sientes protegido, como un niño pequeño que es salvado por un héroe anónimo. A veces me siento inútil por no poder ser yo quien protege a Sehun, porque soy mayor, pero no me puedo comparar con su experiencia, con su fuerza. Es en tantos sentidos más fuerte que yo– confesó el chico y Kyungsoo estuvo de acuerdo con él. 

–Es verdad. También soy mayor que Jongin, pero él es como una llave. De esas que te abren nuevas puertas y te ayudan a conocer cosas que jamás imaginaste. También me siento protegido por ese héroe anónimo. Es gracioso, durante mucho tiempo dudé si era cierto. 

–¿Por qué?– quiso saber el rubio. 

–Acéptalo, no es fácil de asimilar. Todo podría ser mentira. Pero jamás me he sentido así con alguien y Jongin ha mostrado que todo es real. Esta no es mi primera relación– admitió Kyungsoo después de un suspiro. –Pero, incluso si no soy de las personas que renuncia fácilmente a querer, tampoco perdono con facilidad a quien me miente o intenta hacerme daño. Supongo que soy una persona horrible, Lu. 

El chico estaba sorprendido. Kyungsoo jamás se había abierto de esa forma con él. Casi podría asegurar que no lo había hecho con casi nadie. Pero de alguna forma, se sentía impotente al no ser capaz de darle un consejo que realmente le sirviera. 

–Todos lo somos de alguna forma– dijo el rubio con una sonrisa triste. 

–Estoy confundido casi todos los días. Y Jongin sigue metido aquí– el menor de los dos señaló su pecho. –Sigue haciendo pequeños sacrificios a diario, es él quien sufre, a pesar de que intento darle todo de mí. 

–Cuando estás tan perdida y patéticamente enamorado, como lo estamos nosotros, se siente como si nunca fuera suficiente– comentó Luhan, despeinándose con frustración. 

Los chicos pagaron la comida y dejaron el lugar. Fueron a cualquier parque donde tuvieran un poco más de privacidad para poder seguir desahogándose. Era muy difícil concentrarse y disimular con tanta gente entrando y saliendo. Encontraron una banca cerca de una fuente y tomaron un café de lata que encontraron en una máquina expendedora. 

–Estar lejos de ellos– comenzó Kyungsoo cuando se sentaron. –Es como estar desprotegidos, como si nuestros guardianes no estuvieran. Es horrible pensar que ellos se juegan la vida para protegernos, que han peleado y que han velado por nosotros mientras muchas veces pensamos que es un juego. Pero, después de todo lo que Jongin ha hecho por mí, jamás voy a pedir perdón. 

–¿Perdón? ¿A quién debes pedir perdón?– intentó averiguar Luhan, intrigado. 

–A las personas que he dejado o que dejaré o que heriré por él. Sabes como es la vida, Lu, todo puede cambiar de la noche a la mañana. El amor no es fácil, es doloroso, pero eso no quiere decir que no sea la experiencia más increíble que uno pueda compartir con otra persona. Las huellas que dejamos en otros suelen ser cicatrices, de las feas. Pero cualquiera se puede enamorar y, por muy egoístas que seamos, esa persona especial puede sacar la bondad enterrada– Kyungsoo tiene la respiración agitada. No sabe por qué está diciendo todo lo que piensa, sin filtro. 

–Sin embargo, por más que intentemos darlo todo, el estúpido destino tiende a unir y a desunir a las personas a su gusto. Como si le perteneciéramos– Luhan dejó la lata a un lado, la conversación lo angustiaba. 

–Es nuestra culpa, por estar tan estúpidamente enamorados– soltó Kyungsoo y ambos rieron. 

–"El amor, la más mortal de todas las cosas mortales: te mata cuando lo tienes, como cuando no lo tienes"– citó Sehun, sentándose al lado de su novio, rodeándole con un brazo. El chico estaba completamente helado por la sorpresa. 

–¿Cómo nos encontraron?– preguntó Kyungsoo. –¿Desde cuándo nos empezaron a seguir?

–Desde que dijiste: "hiciste un buen trabajo, Lu" al salir del coro– informó Kai, provocando un mini infarto en su pareja. 

–¿Todo este tiempo?– la cercanía del bailarín le hizo dar un brinco. –¡Me asustaste!

–Tu discurso me ha dejado pensando bastante, Dodo– comentó el chico preocupado. 

–No hablemos de eso ahora. Estoy bien– prometió Kyungsoo. 

–Lo siento, pero ya no te creo. Contigo, siempre hay una pequeña verdad detrás de tus "sólo es una broma", siempre conoces algo cundo dices "no sé". También hay muchas emociones escondidos en tus "no me importa". Pero, especialmente, hay dolor cuando aseguras que "estás bien". Son las frases que usas conmigo a diario, Kyungsoo. Y luego tú piensas que yo no me abro lo suficiente. 

Overdose: Sobredosis de emociones (OT12)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora