Capítulo 30: Empezando de cero

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Sehun necesitaba más que un apretón de manos de su novio para empezar la reunión que había convocado. La sala de ensayos de baile se había convertido en su centro de operaciones. Se aseguró de tener todo preparado y entrar sigilosamente para escuchar todas las conversaciones. No le fue posible, habían demasiadas personas en el mismo lugar. 

–Está bien, quiero saber quién no lo sabe– Sehun se rindió sin empezar siquiera, al notar los susurros y las expresiones de los presentes. 

–¿Qué cosa?– quiso saber Lay, confundido 

–El gran descubrimiento de Chanyeol– explicó Sehun. 

–Oh, eso. Creo que ya todos lo saben– Lay sonrió y Luhan soltó una risita ante la respuesta. Si hasta Lay, que era tan despistado y desinformado, estaba enterado, estaba demás preguntarle al resto del grupo.

–Kai, ¿qué opinas al respecto?– preguntó entonces el menor de todos. 

–Recuerdo demasiado de lo vivido para sorprenderme por esto. Sólo sé que volvemos al inicio. Teníamos una ligera pista, pero ahora tenemos que empezar la investigación desde cero otra vez. 

–Era absurdo que unos hombres con terno, gafas oscuras y torpeza pudieran controlar nuestras vidas– comentó Kris en voz alta. –Debe ser algo más fuerte y poderoso.

Sehun notó que Kris y Tao no llegaron juntos, no se sentaron juntos y a penas si hablaban. Era sospechoso. –Sí, es verdad– respondió distraído. –Quiero que vean esto. 

El chico sacó un retrato dibujado. Era un joven de cabello oscuro y corto, sonrisa tranquila y dulce. Un pequeño billete estaba dibujado en una esquina y, cuando lo notó, Sehun soltó sin querer una carcajada. Luego, miró con reprobación a Jongin por su travesura. 

–¿Alguien lo reconoce?– Kai alzó la mano con entusiasmo, pero fue fríamente ignorado. 

Luhan hizo gestos a su novio, preguntándose el propósito de su pregunta. Kris alzó los hombros sin interés y Tao no se dio el mínimo trabajo de mirar siquiera. Los demás echaron un vistazo, pero nadie pareció ver algo familiar. Al final,  Lay se acercó, distraído como siempre, y analizó el dibujo con calma. Sonrió con nostalgia y acarició los rasgos como si se tratara de un ser querido. Una pequeña lágrima resbaló y él mismo no entendía por qué. Kyungsoo sintió inmediata empatía por la mirada de Lay y no pudo evitar sentir un nudo en la garganta. 

–Es Suho– susurró Kyungsoo y Lay alzó la mirada sorprendido. Aquel nombre lo confundió un poco. 

–Suho– repitió con voz suave, acariciado la sonrisa. Regresó a su asiento sin decir nada, parecía alegre, pero afectado al mismo tiempo. 

–Fuimos a la policía a denunciar un robo menor. Pedimos que hagan un retrato hablado– explicó Sehun. –Kai le describió al dibujante el rostro y la expresión de Suho con lujo de detalle. Él es el miembro que falta y que necesitamos encontrar para que todo tenga sentido. Ahora mismo, la policía nos está ayudando a buscarlo por nuestra denuncia. Si lo atrapan, diremos que no es él, pero sabremos dónde está. 

–Muy inteligente– celebró Baekhyun. 

–Sehunnie– llamó una voz femenina desde la puerta. Todos los presentes se voltearon a verla y luego al aludido. Luhan la miró con fastidio y se puso de pie para salir de la sala de prácticas. La escena de celos fue obvia para todos. 

***

–Tao, ¿podrías dejar de llorar? Me desconcentras– pidió Kai con fastidio, mientras se estiraba para luego seguir recostado. 

–¡Jongin! Debes ser amable con él. Confió en nosotros y lo tratas mal. Ahora, ¡discúlpate!– ordenó Kyungsoo.

–Está bien. Lo siento. Es que estoy cansado, tuve un día pesado y ensayé demasiado. Me duele existir y te encuentro aquí instalado. 

Overdose: Sobredosis de emociones (OT12)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora