Kai se mantuvo firme y no le confió a nadie lo que había pasado. Kyungsoo, después de recuperarse, se lo llevó a casa. Sabía que algo malo le había pasado. Al final, todos se separaron sin más preguntas.
***
Luhan le había dado una copia de las llaves de su departamento a Sehun por si acaso, pero también porque su novio pasaba cada vez más tiempo en su casa. El rubio estaba dormido plácidamente, cuando se despertó al escuchar la puerta abrirse. Poco después, Sehun apareció en su habitación, a medio desvestirse, y se las arregló para entrar casi desnudo en la cama. Fue tomado por sorpresa y casi no pudo reaccionar al recibir besos y caricias necesitadas. Por primera vez, no preguntó nada, podía sentir lo desesperado que estaba el chico por su atención.–Acuérdate siempre que te amé con locura, ¿escuchaste?– susurró en su oído y Luhan se puso alerta.
–Tus palabras no me gustan. Lo que sea que estés pensando, no lo hagas. Debes parar ahora mismo– ordenó el mayor de los dos.
–Lo lamento, Lu, pero justo ahora lo que no puedo es parar– bromeó Sehun y su novio lo miró de reojo, esperaba una sonrisa, pero encontró lágrimas.
¿Por qué le daba la sensación de que Sehun se estaba despidiendo?
¿Acaso iba a dejarlo?
Sus pensamientos fueron apartados completamente a un lado cuando sintió que Sehun empezó a sacarle la ropa interior con los dientes. Fue uno de los encuentros en los que mejor se sintió. Por primera vez, no fue doloroso cuando Sehun lo preparó, además estaba muy distraído con todos esos besos y sus lágrimas mezclándose en el camino.
Luhan clavó sus cortas uñas en los hombros de su novio el momento en el que el chico entró desesperantemente lento. Rogó por más, pero Sehun sólo susurraba que lo amaba. ¿Por qué se sentía tan bien, tan dolorosamente bien? El rubio cambió la postura y terminó sobre Sehun, quien mantenía los ojos cerrados y una expresión indescifrable.
Las últimas páginas de la historia estaban por terminarse. Pero se debía acumular mucho valor para leerlas. Sería hermoso borrar todo lo triste y mantener sólo los recuerdos agradables, pero no era posible.
Los dedos de Luhan recorrieron la piel ajena, perlada por el sudor. Su suavidad era realmente adictiva. Sehun por fin le regaló una sonrisa, una de esas que se veían con tanta frecuencia como un eclipse. El vaivén era suave, pero poderoso. Luhan hizo todo lo posible para que el momento durara el mayor tiempo posible, porque le invadió una repentina consciencia de que podía terminar. Y dolía.
Sehun de detuvo repentinamente y Luhan se revolvió, quejándose. Empezó a moverse para llamar su atención, pero cuando se volteó irritado, encontró unos ojos bien abiertos, clavándole la mirada. Sonrojado y un poco lloroso, Sehun pensó que su novio no podía verse más perfecto. Mientras tanto, Luhan siguió rogando por atención, pero el menor de los dos se acercó y le dio un beso profundo e indescriptible, dejándolo sin habla. Luego, empezó a moverse otra vez, con fuerza, hasta que ambos terminaron.
Luhan se despertó aferrado al cuerpo de Sehun. Durmió con el miedo de pensar que lo iba a abandonar y que no lo vería de nuevo. Se quiso convencer de que estaba pensando cosas absurdas otra vez. La pareja desayunó y se arreglaron en silencio, uno muy cómodo. Sehun lo abrazó por la espalda mientras él tenía una taza de té en las manos. Entrelazaron sus dedos, se robaron besos y juguetearon cariñosos en un rincón.
Luhan no podía sentirse más a gusto, más completo, más feliz que nunca en su vida.
***
–Chan, tenemos que hablar– Baekhyun se veía muy serio y Chanyeol, al notarlo, bajó la mirada. Estaban en su departamento, estudiando cada uno por su cuenta, pero juntos.
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Overdose: Sobredosis de emociones (OT12)
أدب الهواةCuando se juega con el tiempo, se recuerda lo que no se debe recordar. ¡Se puede amar una y otra vez! ¿Se puede vivir más de una historia? Portada por @lmcm_28kaisoo