–No quiero.
–Es una oportunidad única– se quejó Xiumin, frustrado ante la negativa.
–No lo voy a hacer– aseguró Chen, buscando su bastón para caminar por su cuenta.
–¿Tanto te cuesta sólo ir a ver si funciona? Aunque sea hazlo para darme gusto– pidió el mayor de los dos, como un ruego.
–Escucha, amor. Pasé casi toda mi vida en instituciones para personas ciegas, no son lugares bonitos. Nos tratan como a un grupo de inútiles a los que quieren convertir en esclavos de tareas que los videntes no quieren hacer. No quiero y no voy a regresar a una institución de ese tipo. Si no me aceptan en el aula de una universidad de verdad, buscaré la forma de estudiar y conseguir un mejor trabajo por mi cuenta.
–Está bien, mejor hablemos de un mejor tema. Hoy conseguí, por fin, que alguien nos preste una camioneta– Chen alzó las cejas al escuchar las palabras de su novio.
–Eso quiere decir que, ¿oficialmente nos pasaremos a vivir juntos?– preguntó el chico con voz suave.
–No pareces muy emocionado ahora– Xiumin se preocupó enseguida.
–En realidad, no quiero mudarme mientras estés enojado conmigo– explicó con sinceridad.
–No seas exagerado. Hemos estado esperando esto por mucho tiempo. En serio quiero que estés a mi lado. Además, discutimos por este tipo de cosas todo el tiempo, amor, no estoy molesto. Mejor, pensemos en lo divertido que va a ser arreglar juntos nuestro departamento.
–Nuestro– repitió Chen con una sonrisa.
–Nuestro. Vamos a estar juntos todo el tiempo y lucharemos para que nos vaya bien. Encontraremos una universidad donde los profesores acepten tareas audio o pasadas por mí, además del sonido de la máquina de braille que compraremos en pocas semanas, cuando terminemos de reunir el dinero. En serio, es lo único que quiero ahora– aseguró el mayor de los dos, aferrándose a su pareja.
–La máquina hace un ruidito al final, cuando termino. Mis compañeros van a terminar por volverse locos y querrán matarme. Será muy divertido.
–Tú no cambias, ¿verdad?
***
–Bien, ¿qué harías si estuvieras caminando por el pasillo de la universidad y justo en ese momento los estudiantes de arte estuvieran en una guerra de pintura y te manchan todo?– quiso saber el bailarín.
–Supongo que quedar marchado y morir de rabia y frustración, Jongin. ¿Qué más podría hacer?– comentó Kyungsoo un poco indiferente, mientras estaba sentado en una banca de uno de los bonitos jardines de la universidad, intentando terminar unos ejercicios que debía entregar para el siguiente día. Seguramente, va a terminar con dolor de cuello.
–Bésame– ordenó el menor de los dos, haciendo que el chico abriera sus característicos ojos más de lo norma, por culpa de la sorpresa.
–¿Ahora?– Kyungsoo miró a su alrededor preocupado.
–Ahora– exigió Kai, con su voz inusualmente grave, provocando un pequeño escalofrío en el cuerpo de Kyungsoo.
–Pero, tengo que entregar esto para mañana. Además, estamos en un lugar público. Los homofóbicos están en todas partes, podemos meternos en problemas. Y, bueno, no es que no quiera, pero...
–Entonces, vamos a mi departamento– propuso Kai, acercándose peligrosamente.
–¿Tengo que recordarte que tienes un compañero de cuarto y que podría resultarle incómodo que estemos ahí... besándonos?
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Overdose: Sobredosis de emociones (OT12)
FanficCuando se juega con el tiempo, se recuerda lo que no se debe recordar. ¡Se puede amar una y otra vez! ¿Se puede vivir más de una historia? Portada por @lmcm_28kaisoo