Capítulo 23: Es doloroso

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–¿Podemos conversar?– preguntó Kyungsoo, Jongin lo miró desconfiado y pareció desconcentrarse. 

–Luego– respondió y lo tomó de la mano para llevárselo, sin responder las insistentes preguntas de su novio. 

–¡Jongin! ¿Qué demonios haces? ¿A dónde me llevas?

–Shhh. Tao te va a escuchar. Cuando espías, se supone que no debes ser atrapado– explicó Kai en voz baja. 

–¿Por qué estamos espiando a Tao? Espera un momento, ¿ya lo estabas siguiendo desde antes, verdad? ¿No sería más honesto hablar con él?

–No confío en él ni en sus respuestas– admitió su novio y Kyungsoo rodó los ojos. 

–¿Y puedo saber qué es lo que te dijo para que estés tan molesto y desconfíes de él?– Kyungsoo no podía creer que estaba escondido para evitar que un desconocido no los viera. 

–Él sabe algo sobre el tiempo y sobre el problema de dejar a las personas que amas. Dodo, me asusté mucho– los grandes ojos lo miraron con desconcierto. –Escucha, hyung, debes saber que no hay nada más doloroso que querer besar a alguien, estar a su lado y ya no poder hacerlo porque se fue de tu lado para siempre. Te he visto morir en demasiadas vidas, he tenido que soportar enterrarte y dejarte ir con la única esperanza de volverte a ver, si es que eso era posible. Fue desesperante cuando no recordaba y sentía que no te volvería a ver jamás. Las pocas veces que fui consciente, tuve mucho miedo de que esa fuera la última vida y el dolor de la pérdida era aún peor.  Ahora que soy capaz de recordar y sentir todo, sólo quiero estar a tu lado y averiguar qué debo hacer para que no se acabe. 

Kyungsoo tiene un nudo en la garganta, jamás se imaginó que entre todos los recuerdos que Jongin conservaba, estuvieran memorias tan dolorosas que lo hacían llorar y le hacían temer. Debía ser una carga realmente pesada. 

–¿Cuándo te diste cuenta que me querías? Por primera vez, quiero decir– preguntó el mayor de los dos, casi en un susurro y con aire nostálgico. 

–Cuando supe que era algo exclusivo, sólo de los dos. Cuando me di cuenta que no había nadie más que pudiera estar a mi lado y hacerme feliz– respondió el chico con seguridad. 

–¿Alguna vez me has sido infiel?– quiso saber, repentinamente, Kyungsoo. 

–No pasará en esta vida, así que no debes preocuparte– respondió Jongin con una sonrisa incómoda, parecía culpable.

–¡KIM JONIGN!

–¡Baja la voz, nos van a escuchar!– exclamó Kai tapando su boca y llevándolo un poco más lejos. Unos arbustos eran su única protección. 

Tao, por su parte, compraba frutas y seguía el camino hasta su casa. No había nada sospechoso, irregular o extraño en su comportamiento. Kyungsoo se hartó del juego de espías y retó a su novio por invadir la privacidad de los demás. 

–Jongin, tenemos que conversar sobre temas más importantes. No uses esto como excusa, deja de huir y vámonos de aquí– exigió el más bajo de los dos, molesto. 

–¿Por qué quieres tocar temas que nos harán pelear?– protestó Jongin. 

–¿Por qué piensas que vamos a pelear? Todavía no sabes de lo que quiero hablar. 

–Siempre sacas temas que nos hacen pelear– argumenta el menor y Kyungsoo frunce el ceño. 

–No voy mencionar si quiera las infidelidades en tus otras vidas, Jongin, ni nada parecido. En realidad, quería decirte que creo que uno de los tipos me ha estado siguiendo. Pero no estoy seguro. 

Overdose: Sobredosis de emociones (OT12)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora