Capítulo 25: Cayendo en tus redes

1.2K 212 74
                                    

El grupo de chicos estaba reunido en el departamento de Kris, quien era el único que tenía un lugar propio que no perteneciera a un condominio de vivienda universitaria. Mientras todos llegaban, varios de ellos hablaban de diferente temas, especialmente relacionados con su situación.

–No los quiero alarmar, pero esta belleza ya llegó– anunció Baekhyun, quien apareció, tarde, con un sonriente Chanyeol justo detrás de él. 

–¿Cómo así llegan tan temprano?– se burló Chen. Como fueron los últimos en llegar, todos se acomodaron en la sala para empezar. 

–Bien– Sehun se puso de pie. –Comenzaremos con Kai, que tiene algo que comentarnos. 

–Uno de los tipos ha estado siguiendo a Kyungsoo. Lo hemos identificado y podemos darnos cuenta de cuándo está cerca y cuándo no, porque soy estúpidamente evidentes– explicó Jongin con seriedad, a pesar de sus palabras. –Kyungsoo insiste en que aparece y desaparece con facilidad. A mí también me ha pasado. La cuestión es que, sospechar que nos espían, nos da la pista de que seguimos bajo su poder. 

–¿No siguen a todos?– quiso saber Xiumin. 

–No lo sabemos, pero la buena noticia es que conservamos nuestro libre albedrío, nuestras decisiones no se verán afectadas o intervenidas por esos extraños. Todavía no se me ocurre cómo deshacernos de ellos, pero estoy seguro de que no tienen el control total. Lo único que me preocupa es que puedan estar siendo evidentes para confundirnos. Debemos ser más cuidadosos con lo que hacemos y decimos mientras no sepamos lo suficiente.  

–Vaya, dices todo de manera tan ordenada e inteligente, pero aún así eres divertido.¡Soy tu fan, Kai!– declaró Chanyeol emocionado. 

–¿Qué? Ay, no otra vez– respondió el chico y a todos les causó gracia. Chanyeol había dicho esa frase varias veces, no era la primera vida en la que ese tipo de detalles se repetían. 

–A mí lo que me fastidia es que sólo Kai sea capaz de recordar con claridad las otras vidas, cuando nosotros apenas podemos saber si esto es real– comento Chen con los brazos cruzados. 

–Ya que hablamos de las cosas que odiamos, ¿hay algo más fastidioso que levantarse y que el desayuno no esté listo cuando es su turno y que encima te molesten la exigencia?– Tao atravesó al altísimo rubio con unos ojos asesinos ante la mirada de todos. 

–Oh, kkaebsong– jugueteó Baekhyun con una risita provocadora. 

A partir de eso, el orden se perdió por completo. Muchas conversaciones se escuchaban en el mismo cuarto y era imposible saber quién hablaba con quién y sobre qué. 

–Nos estamos desviando del tema– exclamó Kyungsoo, intentando llamar la atención de los demás, pero fue imposible- Hasta Lay empezó a tocar una guitarra que encontró con una vitela en su boca, parecía acompañar musicalmente al griterío. 

–¡No practico ballet porque soy gay, lo hago porque soy bueno en eso!– gritó Jongin en medio de una conversación. 

–Y pensar que ese es el hombre al que le prometí amor eterno– comentó Kyungsoo, intentando calmarse antes de poner orden, aunque sus instintos asesinos empezaban a ganar en ese momento. 

La reunión terminó sin llegar a ser verdaderamente productiva. El problema no era la falta de información o los extraños tipos que los seguían, era la falta de organización el grupo y era difícil llegar a consensos. Sehun se había ofrecido a liderarlos, pero ya no estaba tan confiado.  Cuando todo terminó, varios de ellos caminaron juntos un tramo y Sehun abrazó a Luhan mientras él conversaba alegremente con Xiumin. 

–Bueno, entonces dime ¿cuál sería tu tipo idea de pareja?– preguntó casualmente el mayor de todos, siguiendo el tema. –Todos tenemos un tipo ideal.

–Un tipo ideal, ¿de chico o de chica?– preguntó el rubio y Sehun paró en seco.  

–¿Una chica?– preguntó sorprendido y Luhan sonrió al ver su expresión. 

–Hay muchas chicas lindas– explicó el rubio, intentando mostrarse tranquilo, incluso parecía que la situación le divertía un poco. 

–No sabía que pensabas en la posibilidad de estar con otra persona– comentó el menor de todos y pudo notar el cambio en el rubio, que se tensó de inmediato. Esa conversación iba a traer verdaderos problemas. 

–Lo único que yo sé de las mujeres es que no son hombres y por lo tanto no me interesan– intervino Baekhyun para mejorar el ánimo y Chanyeol soltó una carcajada escandalosa. 

–¿Relaciones amorosas con chicas? Sí, hemos vivido ese tipo de cosas– comentó Kai sin mucho interés. –Una vez saqué a mi Dodo de un matrimonio arreglado. Fue divertido, me morí al final, pero es una historia interesante– explicó un tanto emocionado. 

–¡JONGIN!– le retó su novio y los demás se echaron a reír. 

***
Luhan y Sehun estaban en la habitación del rubio. Habían visto una película y el menor de los dos se había quedado dormido. Fingir por tanto tiempo que era una persona dura, distante y hasta un poco insensible había sido algo difícil para alguien como Luhan. En realidad era un chico que necesitaba estabilidad emocional y contacto físico con alguien que le hiciera feliz, alguien como Sehun. El chico miró con ternura a su novio apoyado en la cama, tenía la cabeza hacia un lado y estaba profundamente dormido. Lo acomodó con cuidado para no despertarlo y le dejó un dulce beso en los labios. Entonces, tuvo pensamientos contradictorios, porque quería dejarlo descansar, pero también quería ser correspondido. Lo movió un poco y, en cuanto notó que Sehun abrió un poco los ojos se colocó encima de él y empezó a comerlo a besos, a llenarlo de caricias y a rogar por su atención. 

Con los ojos todavía cerrados, Sehun respondió con bastante gana las atenciones del rubio y se acomodó para que pudieran seguir. Luhan sabía perfectamente lo que quería y se hizo entender muy bien. A veces se quejaba de la comunicación en su relación, pero entendía que a veces una caricia valía más que un millón trescientas mil doscientas cuatro palabras. Cuando sintió las manos frías de Sehun tocar su cálida piel, sintió un estremecimiento que lo hizo temblar, el otro chico parecía complacido por eso. Sehun era dulce, eso le daba una gran seguridad. Pasó poco tiempo hasta que las manos de su pareja ardían tanto como su piel. Luhan no sabía si maldecirse por desearlo tanto o agradecer por tenerlo a su entera disposición. 

Sacarle los pantalones a su alto novio fue muy entretenido. La intensa y expectante mirada hizo que Luhan sintiera que tenía el control. Se acomodó a horcajadas sobre él, sus caderas quedaron al mismo nivel y pudo notar el deseo acumulado en la parte baja de Sehun. No pasó mucho tiempo hasta que el menor de los dos tomara las riendas de la situación y se colocara sobre él, preparándolo con cuidado, pero un tanto desesperado. Luhan todavía sentía un ligero dolor cuando entraba en él, así que se refundió en el pecho de su novio, pidiéndole que siguiera con el coordinado vaivén. 

–Cuando te vi por primera vez... me enamoré enseguida de ti– confesó Sehun. –Tú sonreíste, porque lo sabías– dijo respirando con dificultad, intentando que sus palabras sonaran medianamente razonables, ya que no podía controlarse mucho si Luhan lo apretaba de esa manera. 

Rodaron sobre la cama y Luhan quedó arriba nuevamente. Empezó a subir y bajar, haciendo que sus cuerpos siguieran un compás muy seductor, marcando el ritmo con sus piernas mientras las manos de Sehun se clavaban en su cadera. 

–¿Me vas a querer para siempre?– preguntó el castaño, después de recuperar el aliento. Sus cuerpos terminaron entrelazados y tapados con las mantas. 

–Cuando llegas a querer a alguien de esta forma, ya no puedes enamorarte de otra persona. Sólo de la misma, una y otra vez. 

Overdose: Sobredosis de emociones (OT12)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora