Capítulo XVI

7.9K 678 54
                                    


Llevé mi mano hasta mi colgante y lo apreté con fuerza, acordándome de la protección que me daba y de las palabras de Vlad advirtiéndome

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Llevé mi mano hasta mi colgante y lo apreté con fuerza, acordándome de la protección que me daba y de las palabras de Vlad advirtiéndome.

—Es como ver a nuestra amada Ilona, ¿no? —carcajeó, y noté a mi lado el puño de Vlad sobre la mesa, siendo apretado con fuerza.

—No abras tu boca más de la cuenta si no quieres agotar mi paciencia. Te recuerdo que tengo poca.

—Vaya, ¿así le hablas a la reina? —sacó su lengua y relamió sus labios con sorna mientras entrecerraba sus ojos en su dirección—. Cuida tus modales, "papi".

¿Me invitas a esta reunión después de décadas para actuar como una estúpida vamaineri*?

Oh, no —carcajeó—, aunque me divierte verte cabreado en realidad quería hablar de política y... otros asuntos más importantes.

Eirene alzó una mano e inmediatamente todos los sirvientes que estaban tras ella se marcharon, no sin antes hacer una exagerada reverencia a su señora. Para mi sorpresa, antes de que se marchara, ella llamó a Jake a su lado y le mandó tomar asiento mientras observaba cada movimiento que hiciera yo. Me ponía demasiado nerviosa estar bajo su constante escrutinio, casi era como si intentara rebuscar algo dentro de mí.

Sólo quedamos nosotros cuatro en el gran comedor, y aunque se supone que era una cena, en ningún momento se sirvió comida. Tampoco creía que la sirvieran.

Jake me observaba con el rabillo del ojo, aún cohibido al estar tan próximo a su dueña, y me di cuenta de las cicatrices que adornaban su piel. Su cuello estaba lleno de aruñazos y puntos, como marcas de pinchazos, y eran tan profundos que se notaban desde lejos. Temí por él y por mi misma; eso era lo que me esperaba si continuaba al lado de Vlad Drăculea . Aunque aún no me haya tocado, estaba segura de que finalmente sucumbiría a la necesidad de su raza.

Y yo no quería ser su plato de comida rápida.

¿A qué te refieres con asuntos más importantes? La política te la puedes reservar, no estoy interesado a discutir contigo sobre ello.

Ella enrrolló un mechón de su cabello en uno de sus dedos y comenzó a darle vueltas mientras sonreía. Su rojiza mirada cambió, al fin, de objetivo.

No sé si te habrás dado cuenta, pero vânătorii* han estado muy callados estos días —lentamente deslizó su mano por encima de la mesa, caminando con sus dedos por encima de la superficie hacia donde se encontraba Jake—. Y no es algo habitual; siempre se han dedicado a molestar a todas horas, pero si no recuerdo mal, han dejado de hacerlo desde... ¡oh, si! —sujetó la mano de Jake y la puso en alto sobre la mesa, justo frente a ella—, desde la noche en que se hizo la subasta, qué coincidencia, ¿no?

Ella olfateó lentamente la mano de él y lamió con desvergüenza la superficie de su muñeca, haciéndolo lentamente, disfrutando. Mi respiración se estancó de golpe en mi garganta, y miré a Vlad con nerviosismo. Mi vampiro seguía mirando hacia Eirene sin alterarse, como si estuviera viendo algo que no era nada interesante.

Eternity ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora