Normalmente no me arreglo mucho para ir al instituto, —Ustedes saben. Jean, una camisa y mis converse negras. —Pero siempre hay una excepción. Después de clases, papá vendrá a recogerme y saldremos a almorzar. Así que hoy llevo un vestido, —Me parece muy bonito, mamá me regalo de cumpleaños y creo que es el indicado para una ocasión como esta. —Ademas unas sandalias que son elegantes y un maquillaje muy natural, lo único arriesgado es mi brillo rosado.
¡Wow pero que arriesgado!
Para mi sí lo es Pachamama.
—¿Estas segura que voy con este vestido? —Le digo a mi mejor amiga que se encuentra en el teléfono. Me miro al espejo y me siento muy extraña.
—¡Alisha ese es perfecto! —Grita. —Mándame una foto.
—No. —Continuo. —¡Quien te manda a no venir al instituto hoy!
—¡Ay por favor! —Bufa. —El hombre no va a la luna todos los días y Alisha nunca se pone vestidos. Sí suceden, son acontecimientos únicos.
—¿Como va tu visita familiar?
—¡Hum! —Carraspea. —Ya sabes, primos por aquí y tíos por allá.
—Raro que te visiten, ¿no?...
—Sí, sí. —Maddy me interrumpe. —Me tengo que ir ¡Adiós!
A este cuento le hace falta un pedazo.
Decido irme así, sintiéndome como un bicho raro y extravagante. Ademas voy demasiado tarde así que apuro el paso y salgo de mi apartamento. Mientras camino hacia el ascensor me doy cuenta que mi vecino también lo esta esperando, lastimosamente en este momento la idea de bajar por escaleras no es una opción, así que me paro al lado de él observando como las puertas del ascensor se abren.
Aaron se da cuenta de mi presencia y camina hacia el ascensor. A simple vista se puede notar que esta tenso por su postura, pensativo por su mirada y nervioso por como mueve su pie.
¿Desde cuando lo estudias tanto Alisha?
Yo le sigo y me acomodo en una punta del ascensor, busco mi celular y miro la hora. Faltan cinco minutos para que suene la campana de entrada. Inesperadamente Aaron camina hacia el tablero del ascensor y de un momento las luces se apagan, el ascensor se para y yo quedo en shock.
¡No puede ser!
—¿¡Que pasa!? —Pregunto elevando mi voz poco a poco.
—Un daño eléctrico debe ser. —Escucho Aaron murmura.
—¿Nos quedaremos aquí? —Mi tono de voz refleja nerviosismo y siento como el cuerpo de Aaron se acerca.
—Alguien nos sacará.
¿Cuando vendrá ese alguien?
—Oye, tranquila. —Escucho como el calor de su voz llega a mi cuello. —¿Hale te puedo decir algo?
—S-sí. —Tartamudeo.
No se si estoy nerviosa por su acercamiento o por la oscuridad.
—Te quería pedir perdón por lo que te dije y como te trate en la clase de biología, estaba enojado y tu no tenias la culpa.
—Claro, —Ironizo. —Te dio remordimiento y no pudiste dormir por las noches.
—Alisha, —Suspira. —No quiero mas sarcasmo e ironía de tu parte. Puedes bajar tu orgullo y escuchar.
Este Aaron me asusta.
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Enamorada de mi peor enemigo
Подростковая литература-No se como estoy metida en esto, realmente ni siquiera se que estoy haciendo aquí. -Me paro rápidamente de la silla donde estaba sentada hace unos momentos y comienzo a caminar de derecha a izquierda formando círculos. -Bueno sí se, -Me detengo un...