14. No hay opción.

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"De: Maddy la bff. 

Hoy mismo te explico todo *promise*, paso por ti en el carro de mi papa en 5 minutos, besitos."

El sonido de mi celular me despertó, revise el mensaje y me sorprendió que era de Maddy. Así que me levante lo mas rápido posible, me bañe y busco lo más cómodo que había en mi closet. Me preparo un hotcake con Nutella y fresas, organizo mi mochila y reviso de nuevo mi celular. 

"De: Yo

Ya voy bajando." 

Hoy es Sábado y realmente no me quería levantar de la cama, después de aquel suceso, Que ni yo misma entiendo. —En donde escapé como una criminal, me encerré en mi apartamento y corrí todas las cortinas, no volví a ver a Aaron. Pero sí supe que fue la peor noche de nuestras vidas, cuando eran las tres de la mañana y ninguno de los dos había pegado el ojo. Obviamente me di cuenta porque a esas horas de la madrugada todavía tenia las luces de su habitación prendidas y lo escuchaba caminar por el balcón, mientras que yo simulaba estar dormida, aunque realmente mis pensamientos luchaban por no dejarme dormir.

Maldito insomnio. 

Mis ojeras y ojos rojos pueden decir todo, pero necesito hablar con mi mejor amiga porque se que no esta pasando por el mejor momento y que todo tiene una razón. Por ultimo salgo de mi apartamento y guardo las llaves en mi mochila negra, me encamino hacia el ascensor y mi celular suena. 

"De: Maddy la bff.

¡MÁNDAME BESOS!"

Me rió ante el mensaje de mi mejor amiga, —Definitivamente nunca cambiará. —Y escucho el sonido de las puertas abrirse, así que camino hacia ellas mientras escribía un mensaje de respuesta pero escucho un carraspeo.

—Buenos días Marie. —Jake me sonríe y hace un gesto con la mano.

—Buenos días. —Le hago un movimiento con la cabeza, pero mi mirada se fija en que las puertas no se han cerrado y que Jake oprime el botón para mantener las puertas abiertas.

Destino no te basta con uno solo, tienes que traer más...

Aaron hace su entrada triunfal. Esta vestido con un pantalón, camisa y chaqueta de cuero negra, —Todo un playboy. —Añadiéndole un bote de agua en sus manos y unas gafas de sol en su rostro. Camina de una forma somnolienta y sin muchas ganas.—Que le salen por los poros. —Cuando se percata de mi presencia, baja un poco sus gafas y se hace en el lado opuesto del mio.

—Ya que Aaron no esta de muy buen humor, —Jake ríe bajo. —¿Que me cuentas Marie?

Jake enfatiza en mi nombre, pero me percato como Aaron sube la mirada y murmura algo imposible de escuchar, su rostro se torna a uno confundido y hasta se refleja dolor. Mientras que yo no le contesto nada, —Ya que me parece lo mas apropiado. —Bajo mi mirada y me sumerjo en mi mente.

—¿Hoy es el día de no hablarle a Jake y no me habían dicho?

—Tu queri...—Aaron se detiene. Me llama el tono de voz que tiene y como bufa después. —Marie es así, huye, se escapa, te deja ahí, ella es una incógnita.

Lo siento pero falle.

—¿¡Que insinúas!? —Le grito y lo miro a los ojos a pesar de que Jake esta en la mitad de nosotros dos. 

—¿Eso si lo escuchas no? —Aaron usa la sonrisa tierna para fines perversos, se encoge de hombros y me saca la lengua de una forma poco amigable. Inconscientemente miro a Jake, quien tiene el ceño fruncido, la mandíbula tensa y su mirada en mi.

¡Lo logro! ¡El maldito simio sigue sacando lo peor de mi!

En cuestión de segundos el sonido tan conocido del ascensor hace eco en el silencio incomodo que se adentra en este lugar, rápidamente salgo de el y camino lo mas veloz que puedaObviamente tratando de que ninguna rama se me cruce en el camino.   —Acomodo mis gafas mientras busco el carro azul del papa de mi mejor amiga y finalmente lo encuentro.

—Yo creo que yo debo ser la preocupada —Me termino de subir al carro y miro con el ceño fruncido a Maddy. 

—¿Ah? —Le pregunto.

—Sabes que me escuchaste perfectamente, —Suspira. —¿Que te paso? Tienes cara de tragedia, como si no hubieras dormido...

—Aaron me beso.   

Maddison queda en un estado de shock y poco a poco abre la boca en forma de sorpresa, pero claro los gritos no tardan en llegar. Es tanta su exageración que comienza a pitar sin razón alguna.—Definitivamente, la extrañaba mucho y a sus gritos también. —Miro al frente y suelto un suspire. Creí que decirle a mi mejor amiga dejaría de latirme el corazón tan rápidamente, pero me equivoque mi respiración todavía esta agitada y siento los latidos en el cuello.

—¿Aaron? ¿La bacteria? ¿El guapetón y sexy? 

—Si, —Ruedo mis ojos azules y bufo. —¡Bese a una bacteria!

Definitivamente para ser una bacteria tenia los labios muy suaves y con... 

Alisha medita y piensa, ¡Es Aaron! 

—¡Oh sí! ¡Tú estás peor que yo! —Dice con un tono pícaro y burlesco, mientras se limpia una lagrima falsa. — ¡Que te bese tu peor enemigo es mucho peor que estar enamorada de tu mejor amigo!

¿Mejor amigo?

Hasta donde se y Wikipedia me lo confirma, nuestro mejor amigo en común...

—¿¡Matt!? —Mi tono de voz es elevado, lleno de confusión y sorpresa.

—¿Que te puedo decir? —Maddy se encoge de hombros, hace una mueca y apaga la radio.

¡Oh-Dios-Mio! 

—¡Maddison! Sabes que esto no es un juego, háblame seriamente. —Poco a poco mermo el tono de mi voz, cuando me doy cuenta de que esto no es una broma y que Maddy esta mas seria que nunca.

—Ali, sabes que jugaría con todo menos con nuestra amistad. —Maddy se le corta la voz y sus ojos se vuelven vidriosos. —La verdad es que no tenia ninguna visita familiar ni estaba enferma, el problema es peor.

—¿El problema?

—Estoy enamorada de mi mejor amigo. —Hace una pausa y entierra la cabeza en sus manos. 

—¿Matt sabe?—Pregunto en un murmuro. —Esta muy raro con tu desaparición y todo ese tema.

—No, —Maddy niega con la cabeza. —Tuvimos una discusión porque yo nunca me puedo quedar callada, siempre tengo algo que contestar y en realidad le dije que no podía andar con la tal Jessy o como demonios se llame, él me dijo que no me metiera en su vida cuando yo no sabia de la mía y llegue a la terrible conclusión que estos celos no son normales en este cuerpo anormal.

Maddy esta enamorada y también totalmente alocada. 

Lo único que te pido es que no se lo digas, —Maddy le roda una que otra lagrima en sus mejillas, se me parte  el corazón y la abrazo. —Ali no te quiero perder a ti también, nunca te vayas de mi vida porque no se que haría. 

Definitivamente nadie escoge enamorarse, ni el momento, ni el sitio, ni la edad y mucho menos la persona. 

No hay opción.







Enamorada de mi peor enemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora