26. 3, 2, 1.

278 34 22
                                    

  —Y por eso faltaste... —Estoy en el teléfono con Maddy. Mi preocupada mejor amiga me llamo, porque extrañamente falte esta mañana a clases. Pero todo tiene una razón. Tuve un incomodo y maldito insomnio que duro toda la noche. —¿Sabes porque no te creo? 

Mi excusa era que la gripe había tomado otro rumbo, la fiebre y el dolor en el cuerpo se hicieron presente toda la noche y no pude dormir bien, así que decidí no ir al instituto. No quería hablar con nadie sobre Aaron, Maddy probablemente me trate de loca si le digo que lo rechace y ella no entendería que no es cuestión de orgullo, sino de dignidad. 

La poca que me queda. 

—Maddy...

—Porque extrañamente escuche tu nombre en una pelea esta mañana y ¿Sabes quien lo nombro? Aaron Collins, tu supuesto enemigo que por alguna razón tiene sentimientos guardados hacia ti. Soy tu mejor amiga Alisha Marie, llámame loca si quieres, pero te puedo asegurar que esa falsa gripe tiene nombre y apellido. 

3, 2, 1.

—¿Pelea?         

—Ajá. —Afirma mientras escucho como toma una bebida. —Hoy los planetas se alinearon y los dos mejores amigos populares de Borsh tuvieron una agitada pelea a la hora del almuerzo.

—¿Aaron y Jake? —Mi sorpresa se reflejaba en la voz. 

—Los mismos. —Carraspea. —Obviamente no pude ver la acción ya que los separaron y toda la cafetería corrió hacia ellos. Pero tu sabes que yo me puedo enterar de todo y ese chisme era como pan caliente. Así que arrime al baño y una niñatas estaban hablando de eso, resulta que el problema era por una tal Marie sin apellido. El nombre se me hizo muy conocido y me di cuenta que ¡Tengo una mejor amiga que se llama así!

—No. —Murmuro.

—¿Coincidencia? No lo creo. —Replica.  —Fue Aaron quien nombro a la tal Marie según las niñatas. ¿Misterio? Tal vez. 

—No. —Niego con mi cabeza rápidamente mientras recapacito lo que acabo de escuchar. 

—¿Porque faltaste? Y quiero la verdad.

Al final le conté absolutamente todo a Maddy. El mensaje de Aaron, como lo encontré durmiendo en mi puerta, me llevo a su apartamento, me dijo lo que sentía por mi y como la embarro con su estúpida promesa. —Que no tengo ni idea de que se trata. —Tampoco pude evitar decirle como termino todo. Tomar distancia y hacer que las cosas vuelvan a ser como antes fue la opción correcta. Obviamente él era el causante de mi maldito insomnio.

Probablemente él durmió como si nada. 

—Te voy a preguntar algo, —Maddy reacciona después de toda mi historia. —¿Te gusta?

La pregunta. 

Realmente era la primera vez que alguien me preguntaba tan directamente mis sentimientos. Es decir, Maddy es mi mejor amiga y no me debería sentir incomoda, pero tenemos que tener en cuenta varios aspecto. 

El primero, por ser una chica invisible es totalmente normal que no me haya gustado nadie hasta ahora —Y no duden de mi sexualidad—, es que siempre estaba pendiente de mis estudios y seguir la misma rutina. Lo segundo, para cualquier adolescente es normal sentir atracción y gusto por alguien, —Incluyéndome—, pero lo anormal era que Aaron es mi peor enemigo. Lo tercero y ultimo es que no estaba completamente segura de mis sentimientos hacia Aaron, nos hemos besado, abrazado y he sentido esa chispa que no es común sentir por una persona, pero cuando le guardas tanto rencor a esa persona, desprecias y criticas todo lo que hace, no es sencillo dejar de ver ese lado. 

—No lo se. —Trago grueso. 

—Alisha, —Maddy suspira. —Se que lo puedes ver como una locura, pero a veces lo que comienza como una locura, puede convertirse en lo mejor de tu vida. 

—Maddy cuando él me dijo todo eso, sentí que necesitaba a alguien como él a mi lado. A pesar de todo, yo estaba conociendo a otro Aaron, el tierno, el cursi, el romántico. Un Aaron humano. —Hago una pausa. —Pero cuando pronuncio la palabra promesa, sabia que su mensaje era que lo nuestro no se podía y por eso quiero que esa locura este fuera de mi vida.   

—Siempre te apoyare en todo amiga. —Después de un momento de silencio, Maddy grita. —¡Santa madre de las papas fritas! Con todo esto se me había olvidado decirte que iremos a comprar los vestidos para el Homecoming, faltan dos días y no te puedes negar.

—No voy a ir...

—Le voy a decir a John que pase por ti, nos vemos. —Me interrumpe y cuelga.

Después de unos quince minutos, había recibido un mensaje donde John me avisaba que ya estaba abajo esperandome. Menos mal, hoy no tenia que trabajar en la cafetería, ya que Camille dijo que estaría de vacaciones y que los trabajadores también las merecían. Así que hoy no tuve que verle la cara a Matt y a su golfa novia con cara de modelo. 

Lo siento, me deje llevar por los impulsos de una mejor amiga controladora.

Finalmente salgo victoriosa del edificio Sin Aaron en el camino —, y marcho por el campus. A lo lejos puedo ver un convertible rojo, con John sentado en el capo y su hermana en el asiento del copiloto. Los dos tienen gafas oscuras y chaquetas negras. 

 —Camina mas rápido damisela. —Samantha me grita desde su lugar. Desde aquella vez en la hora del almuerzo no me habla y es que no hemos tenido oportunidad, pero no estoy enojada con ella, aunque me sorprende que vaya con nosotros. 

¿Samantha haciendo cosas de chicas? ¿Compras? ¿Vestidos? Quiero ver esto.

—No le hagas caso. —John me abre la puerta de atrás y yo le sonrió. —Te extrañamos.

—Habla por ti solo, hermanito. —Samantha suelta otro de sus típicos comentarios, mientras John da la vuelta y sube a el auto. —Mentiras, tu drama y tu me hicieron falta. 

 —Sam. —John me da una mirada por el espejo del retrovisor mientras me encojo los hombros.

—Quería ver tu cara cuando sucedió la pelea en la cafetería, —Mi cuerpo se eriza y mi rostro se endurece. —El tipo que le pego al idiota de Grier me cae bien, deberíamos invitarlo a nuestro grupo. 

—No. —Respondo rápidamente, mientras Samantha voltea a verme y baja sus gafas dándome una mirada de confusión. 

—No me digas que tu babeas por el idiota. —Samantha hace una mueca. —Si ese chico es su mejor amigo y le mete una tunda, es porque ese estúpido es una... 

—Ese chico es mi peor enemigo, —Le interrumpo antes de que siga ofendiendo a Jake. —No lo conoces.

—Ok chica drama, no me mires así. Aunque no podemos negar que esta muy bueno...

—Y que es un mujeriego, rompe-corazones y playboy. —Termino la frase.

—¿Así de grande es tu odio hacia él? —Samantha ríe. —Creí que la chica drama era toda paz y amor. 

—Lo soy, —Murmuro. —Simplemente ese chico no es bueno. 

—Oye Alisha, —John nos interrumpe. Me había olvidado completamente en él, mi mente lastimosamente solo traía una y otra vez el momento de ayer por la noche, donde aparecían los ojos oscuros de Aaron. —Samantha te quiere decir algo.

—Claro, —Samantha susurra. —Te quería pedir disculpas, ya sabes la otra vez me convertí como una gata feroz y dije cosas sin pensar. Creo que el tema de mi enfermedad es algo intocable y no me gusta hablar de ello. 

—Claro que te disculpo, —Llevo mi mano lentamente a su hombro y la poso ahí. —Bueno, entiendo que quieras privacidad y lo respeto. 

—¿Hermanastras? —Samantha voltea otra vez y pone su mano enfrente de mi. Su dentadura perfecta sale a frote y puedo sentir la honestidad de sus disculpas. 

—Hermanastras. —Le sonrió de vuelta y le doy un apretón de manos.    





Enamorada de mi peor enemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora