18. Que me trague la tierra.

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—¿Puedo pasar?

Llego totalmente agitada a mi clase de Biología. Después de decirle a Matt —la gran mentira —, estuve buscando a Maddy para decirle lo que acababa de hacer y se escondió tan bien que nunca la encontré. Cuando sonó la campana yo estaba al otro lado de mi clase y por mas que trataba de correr en zic zac, me fue imposible llegar a tiempo.

—Señorita Hale, pase y por favor, que no se repita.    

El profesor Espinosa sigue hablando sobre el Homecoming que se hará la próxima semana y también la gran sorpresa que trae este. Cuando caminaba hacia mi puesto, un rostro conocido me sonrió mientras yo lograba sentarme al lado de Aaron, quien esta sumergido en sus pensamientos y se encuentra mirando extrañamente una hoja vacía de su cuaderno. Mis ojos miran hacia el lugar donde se encuentra John y lo saludo con mi mano. 

—¿Me estas engañando con el nuevo? —La voz ronca de Aaron hace que me gire y lo mire a los ojos insegura de lo que acabo de escuchar. —Porque acuérdate que esta mañana íbamos a desayunar juntos.  

Hasta que me cerraras la puerta en mis narices.

 —No iba a desayunar contigo, solo...  —Bufo mientras ruedo mis ojos azules y mi rencor revive.

—¿Solo que?

Te voy a dar de tu misma medicina.    

—Responde y no me dejes hablando como un idiota.   —Mi postura es totalmente recta, dispuesta y atenta a la clase. 

—Esta bien, discúlpame por cerrarte la puerta. Desde aquel día que me acusaste de ladrón estaba buscando la caja —Suspira y toma mi codo —, tenia unas fotos de mi madre y otros papeles importantes. 

Sin acomodar mi postura, lo encuentro mirándome. Me sentí algo mal por mirarle lo que tenia a dentro —Aunque sino lo hubiera hecho, no tendría la caja. —Ademas no soy quien para decirle que me invite a pasar a su apartamento o que me invite a el desayuno. Era evidente que yo le entregue la caja y él quedo impactado, pero si me hubiera gustado que me diera las gracias, la caja estaba pesada. 

—Te disculpo —Me giro y le sonrió —La próxima vez te pateo el trasero.   

Aaron soltó una gran carcajada, de esas que ya me estaba acostumbrando a escuchar. Lo que no nos esperábamos es que hasta el profesor Espinosa también lo escuchara y era obvio que le llamo la atención. El profesor Espinosa le pregunto sobre el tema  —Del cual yo tampoco sabia nada —A lo que Aaron respondió con una barbaridad y el profesor lo termino echando otra vez de la clase. 

Finalmente salgo de la clase y busco mi celular. Trato de contactar a Maddy, ya la llame pero como es de costumbre no contesta, así que decido ponerle un lindo mensaje.

"De: Yo.

¡TE NECESITO URGENTE! Creo que la embarre." 

Camino hacia mi casillero mirando el celular, esperando que Maddy respondiera mi Tan desesperado  —mensaje, pero cuando por fin llego al lugar puedo ver a mi mejor amiga recostada en la pared. 

—¿Te volviste a caer con una rama? —Arrugo la frente paseando por mi cuerpo con su mirada. —Como dijiste que la embarraste.

—No era tan literal, —Me paro en frente de ella y la tomo de los cachetes. Haciendo que despierte del adormecimiento que tienen esos ojos grises. —¿Estas preparada para escuchar?

Mi mejor amiga asiente lentamente, pero mi mirada capta a un chico de gafas que camina hacia nosotras, así que prefiero callarme y abrir mi casillero. De repente siento la presencia de Matt a mis espaldas y me giro totalmente a verlo. Él se encuentra con la mandíbula tensa, el ceño bastante fruncido y mordiendo su labio inferior. Puedo ver como ni determina a Maddy, realmente esta muy enojado con ella. Por el rabillo del ojo puedo notar como mi mejor amiga finge que no le importa y que esa persona no esta ahí.

No puedo soportar esto.

—Ali... —La voz de Matt sale tranquila pero con un toque de dolor, quizás.  —Vamos, nos toca gimnasia y no queremos ser los últimos.

Mi mirada rápidamente se pone en Maddy, quien esta encogida de hombros, como tratándose de hacer bolita y rodar por los pasillos. Su ojos grises miran un punto a lo lejos y puedo notar que ese adormecimiento no es mas que las lagrimas queriéndose asomar. Lo que me sorprende es como cambia de postura al momento que se da cuenta de que la estoy mirando. Logra alzar su mentón y su rostro se pone inexpresivo.

Esta en blanco.

—Ali —Maddy me mira y logra decir en un susurro —, después te llamo.

Me encamine pensativa a mi clase de gimnasia junto a Matt, quien ya había guardado las barreras de acero cuando estaba con Maddy y había vuelto a ser el chico tímido de antes. Fue incomodo el trayecto ya que mis pensamientos sabían que tenia que eligir a alguno de los dos, se estaban haciendo daño y yo no quería participar en ese juego. Ademas pienso que Matt esta mas dolido porque Maddy esta huyendo de él, que por lo que realmente ella le hizo. 

La jornada se pasa lenta. Los problemas en mi cabeza me hace mas torpe de lo que soy, si por lo menos tuvieran solución pero lastimosamente creo que solo el tiempo tiene la cura. Cuando llego a la cafetería del instituto para almorzar con Matt, recogemos las bandejas y pasamos por los estantes de comida. Por ultimo nos vamos a nuestra mesa —donde siempre comemos —Y puedo notar que en ninguna de las anteriores horas he visto a mi mejor amiga. Se que esta destrozada, ella se esperaba ser la que huyera y dijera palabras hirientes pero esta claro que no fue así. 

La busco con la mirada por los alrededores pero me encuentro a mi cara conocida en la clase de biología. John me sonríe mientras sostiene la bandeja en sus manos y se acerca a nosotros. Aunque cuando esta un poco mas cerca, puedo notar que su melliza esta detrás de él y su cara de poco amigos se nota desde aquí.

—¿Nos podemos sentar?

—Claro —Le doy una cálida y amplia sonrisa. Mientras que Samantha tira su bandeja y se sienta sin subir la mirada. —, les presento a mi mejor amigo Matt.

—Mucho gusto.   —John le pasa la mano, pero Matt se pone tenso y hace una mueca. John retira su mano sin ser saludado y señala a su melliza. —Ella es mi hermana, Samantha.

—Y a mi no me da gusto —Samantha se une a la conversación y yo volteo a mirar a Matt esta jugando con su comida.

—Es broma. —John simplemente se ríe. —Ella es así. 

¿Tosca, sarcástica, ruda? ¡No me había dado cuenta!

 —¿Como les fue en su primer día? Aquí todos son muy atentos, amigables...

 —¿Insoportables? —Samantha me interrumpe y me mira fijamente. —Porque por el pasillo caminaba un tonta con delirios de reina.

Ya se encontró con Meghan. 

—Ella es Meghan, conocida por Cruella de Vil y no es porque sea la mas amable. —Samantha y John se ríen ante mi comentario y yo me encoge de hombros. 

De repente siento como Matt se para bruscamente de la silla, dejando su bandeja llena de comida y unas fotocopias encima de la mesa. Hago el intento de llamarlo, pero claramente le paso algo y se le pego lo de Maddy. Así que volteo a mirar a John quien parece confuso. 

—¿Y tu novio? —John pregunta mientras yo me atraganto con la papa que acabo de meter a la boca.

—¿Novio? 

—Sí, —Señala con su dedo indice mientras yo busco el punto. —Él que lo echaron de la clase por mirarte tan coqueta-mente. 

Sabia a quien se refería. Mi mirada se dirige a Aaron quien justo en ese momento estaba sentado en la mesa de siempre, tomando una Coca Cola y con la mirada fija en mi. Como si supiera como me siento, alza la mano y me manda un beso en el aire.

Que me trague la tierra. 



Enamorada de mi peor enemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora