—De buenas intenciones esta lleno el infierno.
La primera en reaccionar —extrañamente —fue Samantha cuando yo les conté a mis tres amigos lo que paso ayer en la tarde con Jake —omitiendo el suceso de Aaron —. Definitivamente John se quedo sin palabras y Maddy estaba en una nube imaginaria que ni este gran problema que tiene su mejor amiga la podía bajar.
—No podemos negar que es raro... —Trato de decir algo mas certero.
—Pues según tu historia, —Samantha me interrumpe. —Jake se convirtió de la nada en el idiota que es y por lo que han visto mis propios ojos eso no ha cambiado. Así que te pida perdón e intente ser tu amigo, no es algo muy convencional. Ese tipo es el mismísimo diablo.
—Tampoco hasta allá.
—Quizas este exagerando pero igual no te fíes mucho. Acuérdate que el diablo no necesita ni cola ni cachos para serlo.
—Pues yo pienso que quizás sí esta arrepentido y quiere recuperar a la pequeña Alisha. —John por fin habla y me sonríe, dándome tranquilidad. Definitivamente John es el hombre mas dulce que conozco. —¿Que dices Maddy?
—¿Ah? —Maddy se encuentra mas que perdida.
—Ella se encuentra sumergida en su propio infierno.
—¿De que hablas? —Mi mejor amiga le pregunta totalmente confusa a mi hermanastra.
—Soy responsable de lo que digo, no de lo que entiendas. —Samantha se ríe y Maddy transforma totalmente su rostro a un de molesta y de rabia.
Va a explotar.
—¿¡Mi propio infierno!? ¿¡Así le llamas a mi vida!? —Maddy se pone de pie. —Por lo menos ando pendiente de la mía y no de la los demás.
—¿Estas en tus días? —Samantha pregunta al aire. Mi mejor amiga pone sus ojos en blanco, suelta un chillido de desespero y se retira rápidamente de nuestra mesa. No soy capaz de decir nada, pero se que Maddy no esta en su mejor momento y hoy tiene el animo por lo pisos.
Ella me necesita.
Busco por donde se fue Maddy y me doy cuenta de que esta cruzando la puerta que da a el campus. Decido ponerme de pie y hablar con ella. Esta situación no solo la afecta interiormente, sino también su exterior y con ello todas las personas que la rodean. Me paro y doy la vuelta, camino hacia la puerta hasta que mis pies se quedan pegados en el suelo. Me encuentro a Aaron y Cruella de Vil entrando por aquella puerta, entre risas y empujones por parte de la bruja.
Siento como mis ojos detallan cada acción que hacen estos dos y como los malditos celos que no puedo controlar se apoderan de mi cuerpo. Caminan hacia la mesa donde se hace Aaron y su grupo de amigos, él sonríe como si nada, con un aire de superioridad y arrogancia. La seguridad que su cuerpo irradia es lo que mas llama mi atención, pero cuando esta halando la silla para sentarse sus ojos tristes se encuentran con los míos y puedo ver que su sonrisa se distorsiona.
Este momento donde tu boca no dice absolutamente nada, pero tu cerebro las grita, grita todas esas cosas que no te atreves a decir.
Las ganas de irme aumentan cuando observo como Cruella de Vil toma su mano y le toca la mejilla. Se puede ver a metros que Meghan le gusta Aaron y no la culpo. Sus ojos, sus labios, sus cejas, él es perfecto y echo a la medida para una chica como ella. Me imagino que la bacteria es la pareja para el Homecoming de esta noche —su cercanía y como le coquetea aseguran mis sospechas —, así que con la poca dignidad que tengo quito mi mirada de la dichosa pareja y me encamino a buscar mi mejor amiga.
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Enamorada de mi peor enemigo
Подростковая литература-No se como estoy metida en esto, realmente ni siquiera se que estoy haciendo aquí. -Me paro rápidamente de la silla donde estaba sentada hace unos momentos y comienzo a caminar de derecha a izquierda formando círculos. -Bueno sí se, -Me detengo un...