Empezaré a corregir faltas ortográficas, y pasar por una revisión toda la obra. Por si recibes una actualización de la historia soy yo corrigiendo, y no olvides que puedes releerla (guiño, guiño). Gracias por acompañarme, cuídate <3.06/02/2023
Narra Jackie.
¿No les ha pasado que se sienten realmente nerviosos por algo que no va a pasar?
Pues bien, me siento fatal, eso de cambiarme varias veces de colegio no me agrada mucho, hacer amigos para luego irme olvidando todo una y otra vez, no es muy bonito que digamos.
-¡Llegas tarde!- como siempre, mi mamá gritando cada inicio de clases. Ya sé cómo funcionan todos los primeros días de clases, entonces, para este punto solo pienso en comer mi desayuno y dejar que mi primer día de clases de tantos sea más "normal".
-Estoy lista- bajó mi hermana mayor mientras se arreglaba su corbata, nunca entenderé su gusto por los uniformes 'correctos' de las instituciones a las que nos han cambiado.
Nunca ha ido conmigo al mismo instituto, según ella su popularidad no puede verse balanceando de un hilo por mí, le avergüenza que sus amigos, novios y maestros lleguen a conocer una versión más pequeña, más estudiosa, más diferente de ella y solo estoy nombrando calificativos no hirientes para describir la verdadera realidad del por qué le avergüenzo.
-¡Ya Jackie!- gritó mi madre regresando mi cabeza al presente, me arrebató el plato de cereales de la mesa tirándolos al lavaplatos.
-¿Qué haces mamá?- caminé tras ella en busca de mis cereales, debo admitirlo que alcé un poco más de lo normal mi tono de voz, sabiendo que la típica amenaza de una madre latina vendría contra mí.
-Vuelves hacerlo y no vuelves a comer cereales como desayuno nunca más- se giró mi madre acercándose a mi rostro mientras me señalaba con su dedo índice hacía mi nariz.
-Esta bien, perdón- Me alejé de ella y tomé mi maleta para salir al auto donde ya nos esperaba mi hermana.
(***)
Mi madre nos dejó a la entrada de los respectivos institutos, comenzando por el de mi hermana. Me coloqué mis audífonos para no escuchar las típicas charlas de madre e hija que tenían entre ellas, hablando de chicos, maquillaje y de fiestas a las que obviamente no era incluida yo.
Me bajé del auto al ver que llegamos a mi instituto, despidiéndome vagamente de mi madre.
Caminé sin rumbo hasta encontrar una bola de personas, o bueno, estudiantes que utilizaban el mismo uniforme color vino que para ser honesta, a algunos les quedaba demasiado bien, sin embargo, notablemente yo soy la excepción.
-Hola, ¿también eres nueva?- me preguntó una chica delgada y pelirroja.
-Si, iré a quinto año- respondí amablemente al notar el rostro dulce y con buenas vibras que transmitía la pelirroja.
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OLVIDEMOS APARIENCIAS
Teen FictionMentiría si digo no amar el físico, porque es lo primero en lo que se enamora mi corazón. No entiendo qué logró hacer conmigo para tenerme a sus pies, somos completamente diferentes. Ella no pertenece a mi mundo, pero su hermana sí. ¿Acaso te impor...