Cap. 27 * Tengo miedo *

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25/02/2023

Narra James

Es extraño todo lo que me rodea, porque todo me recuerda a ella. Me duele tanto haber sido quien la lastime tanto, porque esas no eran mis intenciones. Al final descubrí que Nelly era un capricho de adolescente, y quien realmente me atrajo por su manera de ser es Jackie. 

No sé si fue en alguna de las citas, o los momentos que la pasábamos excelente estando juntos, pero hizo que la manera en la que la veía se esfumara. Porque ahora no me queda más que una imagen de su sonrisa en aquel parque de diversiones o su rostro delicado combinando con la luz en aquel baile. 

- Estás invitado James- se acercó Kimy con una invitación en su mano y una sonrisa seductora.

- Gracias, pero no- respondí amablemente, porque si quería recuperar a Jackie debía dejar de ser el mismo sujeto quien la lastimo, y comenzaré eliminando todos los hábitos tóxicos que me hacen cagarla.

Además, en casa las cosas no son color de rosa. He descubierto varias veces a mi madre con golpes en sus piernas o brazos, y sé que no "salieron de la nada". Mi padre es el causante de esto. Con Carly hemos intentado varias veces hablar con ella para que formalice el proceso de divorcio, sin embargo, "el amor" que ella tiene hacia él es muchísimo más fuerte como para verlo detrás de las rejas. 

- Mi madre me llamó algo asustada- corrió Carly con el rostro de preocupación hacía mi- creo que esta vez se le pasó de las manos a papá.

- ¿Está bien?- dije con el corazón latiendo a mil por hora- vamos- tomé mis cosas y salí corriendo del instituto, en búsqueda de algún taxi que nos lleve hasta casa.


(***)

- ¡Mamá!- gritó Carly al abrir la puerta, encontrándola en el suelo con la nariz llena de sangre y con mi padre sosteniendo uno de sus cinturones.

- ¡Qué crees que haces!- me acerqué enojado donde estaba él, empujándolo con todas mis fuerzas. 

- ¡No te acerques a mí, niño estúpido!- se levantó del suelo y me amenazó de la misma manera en la que solía amenazarme cuando era pequeño y hacía alguna travesura. 

- No te tengo miedo- respondí con puños en mis manos, listo para acceder a los golpes si el deseaba. Porque no hay nada peor que ver a un hombre golpeando a una mujer de esa manera, si quería enfrentarse a alguien que sea conmigo, no con ella. 

A pesar de contar con varios problemas con mi madre por su culpa, como el hecho de que salí varias veces en su defensa, pero ella no podía dejar de perdonarlo una y otra vez, dejándome como el malo de la historia. Pero jamás la había visto en el estado en el que la encontramos, era difícil imaginar que mi madre permitía todo esto. 

- James no lo hagas- dijo mi madre limpiando un poco su rostro de sangre y lágrimas. 

Pero fue tarde, él lanzó el primer golpe. Tomándome de sorpresa, mientras mi cabeza se llenaba de enojo por todo lo que sucedía seguí, golpeé su rostro con todas mis fuerzas, empezando una pelea que no terminaría hasta que uno de los dos se canse o termine inconsciente. 


(***)

- ¡Jackie!- se escuchó desde la parte superior de la casa. 

- ¿Qué pasó?- corrí al escuchar aquel grito. Era Nelly, estaba en su inodoro vomitando todo su estómago, la miré pálida y sin fuerzas- ¿Qué pasó Nelly?- volví a preguntar asustada. 

- Solo necesito hidratante- se levantó del suelo y limpió su desastre como pudo- cómprame un suero oral por favor- dijo ahora dándome un billete.

- ¿Segura estás bien?- volví a preguntar mientras la miraba caminar hacia su cama.

- Sí, si necesito algo llamaré a mamá- dijo ahora con los ojos cerrados, en posición fetal en su cama. 

- Ya regreso- respondí algo preocupada, pero si ella necesitara algo más me lo dijera. Jamás me ha mentido en su salud, es su principal valor, jamás mentiría si tiene que ir al hospital por alguna emergencia. 

Caminé por la banqueta en medio de la lluvia que comenzó tras salir de casa. No le tomé mucha importancia, mi hermana era más importante para mí en estos momentos. 

Compré lo necesario, junto con una prueba de embarazo, que era lo que me mantenía en duda por alguna razón, como si mi sexto sentido me dijera que la comprara a pesar de todo lo que tengo en mente, y que así podríamos tener la seguridad que no solo está enferma ella. 

Miré a lo lejos alguien sentado en la entrada de mi casa, sin moverse a pesar de la lluvia que estaba intensificándose. Caminé lo más pronto posible, esperando que no sea Nelly. 

- ¿Qué haces aquí?- pregunté al ver a James allí, con las manos llenas de sangre y con los ojos hinchados de haber llorado. 

- Mi vida es una mierda- rió irónicamente- y lo es mucho más desde que te hice aquello.

- Entra- dije abriendo la puerta de mi casa, porque a pesar de todo no iba a permitir que se empape de aquella manera- hablemos adentro, te puedo limpiar esas heridas.

- En los últimos años has sido lo mejor que me ha pasado Jackie- se levantó del suelo y me acarició la mejilla con delicadeza. 

- ¿Estás bien?- pregunté al verlo ignorar todo lo que le decía y al notar que también tenía varias heridas en su rostro.

- Perdóname de corazón Jackie- sonrió nuevamente y se alejó de mi. 

Entré a casa ignorando a James y a toda la escena que había sucedido, porque en mi mente no tengo nada más que a Nelly y el cómo está. Ella va primero que cualquier persona en este mundo, es mi hermana. Amores vienen y van, pero una hermana jamás la dejaré de tener.

- Por favor, hazla- le dije a Nelly mientras le entregaba la caja con la prueba de embarazo.

- Jackie, no quiero...- dijo rompiendo en lágrimas. Sabía que estaba ocultándome algo, y que mi sexto sentido no se había equivocado. 

- ¿Hace cuánto lo sabes?- le pregunté acariciando su cabello intentando consolarla.

- Hace dos días me hice la prueba- me abrazó- creo que son dos meses- lloró nuevamente sobre mi hombro- tengo miedo Jackie, mucho miedo.

- Tranquila, yo estoy aquí para ti- la abrazaba con todas mis fuerzas.

No puedo imaginar todo lo que tenía en su mente en estos momentos, porque en su lugar no estoy lista para traer a otra persona más al mundo y ser responsable de una vida completamente desde cero, sin saber que yo no puedo cuidar ni de la mía. Sabía que ahora debía estar con ella con cualquier decisión que tome, porque ahora ella tiene muchas decisiones que tomar y que no serían fáciles de realizar.


OLVIDEMOS APARIENCIASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora