Mentiría si digo no amar el físico, porque es lo primero en lo que se enamora mi corazón. No entiendo qué logró hacer conmigo para tenerme a sus pies, somos completamente diferentes. Ella no pertenece a mi mundo, pero su hermana sí.
¿Acaso te impor...
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04/08/23
Narra James
La seguí, quería ver que llegara sana y salva a su habitación. Miré como se quitaba los tacones y temblaba del frío, hasta que finalmente entró a esta.
Caminé hasta su puerta, no podía creer que había perdido a la mujer de mi vida por estúpido. No puedo creer que siga atrás de ella a pesar de que yo la lastimo siempre.
Me quedé pensado en si tocar o no la puerta, quería verla por última vez. Quería un último beso para desaparecer por completo de su vida, quería alejarme de ella y no volver a sabre que puedo ese hermoso y tan valioso corazón.
Escuché una botella romperse, no sé si encontraba alguien más junto a ella, o si estaba sola. Pero no quería seguir metiéndome en sus problemas o verme enredado en esto una vez más, no sabía qué hacer, no quería perderla ni que nadie la volviese a lastimar, pero tampoco quería verme envuelto en un problema más para ella.
Caminé hacia el elevador, era hora de dejarla.
Mentira.
No debía dejarla.
Volví a abrir las puertas de este y corrí hacia su habitación. Ella no estaba sola, estaba con aquel sujeto que me golpeó en el avión, aquel que viajaba de ella.
Al abrir la puerta molesto noté cómo el la tenía en el suelo, con la consciencia a punto de perderse, y perdí la cabeza. Perdí la cabeza como lo solía hacer cuando hacía mis trabajos sucios, no quería que el saliera lastimado, quería terminar con él por el simple hecho de tocarla.
Y lo golpeé, tantas veces que espero que no se olvide nunca más que no debe acercarse a ella, o tan solo tocar a una mujer.
Miré a Jackie, tan frágil como siempre ha sido. Con marcas en su cuello, y con lágrimas en sus mejillas, no pudo hacer más mis corazón que tomarla en brazos y llevarla a la habitación en la que me encontraba yo. No iba a dejar que siga una noche afuera con ese tipo aún con vida. No iba a matarlo, Jackie no me lo perdonaría, a epsar de que casi intenta matarla.
(***)
Me senté frente a mi cama, viéndola a pocos metros de mí. No la había visto así de indefensa como aquella vez que la vi en la misma situación. No sé si soy yo quien le trae este tipo de problemas, o si cada que me acerco a ella termina de esta manera, a lo que, era mejor saber que podía protegerla estando siempre a su lado, más no alejándome de ella.
Tomé mis cosas en las maletas que traje. Guardé lo necesario en estas.
Miré una máquina de afeitar que se encontraba en el baño de la habitación, la tomé y me corté todo el cabello, iba a empezar de cero, por milésima vez, pero ahora sería yo quien la proteja a donde sea que fuera. Con un nuevo corte, y con mi identidad verdadera, podría volver a ser aquel chico de quien se enamoró y no está enredado den tanta basura.
(***)
Realicé todas las llamadas necesarias para dejar el negocio a cargo de Raúl, quien estuvo a mi lado desde que comencé todo esto. Y haciéndole saber que estaría bien lejos de todo, que no volviera a buscarme o que ni se le ocurra volver a mencionarme alrededor de todos los que trabajaban junto y para nosotros, no quería tener más problemas, estaría alias Jota Jota completamente muerto desde el día de hoy.
Me acosté a su lado, mirando que siga bien, que no le falte nada por el momento. No podía llevarla a un hospital, el más cercano estaría a dos horas de aquí. Prefiero verla descansar, tomar energías y saber qué camino tomaría mañana por la manañana, si deseaba seguir conmigo a su lado o si deseaba dejar todo esto aquí. Así podría yo también, iniciar de cero.
- ¿Qué haces aquí?- dijo Jackie abriendo poco a poco sus ojos, con la voz ronca y algo entrecortada.
- Te saqué de tu habitación- dije sin dar más detalles.
- Estoy harta de todo James- volvió a cerrar sus ojos, mientras lloraba nuevamente- es suficiente lo que he tenido que pasar, ya no puedo más.
- ¿Quieres comenzar de cero?- salió de mi corazón.
- Quiero estar lejos de todos y de todo. Quiero que termine de una vez por todas todo este sufrimiento- dijo sin abrir los ojos.
- Tengo el dinero suficiente para empezar juntos en otra ciudad, solo debes decírmelo y saldremos de aquí- dije tomándola de sus mejillas para que pudiera mirarme.
- Eres un maldito narco James, no puedo ir contigo a ningún lado porque te están buscando.
- No me están buscando, mírame soy otra persona, y oficialmente de nuevo James Vera- pasé mi mano por mi cabellera recién cortada.
Jackie me miró y se rió por lo bajo al notar el nuevo look que traía en estos momentos, tal vez no lo hice bien o no me quedaba el estilo, pero todo era para comser un nuevo James.
- Te queda terrible el nuevo corte- pasó su mano tamién por mi cabeza.
- ¿Quieres comenzar de nuevo conmigo, y olvidar las apariencias?- pregunte con una sonrisa en mi rostro.
- Tengo miedo- respondió ella.
- Yo también y mucho, pero si lo hacemos juntos, olvida ese miedo, siempre me tendrás a mi, ahora seré yo quien te cuide y proteja porque no habrá nada en este mundo que logre hacerte daño.
Me miró en silencio, para luego tomar con sus manos mi rostro y darme un corto beso en los labios. ¡Maldita sea! Era como estar flotando en estos momentos, deseaba tanto un beso de ella, tenerla cerca de mí, que vuelva a poner confianza en mí, saber que el destino nos sigue juntando a pesar de toda la mierda y que podemos seguir teniendo esta oportunidad juntos.
(***)
- ¿Lista para enfrentar todo?- pregunté guardando nuestras cosas en el automóvil en el que vine. Un vehículo deportivo que me encantaba, pero que al llegar al destino no sería más parte mío, debía perderlo para que no tuvieran huella de dónde podría estar.
- Lista- me sonrió tomando de mi mano que se encontraba en la palanca de cambios.
