Mentiría si digo no amar el físico, porque es lo primero en lo que se enamora mi corazón. No entiendo qué logró hacer conmigo para tenerme a sus pies, somos completamente diferentes. Ella no pertenece a mi mundo, pero su hermana sí.
¿Acaso te impor...
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¿Lo aman o lo odian? Espero que les guste este capítulo, cuídense <3.
Pd: siempre que encuentren estos símbolos (^^^) es una escena +18. Empieza y termina la escena con estos por si deseas saltarte esta parte.
28/03/2022
Narra Jackie
-¡Todos están invitados a la fiesta en mi casa para celebrar!- gritó un chico en medio del campus de soccer, tras haber ganado el campeonato entre instituciones.
Era ley que si ganaba el instituto al día siguiente no tendríamos clases por lo que una fiesta planeada para el Jueves tras esta ganancia era el mejor plan para los estudiantes.
Se que dije que no quería más problemas, pero aquella noche que me emborraché con el sujeto que había acabado de conocer fue de las pocas que he pasado feliz y disfruté por lo que algo de alcohol en mi organismo ayudaría a pasarla mejor. No iba en búsqueda de nadie o de nada en específico, solo emborracharme para olvidar un poco los problemas que tengo.
No quiero sonar como una alcohólica (con todo respeto a las personas alcohólicas), pero es una de las pocas maneras que me han ayudado a alejarme de todo esto. Será la última vez, lo prometo.
-¿Tienes cervezas?- le pregunté al chico que se encargaba de pasar el alcohol a los demás.
-Ya te las doy- me respondió sonriente.
Era ilegal consumir bebidas alcohólicas a nuestra edad, pero al ser el dueño de casa una de las personas con más dinero de la ciudad, podía cumplir alguno de sus antojos como estos a cambio de sobornar algunos policías para que no hagan su recorrido de rutina por esta zona.
-Gracias- le comenté al chico tras recibir el vaso con la bebida.
-¿Qué haces aquí?- se acercó James molesto frente a mi, con una vena pronunciada en su cuello y sus manos hecho puño, tomó asiento a lado mío, tras el ver que no respondería a una sola de sus palabras.
-¿Sigues molesta?- volvió a decir, ¿acaso no era obvio?.
Su hermana me humilló frente a todos, e incluso hizo que todo lo que tenía como seguridad se esfumara con tan sola una frase, pudo haberla detenido pero no quiso. No peleó por lo que me hacía daño.
Lo miré, y supe lo que se merecía. Vacié mi vaso de cerveza en su cabeza, obligando que este se exalte un poco, para luego con un paso rápido caminar hacia el segundo piso, intentando ocultarme de más problemas, y vaya que este si me lo busque.
Me causó un poco de gracia el ver su rostro tras lo que había hecho, me sentía algo más liberada, era la primera vez que hago algo contra él, no me sentí para nada mal el haberlo hecho.
