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02/08/23
Narra Jackie
Habían pasado ya tres semanas desde que llegué aquí. Estaba encontrando finalmente la paz que buscaba, la que tanto deseaba. Y me encantaba pasar tiempo junto a Graciela.
- ¿Él te obligó a bajar de peso?- preguntó mi abuela mientras estábamos acostadas viendo su novela favorita.
- No me obligó- respondí fríamente. Recordando todo lo que odiaba de mi cuerpo por no ser la chica ideal y perfecta físicamente que tanto le atraían- pero sí bajé para gustarle a él.
- ¿Te sientes bien?- preguntó ahora viéndome a los ojos.
- Hace mucho no comía como lo estoy haciendo aquí- respondí con los ojos un poco cristalizados.
- No dejes jamás que nadie te obligue a cambiar la forma en la que eres mi pequeña. Quien te ama, te amará en todas tus facetas, tal cual y como eres. Sin cambios, sin pretextos, sin peros- me dio un beso en una de mis manos.
- Me sentía débil, sin fuerza- respondí- y ahora lo único que quiero es estar tranquila y tu comida me da paz abuelita, porque sé que la haces con amor.
(***)
Narra James
En tres semanas he aprendido muchas cosas en este negocio en el que nadie ingresa por el miedo de perder a un ser querido o de perderse a sí mismos por la ambición.
He estado a lado del jefe varios días, haciendo lo que el pidiera que hiciera. Ya sea seguir los pasos de algún sujeto que le debe dinero o le debe algo, o simplemente repartir el cargamento de droga que llegaba desde la frontera a todos los repartidores pequeños que tenemos en la ciudad. En pocas semanas la confianza que ha tenido en mí el jefe es impresionante.
- James, quiero que te encargues de esto- señaló con la cabeza un par de fundas negras en forma de cuerpos.
- ¿Los desaparezco?- pregunté fríamente.
No tenía miedo ni tan si quiera pudor al hacer lo que sea que se me pida hacerlo. Porque quería estar a lado de los grandes, y hacer este tipo de trabajos me llevará algún día a esa posición.
- Que no queden ni sus uñas- respondió ahora fumando uno de sus puros cubanos.
(***)
Narra Jackie
Estaba finalmente acostaba en la habitación que Graciela acomodó para mí. Miré el techo detenidamente, intentando de una vez por todas aclarar todo lo que tenía dentro de mí.
Hace mucho no hablaba conmigo misma sobre lo que siento y lo que quiero. Porque hace mucho dejé de ver por mí, y sólo pensaba en el bienestar de James. No quería que él hiciera algo que me rompa el corazón, sin embargo, yo me lo estaba rompiendo sola al tener esperanza de que todo el caos que traía tener una relación con él, cambiaría algún día.
Estoy harta de esperar todo sin recibir nada.
Siempre debo ponerme a mi en primer lugar, antes de intentar amar a alguien, porque de otra manera podrá utilizar mi corazón de la manera en la que se le antoje.
Es momento de poner un alto a mi corazón, ya no debo esperar una relación con cada persona que conozco o que tengo a mi lado. Debo aprender a conocer a aquella persona antes de generar un sentimiento. O simplemente puedo tener el tiempo para mí, y únicamente para mí, así cuando llegue la persona ideal, debe acoplarse al amor que yo misma me tengo, más no, empezar a dármelo por primera vez.
Ya no debo buscar amor en otras personas.
Debo buscarme a mí, antes que a alguien más.
De un momento a otro, mi pecho comenzó a doler intensamente, incluso mis piernas comenzaban a temblar y mi pecho a acelerarse. Comenzaba a sentir miedo de que sea algo grave, y no estaba en el lugar adecuado, no debía asustar a Graciela con algo así. Cerré los ojos por un momento y llevé mi mano a mi pecho, para que luego llegue a mi mente la idea de que a alguien muy cercano a mí le estuvieran haciendo daño o estuviera sufriendo por algo.
- Mierda- me susurré a mi misma, para no sobre pensar lo que mi subconsciente quería hacer.
(***)
Tomé aquellos dos cuerpos y los llevé a un lado del río, al sur de la ciudad. Para enterrarlos y dejar que los animales que viven por aquí hicieran su trabajo.
Al abrir una de las bolsas negras me encontré con un sujeto de mi edad, que parecía haber tenido una pelea antes de morir, y no le fue tan bien. Al terminar de enterrarlo, percibí un dolor en mi pecho, que me llevó de inmediato a abrir la segunda bolsa negra, me encontré con un niño pequeño, haciendo que mi corazón se detuviera por un momento.
¿En qué estoy metido?
¿También le hacen esto a un simple niño?
Mis ojos comenzaron a llorar, mis piernas temblar y mi pecho no dejaba de doler al ver aquella imagen. No estaba bien lo que estaba haciendo, pero ahora estoy demasiado dentro de toda esta mierda como para salir.
- Lo lamento tanto- le dije al niño antes de colocar la última carga de tierra sobre su cuerpo.
Acababa de perder lo último de dignidad y decencia que me quedaba al hacer esto.
Esto terminará muy mal, porque quedará un James sin alma, que solo camina sin sentimientos ni dignidad. Y eso es lo que buscaba muy al fondo de mí, porque quería dejar de ser la persona que por sus sentimientos lleve consigo a otros para lastimarlos.
Esta vez, debía alejarme de todos por su bien.
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OLVIDEMOS APARIENCIAS
Fiksi RemajaMentiría si digo no amar el físico, porque es lo primero en lo que se enamora mi corazón. No entiendo qué logró hacer conmigo para tenerme a sus pies, somos completamente diferentes. Ella no pertenece a mi mundo, pero su hermana sí. ¿Acaso te impor...