Mentiría si digo no amar el físico, porque es lo primero en lo que se enamora mi corazón. No entiendo qué logró hacer conmigo para tenerme a sus pies, somos completamente diferentes. Ella no pertenece a mi mundo, pero su hermana sí.
¿Acaso te impor...
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03/08/23
>>Maratón (3/4)<<
Narra Jackie
Viajaría en primera clase, el único boleto que encontré disponible.
Entré al avión, para luego sentarme y colocarme el gorro de mi sudadera en mi rostro, así no tener que observar la mirada incómoda de todas las personas que ingresaban al mismo vuelo.
- Muchas gracias muñeca- se escuchó cerca de mí, supuse que era uno de los pasajeros intentando ligarse a la azafata, que para ser honestos estaba muy linda y tenía un cuerpo de Dioses.
Me coloqué mis audífonos y dejé de escuchar conversaciones ajenas. Debía estar enfocada en Jota Jota. Porque sabía que si lo encontrábamos antes de yo terminar mi último año, sería la entrada al mundo de la investigación de una manera espectacular, quería hacer bien mi trabajo, quería ser la mejor haciéndolo.
Abrí mi correo electrónico, leyendo las instrucciones que me enviaron antes de abordar el vuelo. Debía llegar y fingir ser una de las estudiantes del profesor McRoberts, para así llegar al lugar donde tienen el centro de inteligencia.
(***)
- ¡Estúpido!- se escuchó en medio del silencio del avión, haciendo que todos los pasajeros nos levantáramos del susto o de la impresión al escuchar.
Miré hacia delante, encontrando a un sujeto con gorra azul y camisa gris limpiando su torso con una servilleta, frente a él una chica con vestido blanco, llena de vino. Al parecer, habían cruzado caminos y la turbulencia del vuelo los hizo chocarse, regando la copa que traía el sujeto, sobre ella.
(***)
- Lo conoces- me dijo directamente el profesor McRoberts
- No conozco a nadie con aquellas características físicas- mencioné al ver el retrato hablado que tenían de Jota Jota pegado a la pared.
- Me dicen que vivía en tu ciudad, y que incluso pudo haber llegado a estar en el mismo instituto en el que estudiaste tú.
- Pues estoy muy segura de que si habría alguien con esas características no sería difícil olvidarlo.
Miré nuevamente el retrato, era un sujeto con cejas pobladas, el cabello ondulado y unos labios carnosos, como si fuese cualquier sujeto normal que estudiaba conmigo. No iba a quedar mal frente a todos ellos, por lo que, decidí mejor decir que no lo conocía.
- Al parecer hizo una compra- dijo ahora uno de los sujetos que estaba frente a una computadora y que no había hablado en toda la reunión- es la casa que queda cerca de la tuya- ahora levantó su mirada directamente hacia mi.
Sabía que hablaba de la casa que era de James.
- Tarde o temprano irá hasta allá, para ver su nueva adquisición, quiero que estés muy pendiente de tu casa Jackie- dijo ahora el profesor McRoberts.
(***)
- Tengo una mejor idea- habló una de las mujeres que estaban analizando las fotos- tienes las mismas características físicas de las chicas con las que se ha visto Jota Jota- dijo viéndome de arriba hacia abajo.
- ¿Disculpe?- pregunté. No quería saber hacia dónde nos llevaría esta conversación.
- Podemos acercarnos a él- le dijo ahora directamente al profesor McRoberts- solo deje que ella lo seduzca.
- Pero no sabemos cómo luce- dije con miedo.
- Pero sabemos con quién trabaja y cómo puede llegar hacia él.
El profesor McRoberts me miró nuevamente como lo hizo aquella señora y creo que por su rostro, estaba de acuerdo de mandarme a zona de guerra solo por cumplir la maldita misión de atraparlo, era arriesgar mi vida frente aquel sujeto, sin nadie que pueda defenderme.
- Solo debes aceptar para iniciar la operación- me dijo ahora el chico de la computadora.
Miré a los tres detenidamente, sabiendo que iba a ser el peor error que cometería en mi vida, pero acepté.
- Llamaré a Paolo, el te acompañará a todo lado- dijo McRoberts ahora moviéndose para idealizar el nuevo plan, que incluía arriesgar mi vida.
A Paolo lo conocí un año atrás, trabajamos juntos en un proyecto de al universidad, un sujeto con aires de grandesa y con un aura pesada. Me recordaba a James, por la manera en la que actuaba, sintiéndose superior a todos, pero algo lo hacía diferente, él no jugaba con los sentimientos de nadie, decidió hace mucho no tener ninguna relación amorosa hasta el día de su matrimonio, ya saben, sangre italiana.
Narra James
- Pudimos comprar la casa que nos ordenó- se acercó uno de los sujetos que trabajaba conmigo.
Quería tener este único recuerdo de Jackie conmigo, saber que por aquellas calles caminábamos juntos, e incluso con la esperanza de que siguiera viviendo en la casa de su madre, o que la visite algunos días, para así verla feliz, verla que cumple sus metas.
- No quiero que nadie se entere que yo viví alguna vez allí- lo amenacé.
- Como usted diga señor.
- ¿Cómo está Carly?- pregunté mientras encendía mi cigarro
- Está en la casa esperándolo, como lo ordenó. Ella está cómoda- respondió.
- Llévame con ella- dije caminando a la salida del lugar y subiéndome a una de mis camionetas.
(***)
- ¿Te gustó?- pregunté al ver a Carly de espaldas, viendo cómo quedaba mejor el sofá color rojo vino que decoraba el lugar.
- Me encantó- se volteó a darme un abrazo y un fuerte beso en la mejilla.