Cap. 32 * Sálvame *

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Recuerda que no estás solx. 

24/03/2023


Narra Jackie

- ¿Cómo quieres que reaccione después de eso?- me solté del agarre de Mateo, quien me fue siguiendo unas cuadras más allá del lugar.

- Te lo iba a decir- me detuvo- obviamente no de esta manera.

- Además, ¿qué mierda tienes en la cabeza para hacer eso allá arriba?- dije molesta.

- Así me gano la vida Jackie, así obtuve todo lo que tengo. No estoy arrepentido de lo que hago, ni si quiera tengo por qué pedir perdón. Es mi vida, así crecí y así moriré.

- ¿Qué daño te hizo aquel sujeto?

- A mi no me hizo nada, posiblemente le hizo algo al jefe. Yo no tengo nada que ver, solo pelear por unos cuántos dólares.

- No puedo creer que permitas que hicieran eso- me alejé un poco de él, dándole la espalda. 

Respiré profundo, mientras intentaba limpiar mi rostro con mi camiseta o con la chaqueta que me colocó Mateo hace un momento.

- ¿Qué hacías aquí?- me siguió por el camino Mateo, cuestionándome ahora.

- Me enviaron la ubicación, diciéndome que estarías acá- respondí sin mirarlo.

- ¿Acaso no confías en mi?

- Lo hago, y por eso quería acabar de una vez por todas con los secretos que traías. No quiero seguir viviendo en mentiras de nadie Mateo- me volteé para decírselo en el rostro.

Al ver que no dijo una palabra más, seguí con mi camino, esperando que el no dijera otra estupidez o tan si quiera que intente excusarse, porque ahora no tenía nada que inventarse. Era como si yo hubiese esperado un golpe de esta manera, pero no me afectó en lo más mínimo. Solo no quería tener que afrontar un problema más en mi vida. Y de ser así, quería liberarme de una vez por todas, y seguir. 

- Se llama Jeremy- dijo de la nada Mateo- tiene dos años. Y supe que hablaba de aquel hijo que mencionó la chica con la que me acababa de pelear. 

- No quiero hablar de eso ahora Mateo, dame espacio- respondí. 


(***)


Sentí su presencia atrás mío todo el camino de regreso a mi casa. No sé si lo hacía por arrepentimiento o por si lo hacía por "seguridad". 

- No salgas de tu casa hasta mañana, tengo que hablar con ella. No quiero que te haga nada malo- dijo Mateo por último antes de que yo ingrese a mi casa.

- ¿Qué me puede hacer?- pregunté indignada.

- Te metiste de la peor manera en mi mundo, y ella no se quedará tranquila hasta vengarse de lo que hiciste.

- Estoy harta de las malditas "venganzas" y de cómo todas las personas que me rodean me traen más problemas Mateo. Si lo mejor es dejar todo hasta aquí pues, así será- entré a mi casa de inmediato, para no ver su rostro nuevamente. Era muy bueno para ser realidad. 

Me acosté sobre mi cama, deseando dormir y olvidar todo lo que traía en mi. 


(***)

Narra Mateo

No podía permitir que le hicieran daño por mi culpa. No quería que ella conociera todo esto, no quería que ahora se exponga ante las personas que me quieren hacer daño, porque lo harían si tan solo tocan uno de sus cabellos. Me golpeaba la cabeza cada idea sobre ella siendo lastimada por el jefe o por Ingrid, mi ex pareja. 

- Sabes muy bien que debías alejar tu vida privada de esto Matt- salió el jefe de su oficina, al verme esperándolo allí. 

- Ingrid la llamó, yo no quise traerla- respondí indignado. 

- Ahora sabes lo que se viene, no puedes detener lo que mis muchachas quieran hacer a tu novia- prendió uno de los cigarros que tenía en su bolsillo.

- No permita que le hagan daño, de verdad, está viviendo ya mucha mierda- supliqué.

- No es mi decisión Mateo, es la decisión de mis muchachas. Nadie puede hacerles nada, y si tu novia intentó o hizo algo a una de mis chicas, tiene que pagar las consecuencias. Yo jamás permitiré que alguien las lastime, por lo que, tienen mi apoyo para hacer lo que quieran con las personas que las lastiman.

- ¿Qué debo hacer para que la proteja?- dije finalmente, sabiendo que lo que me ofrecería no sería sencillo y no me gustaría ni en lo más mínimo. 

- No me hagas esas propuestas Mateo, porque no querrás cumplirlas- dijo ahora sonriendo. 


(***)

Narra Jackie

- ¿Qué?- dije despertándome, pero no estaba en mi cama ni en mi habitación. Me encontraba en una habitación fría, con las luces tenues, el suelo de cemento y con varias goteras por el techo. 

Me miré asustada, no traía mi ropa, solo estaba en ropa interior, junto con una soga sujetando mis muñecas y otra mis tobillos. Sabía que lo que Mateo me había dicho se estaba haciendo realidad. Miré por toda la habitación intentando encontrar una salida o una señal del lugar en el que estoy. Pero era imposible, ni si quiera se notaba la luz del sol. 

- ¿Ya despertó la pequeña?- entró a la habitación la chica con la que me golpeé. 

- ¿Qué quieres?- dije agotada, porque sabía que luchar ahora no iba a ser la solución de nada. 

- Quiero que Mateo sufra un poco, y también, ¿por qué tu no?- rió, dándome una patada en mi cuerpo, dejándome sin aire por unos segundos. 

- No me hagas nada- respondí con lágrimas en mis ojos, sabiendo que ahora no iba a tener quién más pueda ayudarme. No sabía dónde estaba, ni lo que era capaz de hacerme ella. 

- Veamos- se acercó a mi rostro, tomándolo con una de sus manos- no eres el tipo de Mateo, ¿qué hace contigo?- me siguió observando- ¿acaso te utiliza sexualmente?- dijo. Volteé mis ojos hacia otro lado, no quería que ella siguiera imaginando cosas que podían lastimarme aún más- No lo hace- rió al verme, a lo que volví mi mirada a la suya. 

Entró un sujeto fuerte, con el cabello recogido en un moño para luego entrar otros dos sujetos más atrás de él. 

- Es virgen- les dijo la chica a los sujetos que acababan de entrar- hagan lo que se les plazca con una pura- se levantó y salió de la habitación. 

Mi corazón acababa de detenerse por un momento, porque sabía lo que iba a suceder, y no podía defenderme, todo esto lo provoqué yo al ir aquel lugar. 

- Veamos que tenemos por aquí- se acercaron los tres sujetos e hicieron lo que quisieron conmigo y con mi cuerpo. 

Por mi mente no pasaba más que una frase "sálvame".

OLVIDEMOS APARIENCIASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora