La Elegida

Ausencia De Belleza (#10)

Capitulo Corto. (#10)

-Tara, querida – escuche como venía hacia a mí. Amiéel ya había terminado - ¿Te encuentras bien? – no le respondí. Amiéel se paró frente a mí y me miro – ven – se fue, y volvió, abrazándome con la toalla – vamos a darte aire.

La Sra. Gerson me saco de aquel cuarto, y me llevo como el viento, suave y delicado, por el pasillo, en donde las esculturas de las mujeres relucían los brillos del sol. Me llevo por las escaleras de espiral, las cuales, tenían un brillo hermoso, y una textura exquisita. Doblamos por la derecha, por un pasillo, decorado con floreros del Tamaño de mi torso, esparcidas por el suelo. Las rosas que llevaban dentro, eran amarillas, y llevaban un rayito de purpura en el medio. A cada lado de las paredes había puertas blancas, además de que el olor era fenomenal. Yo seguía llorando, mientras me alimentaba de brillo mis ojos, con el color rosa de las paredes, decorado con rosas multicolor esparcidas como serpientes. 

Seguíamos caminando por el pasillo, hasta que de repente dimos vuelta a la derecha, donde la Sra. Gerson abrió una puerta, y me metió en ella.

-Tara, descansa – me miro con compasión – veo por tus lágrimas que has tenido un mal día – me toco la mejilla, y la sobo con el pulgar - nos vemos en un momento – me señalo un closet de madera, en la esquina de la habitación – ahí hay ropa. Ponte algo, Usa lo que más te guste – salió de la habitación y cerró la puerta con delicadeza, dejándome sola en mi dolor. Por lo menos, había dejado de llorar. Me tire en la cama, que estaba atrás mío. Pensé en desaparecer y quedarme muerta en mente; estar aquí, sin estarlo. Eso era lo que quería. Pero, ya nada importa. Solo seguir con lo que mi mamá siempre me advirtió.