La Elegida

Peor que la muerte (#44)

Estaba asustada, enserio tenía que procrear hijos con matheew ¿que están pensando los gobernadores de este lugar? 

-¡no! — de mi salió un demonio — eso jamás pasará katy, nunca

-Si quiero que no pase, me comerán viva — mordió sus uñas — esos, disculpa la palabra, malditos son de lo peor 

-Que bueno que tu lo dijistes primero — el simple echo de escuchar bástilla, era suficiente para que me deprimiera

-Intentaré hacer algo, pero no te juro nada — salió nerviosa por la puerta y dejó que el viento la cerrará.

Mi mente tenía dos puntos de vista. Uno, Katy iba a hacer que renovarán aquella locura, o la dos, muy pronto tendré a matheew tocando abdomen y eso jamás pasará.

Me quede en mi cuarto, pensando. La vida tenía que ser injusta, porque todo tenía que ser tan difícil. Porque la sociedad no sólo fue normal, porque tenía que pasara todo esto, sin sentido, retorcido y estúpido. Aveces, quisiera que mejor no existiera la vida, porque esto es igual que estar muerto.

-No he conseguido nada — llegó katy alterada — ellos insisten en hacer la toma 

-¡NO! — salte de prisa y me volví loca — esto no puede ser, no puede pasar 

-Y aún no te he dicho lo peor 

-¿hay algo peor?  

-Si no cúpulas con matheew, harán que los juegos sean hoy al medio día — quede en paralizada. Tenía que escoger entre tener sexo con alguien que conozco de 2 días, o pelear a muerte con mi mejor amiga.

La verdad, prefiriera morir y que todo el mundo este bien. Matheew sin un bebé y sin mi, y Ann, siendo la gobernadora. Pero los milagros nunca pasan.

Volví (escrito en el celular)