La Elegida

Lo Hermosa Tortura (#30)

Llegue como ese día a aquella caja colorida, tome el Skafal y volví donde Amiéel, esta vez, era más hermoso probarme aquello. Me lo puse, ahora sin temor a la vista de Amiéel y encima de la Skafal pose el vestido. Estaba hermoso como aquellas vez.

-Te ves hermosa – dijo Amiéel emocionado

-Gracias, desde que estoy aquí me siento hermosa e infeliz, es un carrusel de emociones

-Desde luego – me puso los tacones blancos y modele todo el lugar dando a mostrar mi figura apreciada. Después de caminar en la alfombra acolchada, Amiéel me dio unos libros que puse en mi cabeza. Camine por una línea negra, con el vestido puesto. Tome café en una tacita rosada y brillante; el dedo pequeño alzado. Disfrute cada momento, cada uno de ellos, hasta que ya tenía que quitarme el ángel del cuerpo. Sin el vestido, sin la Skafal, solo con mi ropa y mis botas, estaba lista para irme a mi habitación en mi mismísimo aburrimiento.

-¿Ya me tengo que ir?

-Sí. Me duele que esta vez no duren los momentos

-Mientras más rápido mejor. Ya quiero acabar con esta pesadilla.

Y eso quería, terminar esto, no seguir aquí. Obvio, no olvidar a Amiéel y a Katty, y nunca dejar de pensar en April. Ya quería ser libre y normal, como lo era hace unos días, como lo era hace tiempo. Ya no quiero ser más la elegida a gobernadora, o la preferida, quiero ser Rara, quiero ser simplemente una persona, que vive dentro de murallas y que no tiene por que sufrir.