La Elegida

Far (#161)

Estábamos desiertos en el desierto.

El mutante aun seguía tras nosotros. Literalmente una persecución de una horas.

-Veo algo – dijo Sara

-Yo igual – dijo Tayron

-Yo igual – había un especie de granja. Había una casa e madera, y varias plantas sembradas. Atrás de esta granja había una reja que protegía más plantas y vegetales. Cuando nos acercamos más pude apreciar a un hombre encima de un caballo; Llevaba sombrero de paja y lucia muy campesino.

-¡Auxilio! – Grito Sara - ¡Por favor!

Habíamos llegado más cerca de él. El mutante podría matarlo, no podía traer más desgracia.

-¡Apártese! - le dije, pero hizo caso omiso.

Cuando ya podía oler al caballo, e imaginar como el mutante despedazaría al señor, él saco un arma extraña y enorme.

-No lo creo – de ella salió un rayo morado muy extraño, cuando toco al mutante este exploto en sesos y sangre por todas partes. Sorprendida.

-No puede ser – dijo Sara - ¡Me están matando los pies! – Se tiro al suelo como si fuese una cama - ¡Gracias extraño campesino!

-Sara, se más educada con el extraño campesino ¡Digo! Con el señor – eche una sonrisa de culpa

-Tranquila hermosa chica. Me llamo Far, mucho gusto – dijo

-El gusto es con nosotros ¿Cierto chicos? – dije

-Por supuesto, nos salvo la vida – dijo Tayron – y eso es más de lo que alguien ha hecho por mí

-Bueno, esos malditos mutantes no tocaran mi suelo jamás.

-Lamento haber traído uno – dije culpable

-Tranquila muñeca, con esta belleza nadie pasa a la casa de Far

-Por cierto ¿qué es? Nunca había visto una de esas – pregunto Tayron

-Es tecnología militar, yo era militar y me quede con algunas armas – dijo Far – Me da algún tipo de poder, especialmente con estos malditos monstruos

-Pues, muchas gracias por salvarnos – dije

-Bueno, ¿Qué esperan? Pasen. Veo que no tienen dónde ir, se pueden quedar aquí el tiempo que quieran

-¿Enserio? – Pregunte – Muchas gracias. Es nuestro ángel

-Se que lo soy.

-Bueno, este es el cuarto para – Me miro - ¿Tu nombre?

-Tara – dije riendo – se me olvido decirle nuestros nombres

-No importa. Este es tu cuarto. El siguiente es de la que se parece a ti

-Sara por cierto – dijo ella

-Y el siguiente es para el chico

-Tayron señor – dijo

-Bien ya todos tiene cuarto. Yo estaré afuera con mis vegetales – y se fue.

Es muy genial que no haya pasado esto a la mitad del desierto. No me lo puedo creer.

-Somos unos suertudos de mierda – dijo Tayron

-Y más, somos los mejores del mundo. Nada nos derrota. Otras personas en nuestro lugar estarían muertas. Téngalo por seguro – nos tomo por la cabeza e hizo un abrazo triple – los amo chicos

-Nosotros también – dije.

Nos soltó y estiro su cuerpo.

-Bueno, me largo a dormir. Despierto como en unasemana, hasta luego – lo tenlo por seguro